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La lealtad de Reus

El extremo es el único componente de la delantera del Dortmund de la temporada pasada que regresa al Bernabéu

Diego Torres
Marco Reus del Borussia de Dortmund celebra su primer gol ante el Stuttgart.
Marco Reus del Borussia de Dortmund celebra su primer gol ante el Stuttgart. Alex Grimm (Bongarts/Getty Images )

Los futbolistas que triunfan en Primera suelen reunir una condición fundamental que los técnicos valoran más que la coordinación: el sentido competitivo. Esta especie de fuego interior condiciona el carácter hasta conformar un arquetipo abnegado, ambicioso y proclive al rencor. Pedirle a un jugador despedido por un club que no se sienta despechado y que regrese entusiasmado a la llamada de rectificación de sus dirigentes es, entre profesionales, pedir demasiado. Hay, sin embargo, casos excepcionales. Jóvenes que se sienten poderosamente vinculados a unos colores. Chicos como el leal Marco Reus.

De los tres grandes atacantes que el Dortmund alineó cuando eliminó al Madrid de la Champions, la temporada pasada, Reus es el único que se presentará mañana en el Bernabéu. El nueve, Lewandowski, cumplirá sanción en la ida y al término de la temporada se irá al Bayern. El mediapunta, Götze, que también fichó por el Bayern, partió el verano pasado. El transfuguismo ha revuelto al club del Ruhr, pero no se tienen noticias de que Reus quiera marcharse.

Los nombres de Reus y Gundogan figuraron en una lista confeccionada por técnicos del Madrid como alternativa al fichaje de Gareth Bale, el verano pasado. El informe especificaba que ambos eran la clase de futbolistas que podían ayudar al Madrid a revertir la tendencia, exhibida durante las últimas temporadas de Mourinho, de atascarse ante defensas cerradas. Los analistas juzgaron que Reus era el extremo más dotado del mundo para convertirse en interior, si era preciso. Destacaron que, además de usar muy bien ambas piernas, tener gol y buen pase, poseía una notable inteligencia para comprender el juego de elaboración en todas las zonas. Sobre su personalidad añadieron que, siendo un futbolista de corte creativo, poseía la típica disciplina alemana para ayudar en labores defensivas. Los asesores madridistas concluyeron que lo mejor era su precio: 35 millones de euros de cláusula de rescisión. No había ni que negociar con el Borussia. El único impedimento podía imponerlo el jugador, famoso por su fidelidad. El presidente, Florentino Pérez, escuchó la propuesta pero tenía resuelto fichar a Bale.

Reus y Gundogan figuraron en una lista confeccionada por técnicos del Madrid como alternativa al fichaje de Bale

Nacido en Dortmund en 1989 y asistente habitual de la curva sur del Westfalenstadion, como un fanático más, Reus tenía 18 años cuando su club de toda la vida lo echó de la cantera. Corría el verano de 2006 y el Dortmund se encontraba en plena transición administrativa, quebrado, y en busca de un nuevo modelo que, desde 2008, se basaría en el impulso de los jóvenes. Entonces los responsables de la academia consideraron que Reus nunca llegaría al primer nivel por su debilidad física. Aun hoy se caracteriza por ser extremadamente flaco: mide 1,80 y no pasa de 70 kilos. Cuando no juega con regularidad sufre profundas caídas de potencia.

Reus se alistó en el modesto Rot Weiss Ahlen y compitió en la Liga regional de Westfalia. De ahí pasó al equipo de la Tercera y contribuyó al ascenso a Segunda. En 2009 lo fichó el Borussia Möenchengladbach para disputar la Bundesliga. Su proyección en la campaña 2010-2011 fue colosal: sin sus 11 goles y sus ocho asistencias sería imposible comprender la permanencia del Gladbach, salvado en la última jornada. Jugó tan bien que el Dortmund le ofreció un contrato. Los dirigentes del Gladbach se mostraron encantados de hacer caja pero cuando Michael Zorc, el director deportivo del Dortmund, se reunió con el muchacho, descubrió algo inusual: Reus le dijo que soñaba con regresar pero que había dado su palabra de seguir un año más en el Gladbach si conservaba la categoría. Así fue. El ‘Gladbach’ acabó la temporada 2011-2012 clasificado para la Champions gracias a otro soberbio despliegue de Reus: 18 goles y nueve asistencias en 32 partidos. La revista Kicker le nombró mejor jugador de la Bundesliga y, tras alistarse en el Dortmund a cambio de 17 millones, conquistó la Bundesliga.

Los aficionados del Madrid guardarán un mal recuerdo de su actuación en el Westfalensatadion, la noche del 4-1, hace un año. Vigilado por Xabi Alonso dio el pase del 2-1 a Lewandowski y provocó el penalti (Alonso lo derribó) que propició el tanteo final. Mañana regresará al Bernabéu después de una temporada entrecortada por las lesiones, pero en fase ascendente y siempre fiel al equipo del que nunca quiso marcharse.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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