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Arda y la cintura de Muhammad Ali

El volante del Atlético,admirador del púgil, ha potenciado su físico y es más constante

Ladislao J. Moñino
Arda remata de media tijera ante Busquets.
Arda remata de media tijera ante Busquets.PEPE ANDRES (DIARIO AS)

El jueves por la tarde, Arda Turan se presentó en el Cerro del Espino con una sudadera con el rostro de Muhammad Ali serigrafiado. Ali es un icono para muchos deportistas que profesan la religión musulmana por todo lo que significó dentro y fuera de los cuadriláteros. Arda admira la grandeza de su figura y su identificación con los más desfavorecidos, aunque no practica la dialéctica bravucona y desafiante que utilizaba el legendario púgil. Con todo, el volante turco, de 26 años, es uno de los jugadores del plantel que más convencido estaba en los primeros compases del curso de que el Atlético podía competir con cualquier rival en la Liga y en la Champions. Lo comentaba en privado y lo hizo público recientemente en una entrevista concedida a Mundo Deportivo:“Creo que el Atlético está al mismo nivel que el Bayern, el Madrid, el Barça… Lo único distinto es el estilo”.

 El sábado, el Barcelona padeció la mejor versión de Arda. Fue ese jugador que demanda Simeone en los partidos en los que el Atlético se ve obligado durante largas fases a replegarse cerca del área. Bajo esas condiciones, Simeone necesita un futbolista seguro con la pelota, que no la pierda en el regate, que sepa aguantarla hasta que las líneas avancen o que sea preciso en el pase. Frente al Barcelona, Arda logró interpretar ese rol que tan bien desempeñaba el brasileño Diego Ribas. Dejó unas cuantas jugadas que despertaron la mismísima admiración de Messi, que le pidió la camiseta al término del partido. Entre esas virguerías hubo tres que encendieron al Calderón. Un regate volviendo sobre sus propios pasos a Cesc al que siguió un cambio de ritmo ante Jordi Alba que le llevó hasta la línea de fondo y su centro estuvo a punto de introducirlo Piqué en propia puerta. El segundo fue un control en una pelota larga con la suela de la bota y el tercero, un quiebro con la cintura en el centro del campo que generó la mejor ocasión del Atlético en las botas de Diego Costa. En esas jugadas exquisitas, Arda homenajeó la célebre frase de Ali que llevaba inscrita en la parte posterior de la sudadera: “Flota como una mariposa, pica como una avispa”.

Contra los azulgrana despertó hasta la admiración de Messi, que le pidió la camiseta

En la completa actuación de Arda se apreció el crecimiento físico que ha experimentado desde su llegada. Cuando aterrizó en Madrid era un jugador de momentos puntuales, guadianesco, con la potencia de piernas y su bajo centro de gravedad como mejores cualidades físicas. Ahora, en el cuerpo técnico aprecian a un futbolista que aumentó en el alto rendimiento durante 90 minutos para desdoblarse en defensa y en ataque.

Homenajeó la célebre frase del legendario púgil: “Flota como una mariposa, pica como una avispa”.

En el club también han apreciado en Arda cierta transformación cuando llegan los partidos grandes. Le perciben responsabilizado y muy mentalizado para marcar diferencias en las grandes citas. Ahí también ha habido una progresión propiciada por su misma ambición de ganar títulos con el Atlético. La final de Copa conquistada en el Bernabéu, sus partidos en la Champions o el del sábado hablan de un jugador que reponde al perfil de “hombre” que también exige su técnico.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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