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Illarramendi: “Mi vida cambiará, yo no”

El nuevo '24' del Madrid se presenta en el Bernabéu arropado por una treintena de amigos “Vengo de un pueblo de 5.000 habitantes. Estamos flipando”, confiesa el centrocampista

Asier Illarramendi y Florentino Pérez sostienen la nueva camiseta del centrocampista vasco, rodeados por su cuadrilla.
Asier Illarramendi y Florentino Pérez sostienen la nueva camiseta del centrocampista vasco, rodeados por su cuadrilla.Gonzalo Arroyo (Getty)

Mutriku es un pueblo pequeño de la costa guipuzcoana, muy cerca del límite con Bizkaia. Su rompeolas acota una zona de agua tan grande como el propio núcleo urbano, que vive de la pesca y las conserveras. Del mismo modo que el dique protege el preciado puerto de las mareas, Asier Illarramendi (1990), el motriqués más famoso del mundo —al menos este fin de semana—, se trajo a su familia y amigos para suavizar el impacto de su presentación como jugador del Real Madrid para las próximas seis temporadas.

“Estamos flipando con la dimensión de todo esto”, explicó el nuevo 24 blanco, que hablaba también por su cuadrilla de 31 amigos, igual de asombrados pero sin la presión del protagonista. Illarra pasa de “un pueblo de 5.000 habitantes” a una ciudad de más de cinco millones, pero afronta el reto con valentía: “Mi vida cambiará, pero yo no. El mejor club del mundo, que lucha por títulos cada año, no te asusta, te atrae”.

La transición deportiva es lo primero que va a cambiar la vida del internacional sub-21, reciente campeón de la Eurocopa de Israel. Del familiar vestuario de la Real Sociedad, de donde el viernes se despidió entre lágrimas, al galáctico equipo merengue, donde ya tiene en quién apoyarse: “Conozco de las inferiores [de la selección] a Isco, Morata, Nacho y Carvajal, grandes amigos".

El fichaje blanco da toques en su presentación.
El fichaje blanco da toques en su presentación.DANIEL SASTRE (AS)

El centrocampista de 23 años cita a su espejo desde pequeño: “Xabi [Alonso] siempre ha sido un referente. Ahora podré conocerle mejor y aprender de él”. Illarramendi sondeó la opinión del tolosarra, que abandonó San Sebastián a la misma edad, antes de aceptar la oferta del Madrid. “Hablé con él en Zubieta [donde Alonso entrena antes de incorporarse a la disciplina blanca el próximo lunes]. Me dijo que todo esto era increíble y ya veo que tenía razón” admitió.

Illarra no quiso hablar de dinero. Consciente de que es el fichaje español más caro en la historia del club de Chamartín —38,9 millones de euros—, se mostró reiteradamente “halagado” y “agradecido” a la entidad, especialmente al presidente Florentino Pérez, y aseguró no sentir presión por tal desembolso.

El presidente y el director deportivo, Miguel Pardeza, agradecieron a la Real Sociedad su “disposición” para que el traspaso se realizase. Pardeza confirmó que el Madrid pagó la cláusula del jugador “de mutuo acuerdo” con el presidente txuriurdin, Jokin Aperribay, resignado el pasado viernes en el adiós de su exjugador.

Vestido de corto, el último refuerzo del nuevo Madrid de Ancelotti se encontró mucho más cómodo que en el palco y la sala de prensa. Los miles de aficionados de las gradas reclamaron, sin éxito, que Illarramendi besase el escudo. Ha jugado desde los 11 años en un club “muy especial” y espera ser bien recibido en su regreso a Anoeta. Ese día también podrá contar con su cuadrilla de Mutriku.

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