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De la gloria de Wembley al anonimato de Segunda

El Wigan desciende a Segunda tras caer contra el Arsenal (4-1) y solo cuatro días después de ser campeón de Copa

Los jugadores del Wigan, de negro, tras caer ante el Arsenal.
Los jugadores del Wigan, de negro, tras caer ante el Arsenal.Alastair Grant (AP)

De la gloria de Wembley al anonimato de la Championship. A esa montaña rusa se ha subido el Wigan Athletic en apenas cuatro días. Contra todo pronóstico, el equipo dirigido por el español Roberto Martínez (Balaguer, Lleida, 1973) ganó la Copa inglesa el sábado pasado al Manchester City, provocando la destitución del técnico italiano Roberto Mancini, y ayer, sin embargo, cayó a la Segunda División tras perder ante el Arsenal (4-1, dos de Podolksi, uno de Walcott y otro de Ramsey, frente al solitario tanto de Maloney). Es la primera vez en la historia del fútbol británico que sucede algo así, que descienda el campeón de Copa. "Todavía no puedo creerlo. Nunca pensé que fuéramos a bajar. No merecemos estar entre los tres últimos. Estoy en estado de shock", dijo Martínez, cuyo futuro está en el aire, elogiado por sus colegas (Arsène Wenger, técnico del Arsenal, dijo que le recordaba a él cuando era joven) y pretendido por otros clubes: el Everton se ha interesado después de perder a David Moyes, que se ha marchado al Manchester United para sustituir a Alex Ferguson.

El futuro de Roberto Martínez, pretendido por el Everton, está en el aire

El Wigan regresó anoche a Lancashire con un sabor agridulce. Campeones y descendidos. Con permiso para pasearse por Europa, al haberse clasificado por primera vez para la Liga Europa, y relegados a los campos de Segunda División. Aun así, Martínez quiso lanzar un mensaje de optimismo. "Tenemos que mantener nuestra filosofía de fútbol a largo plazo. La situación financiera del club es fantástica". "Es un equipo inteligente", le apoyó Wenger, verdugo involuntario, "y si siguen juntos volverán pronto a Primera". Esa es la gran incógnita: si seguirá juntos Martínez y sus muchachos. Bajo la lluvia del Emirates, los aficionados gunners aplaudieron a los héroes del pasado sábado en Wembley, tratando de comprender su dolor. Pero es imposible. La última vez que el Arsenal descendió fue hace 100 años.

Han sido apenas ocho años del Wigan en la Premier, tras cumplirse el sueño de su dueño, el empresario David Whelan, de 76 años, propietario de las tiendas de deportes JJB Sports y de los gimnasios JJ Fitness, cuando compró el club en febrero de 1995. Y contagió su pasión por el fútbol (él mismo jugó en el Blackburn Rovers en los 50), a esta una ciudad de 90.000 habitantes del noroeste de Inglaterra, volcada con el rugby, en el mismo estadio, el DW Stadium, donde juegan el Wigan y los Warriors.

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