_
_
_
_
_

El Baskonia, con la tensión baja en Belgrado

Un parcial de 25-6 en el primer cuarto echa del partido al conjunto de Vitoria ante el Estrella Roja serbio

San Emeterio pasa el balón ante Marjanovic.
San Emeterio pasa el balón ante Marjanovic.MN PRESS (EFE)

Nunca se sabe lo que puede salir de un partido en el que se enfrentan un equipo eliminado de la contienda -la Euroliga- y otro que, ya clasificado, atisba una remota posibilidad matemática de ser primero de grupo. Por ello, el entrenador del equipo desahuciado reclama la dignidad de despedirse con honor de su púbico en la competición (el Estrella Roja) y el otro, apurar todas las posibilidades que dan las matemáticas a un juego tan aleatorio (el Baskonia). Es el ritual de las jornadas previas. No se puede decir otra cosa que no sea esa. Lo diferente es lo que luego ocurre. Por ejemplo, que el Baskonia encaje un 25-6 en el primer cuarto, que es algo más que una sonora diferencia. Sin duda, era todo un anuncio de intenciones, un cálculo de tensión, un medidor de lo que estaba por llegar.

E. ROJA, 81; BASKONIA, 65

ESTRELLA ROJA TELEKOM: Nelson (7), Lazic (2), Schilb (7), Radenovic (11) y Marjanovic (9) --cinco inicial--; Rebic (-), Blazic (24), Simonovic (2), Katic (8), Jenkins (11) y Ristic (-).

LABORAL KUTXA: Heurtel (6), Jelinek (7), San Emeterio (6), Bjelica (2) y Pleiss (2) --cinco inicial--; Mainoldi (3), Nocioni (8), Hanga (-), Hamilton (13), Hodge (15) y Kelati (3).

PARCIALES: 25-6, 20-20, 16-25, 20-14.

ÁRBITROS: Lottermoser (ALE), Shulga (UKR) y Anastopoulos (GRE). Sin eliminados.

Kombank Arena. 7.000 espectadores.

El Baskonia enmendó una salida tan fría, tan apática, tan distante, equilibrando su balance anotador en el segundo cuarto en el que anotó 20 puntos, pero no suturó la herida de su rival, que le hizo los mismos dejando claro que entre el honor y las matemáticas suele prevalecer el honor. En el descanso, el Baskonia estaba muerto y solo le quedaba el maquillaje, como al partido en sí, más previsto para las exhibiciones personales que para las actitudes colectivas. Y en ese muestrario, Jaka Blazic tenía todas las de ganar. El último portento de la cantera serbia, con su cara de niño en un cuerpo de adulto, fue compaginando todas sus habilidades hasta sumar 24 puntos conseguidos de todas las maneras posibles. Radenovic y Jenkins le acompañaron en el ránking, con 11 cada uno, dejando el cuarto ligar para el grandote Marjanovic (9), que extrañamente resultó de lo más fiable en los tiros libres.

Jaka Blazic, portento de la cantera serbia, compaginó todas sus habilidades hasta sumar 24 puntos

El Baskonia caminaba cansino. Quizás por eso un tipo como Hodge tenía todas las de ganar. El panameño con nacionalidad estadounidense no concibe el baloncesto sin tensión, sin correr, sin ser un chinche en la cancha, y fue elevando al Baskonia a una derrota decorosa, tras los malos augurios del comienzo. Él (15 puntos) y Hamilton (13) sostuvieron a un equipo que dejó de comer en el partido demasiado pronto. Se diga lo que se diga, sin hambre se juega peor. Y el Baskonia, ahíto con su clasificación, apenas picó un par de canapés en Belgrado y se marchó en espera de acontecimientos posteriores. Fue un trámite saldado con un 81-65 final que bien pudiera haber sido cualquier otro registro. Y el Estrella Roja se marchó diciendo: yo le gané los dos partidos a este equipo del Top 16. El consuelo también es una actitud profesional.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_