Januzaj es la revelación

Los clubes gigantes alumbran jugadores gigantes. En 1990, cuando buscaba el camino para sacar al Manchester United de una prolongada depresión, Alex Ferguson comenzó a darle minutos a Ryan Giggs, un zurdo de 18 años que se movía por el campo con el balón dominado como un galgo persiguiendo conejos. En estos días de crisis de resultados, David Moyes, heredero de Ferguson en el United, le da minutos de juego a Adnan Januzaj, otro zurdo de 18 años que domina el balón como si fuese una prolongación de sus botas. El sábado en el Stadium of Light de Sunderland el chico metió sus primeros dos goles oficiales con la camiseta roja y remontó un partido que parecía destinado a enterrar la credibilidad de Moyes y condenar al equipo a los márgenes de la Premier.

Descendiente de albanokosovares, nacido en Bélgica, formado en la esuela del Anderlecht y emigrado a la academia del United a los 16 años, Januzaj se ha convertido, repentinamente, en objeto de deseo de cinco federaciones de fútbol. Jurídicamente, estaría en disposición de jugar para las selecciones de Inglaterra, Bélgica, Albania, Croacia o Turquía. El seleccionador inglés, Roy Hodgson, se detuvo ante los micrófonos de la BBC tras el 1-2 en Sunderland. “No hay duda de que Januzaj es un talento verdadero y que tenemos los ojos puestos en él. Pero debemos discutir muchas cosas antes de naturalizarlo como inglés”.

“Hay posibilidades de que juegue para Inglaterra porque tiene la residencia aquí desde 2011”, observó Moyes, que se jactó de haber promocionado grandes jóvenes talentos anteriormente. “Yo le di a Wayne Rooney y a Ross Barkley la posibilidad de debutar en el Everton y él [Januzaj] está ciertamente en esta categoría. Llevábamos unas cuantas semanas intentando meterle en el equipo titular. Es un jugador realmente bueno que puede jugar en distintas posiciones”.

Es más intuitivo que cerebral y quizás sus movimientos respondan a impulsos poco académicos

El semblante seco, inexpresivo, el flequillo rubio ondeándole al viento como un banderín, el cuerpo mediano, flaco, elástico, evocan las proporciones de grandes futbolistas de todos los tiempos. Januzaj parece salido del molde donde se fraguan los extremos ideales, pero sus cualidades le permiten jugar en distintas posiciones. Maneja ambas piernas, tiene coraje, velocidad, cambio de ritmo, aceleración y freno, sentido del pase y gol. Es más intuitivo que cerebral y quizás sus movimientos respondan a impulsos poco académicos. Pero con rodaje en el primer nivel competitivo, y una buena supervisión, podría ser capaz de evolucionar hacia algo magnífico.

Su primer gol al Sunderland lo convirtió apareciendo desde atrás por el carril del ‘diez’. Entró en el área y remató a un toque, de derecha, un centro desde la izquierda de Evra. La irrupción fue típica de oportunista. Era su primer gol con el United y apenas lo festejó. Ni una sonrisa, ni un gesto de alegría. Se limitó a regresar al círculo central a toda velocidad, y a chocar palmas con los compañeros que le iban a saludar, como si llevase años metiendo goles y estuviera preocupado en la remontada.

El propio Januzaj se ocupó de concretar la victoria empalmando un rechace con una volea desde el borde del área. Un zurdazo que envió el balón cruzado, pegado al palo más lejano del portero. Esta vez sí lo festejó. El United estaba de vuelta en el campeonato y había descubierto otra providencial figura juvenil.