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Visconti y el claroscuro

Segunda victoria de etapa del siciliano y cuarta del Movistar antes de la llegada a los Dolomitas

Carlos Arribas
Vsiconti en su llegada a la meta.
Vsiconti en su llegada a la meta.LUK BENIES (AFP)

En las salutíferas quintas palladianas que flanquean las carreteras estrechas de las colinas béricas buscaban los nobles venecianos en verano la salud de sus pulmones encharcados y envenenados por las miasmas de los canales. En esas mismas carreteras, casi caminos de cabras por su angostura y elevación entre olivos y viñedos, empinadas como las cuestas que retratan la Lieja-Bastogne-Lieja, por ejemplo, encontró por segunda vez el siciliano Giovanni Visconti los claros de una vida ciclista vivida en claroscuros (perdonen la facilidad de la imagen, pero es que la etapa, la última llana antes de lanzarse el largo fin de semana en los montes pálidos, los Dolomitas congelados, partía de Caravaggio…) y su equipo, el Movistar español, una especie de paraíso para que tristes y apenados olviden sus miserias, parece, la luz plena de una cuarta victoria de etapa.

Clasificación

ETAPA:

1. Giovanni Visconti (ITA/Movistar) 5h 15m 34s.
2. Ramunas Navardauskas (LIT/Garmin) a 19s.
3. Luka Mezgec (SLO/Argos) m.t.
4. Filippo Pozzato (ITA/Lampre) m.t.
5. Danilo Hondo (ALE/RadioShack) m.t.
6. Salvatore Puccio (ITA/Team Sky) m.t.
7. Sacha Modolo (ITA/Bardiani Valvole) m.t.
8. Fabio Felline (ITA/Androni Giocattoli) m.t.
9. FRANCISCO VENTOSO (ESP/Movistar) m.t.
10. Cadel Evans (AUS/BMC Racing) m.t.

GENERAL:

1. Vincenzo Nibali (ITA/Astana) 73h 11m 29s.
2. Cadel Evans (AUS/BMC Racing) a 1m 26s.
3. Rigoberto Uran (COL/Team Sky) 2m 46s.
4. Michele Scarponi (ITA/Lampre) 3m 53s.
5. Przemyslaw Niemiec (POL/Lampre) 4m 13s.
6. Mauro Santambrogio (ITA/Vini Fantini) 4m 57s.
7. Carlos Betancur (COL/AG2R) 5m 15s.
8. Rafal Majka (POL/Saxo - Tinkoff) 5m 20s.
9. BEÑAT INTXAUSTI (ESP/Movistar) 5m 47s.
10. Robert Gesink (HOL/Blanco) 7m 24s.

Lo importante es el hombre, sin embargo. Lo importante es la forma, la fuerza, la reacción de Visconti una vez cruzada la línea de meta solo y con los brazos en alto, la energía desmedida en su gesto de rabia y orgullo, tan deseado, tan imposible hace cuatro días, cuando no tenía fuerzas ni para mantenerse en pie después de su travesía triunfal por los Alpes helados hasta el Galibier. En Vicenza no llovía, no hacía frío, no había sufrimiento, solo placer y una muchedumbre entusiasta. “Es increíble como la fuerza de la mente, la moral, transforma a las personas”, dijo el ciclista de Palermo que a una veintena de kilómetros, en el repecho con aires de muro, se adelantó al pelotón, alcanzó a los fugados Di Luca y Rubiano y, sintiéndose Cancellara sin cadena los volvió a dejar acelerando sentado en el sillín y tricotando los pedales. Luego se lanzó en el descenso en un visto y no visto hasta la victoria final. “Es increíble, el Galibier me ha resucitado”, dijo Visconti, de Palermo, y remitió a los oyentes a su discurso narrativo después de su victoria alpina, el discurso de una persona que sin saber cómo sale de la depresión para descubrir que es hermoso y la vida le ama. Un año justo antes de su Galibier 13, en otra 15ª etapa del Giro, en el 12, había conocido cómo la no fuerza mental paralizaba a las personas, el oscuro de su claro, sin venir a cuento y sin enfermedad, mal, dolor o lesión que lo justificase, Visconti se bajó de la bici, se montó en el coche del equipo y abandonó el Giro. “Lo peor de mi enfermedad es que era de la cabeza, no una fractura o una tendinitis, y no sabía cómo se podría curar”, dijo Visconti, que estuvo un año corriendo bloqueado sin saber mover su energía hacia los pedales, y que de nuevo, sin saber cómo, ha descubierto la fuerza.

El Giro de las perturbaciones meteorológicas mortales para Wiggins puede alcanzar su término prematuro en la cronoescalada del jueves entre Mori y Polsa (20 kilómetros non troppo duros) ya que el miércoles a los organizadores les parecía imposible que el pelotón pudiera atravesar el viernes las crestas de más de 2.500 metros del Gavia y el Stelvio, azotadas por el frío y el hielo, y el sábado las de más de 2.000 metros, el Giau y las Tres Cimas de Lavaredo.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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