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Modric conquista el Bernabéu

El Madrid liquida a un blando Athletic con su público rendido al croata y al goleador Isco

José Sámano
Modric pugna con Muniain
Modric pugna con MuniainFernando Alvarado (EFE)

A nadie le quedará tan marcado el duelo Madrid-Athletic como a Modric, protagonista capital de una mañana que dejó al croata y a Isco, otra vez goleador, como los dos grandes ahijados de la parroquia local. El primero es otro, con el traje para el tajo se exhibió como medio defensivo. No era su etiqueta cuando fue fichado, pero su mutación ante los de Valverde causó enorme impacto. Él abrochó el partido por todo el campo, en múltiples facetas. Versátil, capaz de quitar con ferocidad y de dar hilo al juego. A su lado, Khedira, supuesto dique, pasó de puntillas. El idilio del público con Isco ha sido un flechazo inmediato. Con sus dos tantos y su capacidad de seducción, nadie reparó apenas en la figura de Özil en el banquillo. Con Modric como principio e Isco como final, el Madrid festejó su tercer triunfo y, de paso, Cristiano estrenó su casillero. El equipo de Ancelotti no dejó un partido primoroso, pero son tiempos de pruebas y rodajes, en los que conviene sumar puntos para evitar mayores discordias mientras se busca la puesta a punto. El Athletic se armó como pudo pero le faltaron resistencias, fue muy blando, demasiado ortodoxo, con poco descaro ofensivo, por más que se viera en el choque hasta el primer zarpazo de Isco.

R. MADRID, 3 - ATHLETIC, 1

Real Madrid: Diego López; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo (Carvajal, m.86); Khedira (Casemiro, m.70), Modric; Di María, Isco, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Jesé, m.74).

Athletic: Herrerín; Iraola, Gurpegi, Laporte, Balenziaga; Iturraspe (Erik Morán, m.46), Mikel Rico (De Marcos, m.46), Beñat; Susaeta, Aduriz y Muniain (Ibai, m.65).

Goles: 1-0, m.25: Isco. 2-0, m.45: Cristiano Ronaldo. 3-0, m.73: Isco. 3-1, m.80: Ibai.

Árbitro: Clos Gómez (Comité aragonés). Mostró cartulinas amarillas a Khedira (29) por el Real Madrid; y a Gurpegi (21) y Beñat (66) por el Athletic. I

72.231 espectadores en el Bernabéu. Realizó el saque de honor la jugadora de baloncesto Amaya Valdemoro.

El partido no despertó hasta mediado el primer tiempo. La marmota matinal derivó en un muermo hasta que Isco tocó la corneta. El Athletic logró de salida encapsular al Real Madrid, con una defensa arriesgada en medio campo y cinco centrocampistas para taponar el juego. Suficiente para negar al equipo de Ancelotti, que no encontraba vías de salida, ni por fuera ni por dentro. El Athletic consiguió que nada ocurriera, que el encuentro se alejara de Herrerín, sin importarle demasiado que tampoco estuviera a la vista Diego López. El club de Ibaigane no es ajeno a los tiempos. Limitadas sus importaciones, el rastrillo internacional le destapa a menudo. Tras el adiós definitivo de Javi Martínez, Llorente y Amorebieta, ahora tiene en el escaparate a Ander Herrera, suplente en Chamartín por el flirteo del Manchester United. Los cuatro futbolistas referidos fueron claves en el asalto del Athletic al equipo de Old Trafford hace solo dos temporadas. Hoy, Ernesto Valverde se las tiene que apañar con los retornos de Herrerín, Balenziaga, Beñat o Mikel Rico. Por Chamartín, con lesionados como Alonso, Illarramendi y Varane, internacionales como Kaká y Coentrão no son convocados e ilustres supremos como Casillas y Özil son suplentes.

