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Los Globetrotters visten de blanco

El Madrid abruma al Manresa (111-63) con una exhibición de canastas inverosímiles y juego recreativo liderado por Mirotic, con 28 puntos

Faustino Sáez
Felipe Reyes protege el balón ante Eriksson.
Felipe Reyes protege el balón ante Eriksson.Javier Lizón (EFE)

Triples inauditos, asistencias insólitas, canastas inverosímiles y un juego extraordinario. Los Globetrotters visten de blanco, juegan en el Palacio de los Deportes y se llaman Real Madrid. El conjunto de Laso huye a la carrera de su rutina victoriosa redecorando su juego desde el ilusionismo y desmontando rivales a base de voracidad, sin reparar en dosificaciones y sin escatimar inventiva. Atusándose la barba al compás que marca Sergio Rodríguez (15 puntos y 9 asistencias), con el infalible academicismo de Mirotic (28 puntos, 10 rebotes y 38 de valoración) y con una pléyade de talento inagotable, los blancos perfeccionan su obra a cada partido. Por allí pasó el Manresa sin recursos para aguantar el chaparrón que en esta ocasión se fue hasta los 48 puntos de renta (111-63). El Madrid puso la quinta al frente de la clasificación liguera y la parroquia madridista acabó haciendo la ola, bañada en satisfacción y rendida a un equipo que va camino de la leyenda.

REAL MADRID, 111 - LA BRUIXA D'OR, 63

Real Madrid (25+29+34+23): Rudy (9), Mirotic (28), Darden (4), Llull (14) y Mejri (6) -equipo inicial-, Reyes (5), Rodríguez (15), Carroll (14), Bourousis (6), Slaughter (4), Draper (3) y Díez (3).

La Bruixa D'Or (16+12+19+16): Hernández (5), Arteaga (4), Waters (17), Kouguere (9) y Larsen (8) -equipo inicial-, Creus (6), Asselin (2), Eriksson (10), Kody (2) y Giannopoulos.

Árbitros: E. Pérez Pizarro, Francisco Araña y Andrés Fernández. Sin eliminados.

7.727 espectadores en el Palacio de Deportes de Madrid.

En otro domingo festivo, Laso alteró su habitual quinteto inicial dando entrada a Darden y Mejri para estimular inercias y desmontar rutinas. Le salió perfecto. El estadounidense y el tunecino, dos de los habituales secundarios de amplio elenco madridista, aprovecharon la mañana para ganar los minutos y el rodaje necesarios para no descabalgar de la rotación. Le lució más la faena al pívot que, aprovechando la endeblez manresana en la pintura, respaldó otra la enésima exhibición de Mirotic. Así se desataron los blancos. Con el montenegrino como estilete y Llull gestionando el velocímetro, el Madrid dio su estirón de rigor (15-5, m. 5), ese con el que suele aprovechar el respeto de rival penalizándolo con un parcial que instaura su mando inabordable. En el Manresa, solo Waters resistió la primera embestida de un equipo inmisericorde con todos sus visitantes. Pero con las bajas de Salva Arco y Darryl­ Monroe, el conjunto de Borja Comenge languideció a las primeras de cambio. Con la línea de presión a media pista, hambriento y en un desaforado estado de gracia, el Madrid se convirtió en los Harlem Globetrotters.

Coincidió con la salida a pista del mejor de los prestidigitadores: Sergio Rodríguez. El genio de la barba frondosa acudió a su cita con la magia en otro segundo cuarto memorable. El Chacho afinó puntería (10 puntos en ese tramo) y comenzó a repartir las entradas para otro vibrante espectáculo en el Palacio. Corría el minuto 17 del partido cuando las gradas se convirtieron en un multitudinario coro de admiración. Un ¡oooooooooooh! inabarcable recorrió el pabellón como respuesta a una asistencia de videoteca. En pleno contragolpe, El Chacho descubrió a Carroll entre la marabunta, ubicó sus coordenadas con el rabillo del ojo y le entregó desde media pista y mirando al tendido un pase de película. Era el 44-24. Era el minuto 17. Ya no había rival y la estadística había dimitido a favor de la creatividad. Era el comienzo de otro partido entre el Madrid y la excelencia.

Reyes: “No me lo creo ni yo”

“No me lo creo ni yo”, declaró Reyes al final del partido. Así explicó el capitán madridista la canasta más inverosímil de los últimos tiempos. “Estoy muy contento por el canastón que he metido. Es una cosa que pasa una vez en la vida. La verdad es que cuando el balón salió me pareció que iba bien dirigido e incluso en el banquillo dijeron: entra, entra... Y entró. Imagínate lo que me dijeron los compañeros. Es una canasta de suerte”, cerró.

Lo mejor estaba por llegar. Faltaban apenas cuatro décimas para el final del segundo cuarto cuando, entre la chiripa y el ilusionismo, llegó la jugada imposible. Slaughter propulsó el balón con sus fornidos brazos desde la línea de fondo hasta el perímetro del campo contrario; a la altura del banquillo madridista y más allá de la línea del 6,75, lo recogió Felipe Reyes que probó suerte y cantó bingo. De espaldas al aro y con un tiro a cuchara como recurso, el capitán encestó, sin tocar el aro, un triple para la historia y convirtió el camino a los vestuarios en una ola de manos en la cabeza y bocas abiertas al grito de ¡Feliiiiiiiiiiipe!, ¡Feliiiiiiiiiiipe!. De ahí hasta el final una sucesión de viajes madridistas al aro rival en busca de la canasta más original ante los coros y danzas de su hinchada. Sin tregua para el aburrimiento, sin piedad para un abrumado Manresa. 111-63 en el marcador final -tercera ocasión en la que el Madrid llega a la frontera de los 100 puntos en 11 partidos oficiales; la mayor diferencia (+48), superando el +40 que le endosó al Brose-; 158-42 en la casilla de valoración. La victoria más amplia de los blancos en 24 años, desde que ganaran en 1989 al Valladolid por 112-64. Su tope en la era ACB es de 55 (116-61 al Ferrol) y en la historia, de 92 contra el Breogán (140-48).

El Barcelona sigue invicto

El Barcelona mantiene su condición de invicto en la Liga Endesa, al derrotar, en un insípido encuentro, al Canarias (87-71), que no pudo contrarrestar el juego interior de un equipo que sigue sin acabar de mostrar continuidad en su juego.

Los catalanes tuvieron suficiente con la fortaleza de Ante Tomic -máximo anotador del partido con 16 puntos- y Lampe para imponerse ante un rival que no se acabó de creer la posibilidad de asaltar el Palau Blaugrana.

Ficha técnica

87 - Barcelona (23+25+22+17): Marcelinho (6), Pullen (3), Papanikolau (4), Todorovic (9), Doersey (8) -equipo inicial- Sada (6), Abrines (11), Navarro (11), Hezonja (2), Lampe(11), Nachbar (-) y Tomic (16).

71 - Canarias (17+24+16+14): Úriz (7), Richotti (14), Blanco (9), Sekulic (11) y Gutiérrez (2) -equipo inicial- Biviá (11), Rodríguez (-), Chagoyen (2), Fajardo (4), Rost (5), Sikma (2) y Heras (4).

Árbitros: Bultó, Calatrava y Cardús. Sin eliminados.

Palau Blaugrana de Barcelona: 4.328 espectadores.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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