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Pequeña mejoría de Schumacher

La portavoz del alemán confirma que hay “pequeños signos” que indican que la recuperación avanza

Oriol Puigdemont
Michael Schumacher, en su etapa de piloto en Mercedes
Michael Schumacher, en su etapa de piloto en MercedesAFP

Mientras todas las escuderías inscritas en el campeonato del mundo de fórmula 1 terminan de instalarse en el circuito de Albert Park, en Melbourne, donde este domingo el gran circo vuelve a ponerse a rodar, el mito más grande que ha dado nunca el certamen sigue su lucha particular. Michael Schumacher, siete títulos y la mayoría de plusmarcas, avanza. Poquito a poco pero avanza en la carrera más importante de su vida, aquella que comenzó para él el pasado 29 de diciembre, día en que sufrió el accidente de esquí en la estación alpina de Méribel que la mantiene ingresado en el Hospital Universitario de Grenoble (Francia), donde llegó en coma aquella misma tarde.

La última actualización acerca del estado de salud del piloto alemán, que el 3 de enero cumplió 45 años, la dio ayer Sabine Kehm, la portavoz que le acompañó a lo largo de su trayectoria en el Mundial. "Hay pequeñas señales esperanzadoras, pero a la vez sabemos que en estos momentos toca ser muy pacientes”, comunicó Kehm en una nota. “Michael ha sufrido lesiones severas. Es muy difícil de concebir para todos nosotros que él, alguien que ha pasado por situaciones tan peliagudas en el pasado, se haya podido hacer tanto daño en unas circunstancias tan banales. Desde el primer momento fue evidente que esta será una lucha muy dura y muy larga que nosotros afrontamos de la mano del equipo de doctores que se encargan de él. La duración del proceso no es importante”, prosiguió Kehm, antes de reiterar el agradecimiento de toda la familia por el cariño recibido a lo largo de estos dos meses y medio. Kehm volvió a pedir respeto a la privacidad para los Schumacher: “No hay que olvidar que están lidiando con una situación muy íntima y frágil, y que Michael siempre alejó a los miembros de su familia de la luz pública”.

El Kaiser permanece en la unidad de cuidados intensivos, inmerso en lo que los médicos llaman el proceso de despertar, a partir del cual se le retira la sedación al paciente de forma paulatina para ir viendo cómo van reaccionando las zonas del cerebro afectadas. Hay que recordar que Schumi fue sometido a dos operaciones a las pocas horas de llegar a Grenoble para despejar los edemas que le generó la caída –se precipitó de cabeza contra una roca– y reducir la presión intracraneal.

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