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La paradoja de Alonso

El asturiano se aferra a la remontada que Vettel hizo el año pasado para mantener vivas sus opciones de proclamarse tricampeón

Oriol Puigdemont
Alonso, en la primera sesión de entrenamientos
Alonso, en la primera sesión de entrenamientosTom Gandolfini (AFP)

A un tris de superar el ecuador de este Mundial de Fórmula 1, Fernando Alonso echa la vista atrás para seguir creyendo que la triple corona que persigue desde hace ya siete años es un objetivo que todavía está a su alcance en este 2013. Van pasando los días, estamos a las puertas del décimo Gran Premio del calendario, y el principal acicate del español radica en tratar de devolverle a Sebastian Vettel la jugada que este le hizo hace un año. A estas mismas alturas de la película, Alonso dominaba entonces el cotarro con 34 puntos de ventaja sobre el segundo en la tabla (Mark Webber) –la misma diferencia que ahora le separa de Vettel–, y de 44 sobre el tercero (Vettel). “El año pasado teníamos mucha ventaja y al final perdimos el título. Conseguir un buen resultado aquí es importante. Acercarnos un poco a Sebastian nos permitiría irnos de vacaciones algo más tranquilos. De lo contrario, todo será más estresante”, reconoce el asturiano desde Budapest, donde el domingo se esperan temperaturas escandalosamente altas a partir de las dos de la tarde, hora prevista para el arranque de la carrera.

La Scuderia vive desde que comenzó esta temporada inmersa en una paradoja que Stefano Domenicali, su director, ya intuía a mediados de marzo en Australia, punto de partida del campeonato. “Es verdad que el rendimiento del F2012 fue muy malo de entrada, pero a pesar de ello conseguimos sumar muchos puntos y no será fácil igualarlo”, convenía entonces el ejecutivo en una conversación con este diario, en referencia al prototipo anterior. No pudo acertar más el italiano para desgracia de su primer piloto, que en el arranque de este curso fue incapaz de sacarle el máximo partido al gran potencial del F138, el mejor Ferrari que ha conducido, según sus propias palabras. En Malasia abandonó después de tocarse con Vettel en la salida y perder el morro en plena recta, y un fallo en el DRS le penalizó y le condenó en Bahréin, donde terminó el octavo. A la vez que Alonso aún arrastra esos dos gatillazos, su rival compensó en un pispas el que sufrió en Gran Bretaña, donde rompió el cambio de su RB9, al imponerse en la siguiente cita (Alemania).

Llegados a este punto y con las reservas que merece cualquier análisis que se realice antes de la cronometrada (14:00, Antena 3 y TV3), los primeros ensayos del fin de semana constataron que si Red Bull y Vettel ya estaban en forma antes de desembarcar en Hungría, los nuevos compuestos que Pirelli ha introducido aquí funcionan de perlas colocados en los bólidos del búfalo rojo, los más rápidos la primera jornada por delante de Lotus y Ferrari. “Fernando y Kimi son mis principales rivales. Es bueno saber que estoy en una posición de fuerza, pero dos de los tres últimos Mundiales los gané en el último momento y para eso me preparado también esta vez”, asegura el tricampeón de Heppenheim. Tal y como están las cosas, es evidente que Alonso firmaría ahora mismo poder llegar a ese escenario.

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