Bienvenidos a la Liga

La cara de Alex Aranzabal reflejaba el cansancio, la falta de sueño, de dos días de celebraciones, pero también la satisfacción por el ascenso conseguido. El presidente del Eibar, como los del Tenerife, Alavés y Jaén, los equipos que han subido a Segunda División, y los de Almería, Villarreal y Elche, a Primera, recibieron ayer el reconocimiento de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en su sede madrileña. Su presidente, Javier Tebas, les felicitó por lo conseguido y les recordó también sus obligaciones económicas: “defendemos el juego limpio tanto en el terreno de juego como fuera. Estamos en un proceso de regeneración del fútbol. Si no cumplimos estos valores, nuestra Liga no será competitiva”, recordó, en una clara referencia al control económico que se han autoimpuesto los clubes para reducir la deuda y al amaño de partidos.

“Ha sido un año muy difícil y muy duro. Hemos sufrido mucho”, ha reconocido el presidente del Villarreal, Fernando Roig en su intervención, quien ha reconocido que hay que “limpiar el fútbol español, que sea un fútbol limpio y honesto”. Para el Villarreal las normas de control económico impuestas por la Liga no son nuevas, ya que son obligatorias para los 42 equipos de Primera y Segunda División.

Si lo son para los que llegan, o regresan, al fútbol profesional. Los cuatro nuevos equipos de Segunda no solo tienen que cumplir los requisitos de capital de la categoría -además de iniciar el proceso de conversión en Sociedad Anónima Deportiva, si es que aún no lo son- sino que su presupuesto será supervisado por la Comisión Mixta creada por la LFP y el Consejo Superior de Deportes (CSD), que si no lo considera equilibrado puede negarles la inscripción de nuevos jugadores. Mientras los ecos de las celebraciones se apagan y los jugadores se van de vacaciones, los directivos ya han empezado a trabajar para reunir toda la información económica que les exige la LFP.