Con todo, el Athletic inmovilizó al Madrid, que no daba con la tecla para sacudir el partido. Nadie era capaz de encender la chispa. Khedira no tenía mando, y gente como Isco, Modric, Cristiano por entonces solo flotaban, sin más. El equipo vasco se sentía en paz. Falsa impresión. Son miles los visitantes al Bernabéu que acaban en la lona cuando menos lo esperan. Equipos como el Madrid no necesitan que les preceda el ruido, ante ellos la alerta es permanente. Incapaz de delinear el fútbol, el grupo de Ancelotti despegó por su atajo preferido, a la contra. Cristiano, veinticinco minutos desquiciado y en constante fuera de juego, penalizó a los rojiblancos tras una pérdida. El remate raso y ajustado del portugués lo desvió Herrerín, en su primera foto en el Bernabéu. El córner lo cabeceó Sergio Ramos y la pelota se alejó del gol por un palmo. Primera tiritona para el Athletic y primer arrebato del Madrid. En la acción siguiente, la más trenzada, Cristiano e Isco arrancaron la jugada por la izquierda, el balón cruzó a la otra orilla y de vuelta hacia el centro, Benzema se descolgó al balcón del área para con un toque sutil y preciso con la izquierda saltar el muro defensivo de los visitantes. El arquitectónico servicio del francés citó a Isco con Herrerín en el área pequeña. El malagueño resolvió con solvencia, favorecido por la quietud de Iraola, tan atemorizado por la cercanía de Cristiano que rompió el fuera de juego ejecutado por el resto de compañeros.

El gol de Isco cambió por completo el paisaje. El conjunto de Valverde no encontró remedio en una falta lanzada por Beñat que peinó el poste izquierdo de Diego López y ya no tuvo más dictado. Menos aún cuando a segundos del intermedio, Cristiano sobrevoló por Chamartín para abrir su cuenta en esta Liga. Di María le puso la pelota en comba en una falta lateral y el portugués, sin techo en el juego aéreo, remachó al Athletic. Tan mal defendió el equipo de Valverde que CR estaba tan solo como a su espalda Sergio Ramos, los dos mejores madridistas en esa suerte del juego.

El Madrid festejó su tercer triunfo y, de paso, Cristiano Ronaldo estrenó su casillero

El Athletic movió el cesto al descanso. Iturraspe y Rico, los dos futbolistas elegidos de inicio para el dique, fueron relevados por Morán y De Marcos. Valverde quería mayor mordida, jugadores que asaltaran al Madrid, que tuvieran mayor movilidad ofensiva. Lo consiguió en parte, pero también tuvo un efecto contrario. Apareció un Modric colosal, el guía defensivo y ofensivo de todos. El Madrid ya pudo descorchar el duelo como le gusta, con más espacios, a la carrera. Lanzado por Cristiano y el derroche de Di María, los madridistas tuvieron otra frescura, mayor autoridad. Asentado el equipo, el segundo acto sirvió para pulsar el estado de ánimo del Bernabéu. Asumido, en apariencia el rol de la portería, la hinchada llevó a hombros a Modric, extraordinario como sostén, un papel que se le desconocía. Llegó con el cartel de un jugador para lo fino, pero ayer se dio una paliza descomunal. Un guiño de este juego: cuando se presupone que el ancla defensivo deben ser futbolistas con la carrocería de Khedira, resulta que el mejor tapón es un chico como el croata, liviano, de talla recortada y forrado de huesos.

La gente también está entregada a Isco, el goleador en este estreno de la temporada, por lo que se ve el ‘verdugo’ de Özil. El público le ha apadrinado desde el primer momento. No intervino mucho, pero tiene ángel y sus dos tantos le encumbraron aún más. Otros están marcados con una cruz. Es el caso de Benzema, al que le pitan los oídos día tras día. Lleva dos goles e Isco selló la red con dos asistencias del galo. Insuficiente. La afición le tiene en la diana por su poca chicha y falta de espíritu. Mientras se ajustan las piezas en el campo y vota la grada, el Madrid encadena victorias. El mejor camino hacia las cumbres a las que aspira y a las que se han sumado con actores principales Modric e Isco.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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