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A Del Bosque le sobran nueves

El seleccionador ha pasado de usar a Cesc como falso ariete a tener que escoger entre el azulgrana, Soldado,Villa y Torres

Villa anota uno de sus tres goles ante Tahití.
Villa anota uno de sus tres goles ante Tahití.L. Griffiths (Getty Images)

Lesionado Villa y fuera de forma Torres, Negredo no le colmó a Del Bosque, así que como nunca fue cobarde, obró en consecuencia, metió mano en la cesta, le dio una vuelta a la idea, y mandó a Fábregas dar un paso al frente. El resultado fue que el volante jugó de falso nueve y con ese ariete impostado, que generó revuelo y no poco debate entre aficionados, analistas y periodistas, la Roja revalidó el título de Campeón de Europa en Kiev. Desde entonces, Del Bosque mantuvo la idea, primero porque le funcionó, segundo porque no encontró nada mejor. Al respecto, al llegar a Miami, dejó una reflexión definitiva. “Nuestra inseguridad ha sido producto de su irregularidad”, se justificó, mirando al pasado, el seleccionador, como si fuera necesario.

Pero llegada la Confederaciones, a Del Bosque le florece de tal manera el jardín que ahora el problema es otro, ahora se trata de escoger. “Mejor así”, asegura. Mejor elegir entre Soldado, titular el primer partido del torneo, Torres y Villa, con Fabregas en la recámara. “Creo que es bueno para el grupo, porque además, somos diferentes entre nosotros”, advierte el catalán. “Estamos trabajando todos por el bien del equipo, luchando por cosas importantes. Estamos aquí 23 jugadores, con ganas de hacerlo lo mejor posible y ponérselo complicado al seleccionador para que decida. Juegue quien juegue, hará lo mejor posible para el equipo”, añade Villa. “Creo que todos trabajamos para estar listos si el míster nos necesita y de esa competencia se beneficia el equipo”.

Todos tienen cualidades muy especiales que les convierten en jugadores muy útiles y de gran nivel Del Bosque

“Son distintos”, reconoce Xavi. Que todos tienen gol es evidente, que son complementarios, también. Seguramente, Soldado tiene más remate y fija mejor a los centrales que Cesc, pura anarquía y movilidad, con mucho pase, porque no tiene el instinto goleador de los otros. Torres tiene una potencia enorme y es vertical como ninguno, así que estira mucho el ataque. En esas, Villa cae mejor a banda que los demás, es buen rematador y se mueve en el área con tanta intuición como cualquiera. “Es difícil señalar al más completo”, dice Soldado. “Todos tienen cualidades muy especiales que les convierten en jugadores muy útiles y de gran nivel”, templa Del Bosque.

Torres, con 102 partidos, es de los cuatro el que tiene más presencias en la selección. Le sigue Villa, con 98 y el mejor promedio goleador de todos: con 56 goles, casi duplica los 35 de Torres, un dato que le convierte en el futbolista que más goles ha marcado en la historia de la selección española y es, de largo, el futbolista de la Copa Confederaciones que más goles ha conseguido en su selección. Forlán, de Uruguay, máximo artillero de la historia charrúa, alcanzó ayer los 100 partidos con la celeste y su gol número 35.

De la obsesión goleadora de Villa habla el hecho de que durante el partido contra Tahití, pese a la poca competitividad del rival y la goleada, en un par de jugadas se vio al Guaje y a Torres reclamarse entre ellos el pase y además, a Mata. Se reía Torres después del partido y le quitaba hierro Mata en la zona mixta, recordando el instinto goleador que caracteriza al Guaje. “Hemos marcado los dos, hemos combinado… ¡No pasa nada!”, dijo Torres, de cuya alianza con Villa no se duda: en los 10 partidos que han compartido titularidad en fases finales (de la Euro 2008 hasta ahora, pasando por la Confederaciones 2009 y el Mundial 2010), el asturiano ha marcado 15 goles.

El 7 de España asume que se le quedó clavada una espina de la última Confederaciones, cuando formaba pareja atacante con Torres. El niño, que fue titular en el Mundial, nunca ha terminado de convencer a Del Bosque, pero Villa solo ha perdido protagonismo tras su lesión. Llegados a este punto, los dos parece que están de vuelta, reclamando su sitio, y no parecen dispuestos a dejar escapar esta segunda oportunidad, ni de jugar ni de ganar el trofeo que se les escapó en Sudáfrica 2009. “Este no es un torneo menor, no puede serlo si están Italia, Uruguay, Brasil… Y es el título que le falta a esta generación”, dice Torres. “Suma nuestro título a los suyos y hay 12 títulos mundiales compitiendo por el triunfo”, recuerda Cesc al dar valor al título por el que pelea. Para Soldado, novato en estas lides, sería el primero. “Ganarlo en Maracaná es un sueño”, dice. Y parece que España lo intentará esta vez con 9 de verdad, acompañado por Cesc de vuelta a la media punta. Solo falta saber a quién elige del Bosque.

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