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“Ahora nadie creerá en nosotros”

Simeone no reprocha a sus futbolistas: “Lo que hicieron estos jugadores es maravilloso”

Alejandro Ciriza
El banquillo del Atlético durante el partido.
El banquillo del Atlético durante el partido. JESUS AGUILERA (DIARIO AS)

“¡Qué pena, hijo! Un gol, solo nos ha faltado un gol... Me hubiera encantado que vivieses una fiesta así”, le decía un padre a su retoño escaleras abajo, en las entrañas del Vicente Calderón. La hinchada del Atlético se marchó del estadio con los hombros encogidos y una mueca de resignación. Se fue con la sensación de lo que pudo ser y no fue, de haber asistido a una obra incompleta. “Si hubiera entrado esa falta de Sosa…”, lamentaba otro aficionado rojiblanco.

Ahora, en el horizonte inmediato, aparece el duelo del Camp Nou. Un durísimo careo con el Barça, en el que al Atlético le vale con arañar un empate ante un adversario que no ha conseguido hacerle morder el polvo en este curso. Para Simeone, un escenario idílico a estas alturas. Pocos le iban a decir al argentino, cuando asumió el banquillo del Atlético, en diciembre de 2011, debutando precisamente en otro duelo frente al Málaga, que iba a retar a uno de los gigantes de la Liga en la última cita del campeonato. “Nadie se lo iba a creer. Ahora vamos a ir tres puntos por encima, pero tampoco creerán en nosotros...”, señaló.

El preparador argentino se movió ayer como una coctelera en la banda. En su línea, no dejó de ofrecer aspavientos y dar órdenes. Sin embargo, no tuvo un solo reproche para sus futbolistas. “A uno le da fastidio cuando lo da todo. No tengo nada que decirles, hicieron todo lo que pudieron. El equipo hizo un gran esfuerzo”, reflexionó antes de recitar las ocasiones que tuvo su equipo: “Las dos de Villa en el primer tiempo. Otra de David en el segundo, la última de Adrián…”.

El que logre alejarse del exterior esta semanda rendirá mejor" Simeone

Preguntado por las posibilidades de que el Atlético alce el título en la final de Barcelona, no quiso hacer ningún pronóstico. “Está al 50%”, repitió en dos ocasiones; “no opino de los rivales. Entiendo todo lo que está sucediendo. El que logra alejarse de todo lo exterior durante la semana es que el que mejor rendirá. Jugamos contra un poderoso que ha ganado no sé cuántas Ligas en los últimos años. Nadie nos regaló nada. Estoy con los jugadores a muerte”.

Trató Simeone una y otra vez de enviar estímulos positivos a sus jugadores. Subrayó la trayectoria de su equipo y aseguró que, pase lo que pase el próximo fin de semana, debe obtener un reconocimiento. “Uno intenta alejarse del exterior, pero no es fácil, son jóvenes. Nosotros tenemos humildad, todo nos costó muchísimo. Vamos a terminar primeros igual, así que es maravilloso lo que hizo este equipo. Es bueno que los míos estén tristes, es señal de que lo viven. Tenemos una final contra el Barcelona y otra contra el Madrid, en Lisboa. Me pongo en la piel de los hinchas y yo estaría súper orgulloso de este equipo”, remarcó El Cholo, que presenta un balance de 61 triunfos, 21 empates y 15 derrotas desde que asumió las riendas del Atlético.

“Nos vamos con la cabeza bien alta, sabiendo que el empate nos vale a nosotros”, recordó Sosa, decisivo de nuevo con su golpeo a balón parado, milimétrico para encontrar la cabeza de Alderweireld y que en su día ya le dio un título a su técnico con una falta lanzada en un duelo entre Estudiantes y Boca Juniors. “Debemos seguir igual, no renunciar a los que venimos haciendo. Ahora uno se lamenta porque sabe el resultado del otro partido, pero hoy nos tocó empatar”, añadió. El capitán, Gabi, desfilaba por la zona mixta con la tristeza de no haber podido rematar el sueño. “Es una pena porque hemos perdido una buena oportunidad. Hay que ganar allí. Vamos a ir a ganar. Nos estamos dejando la vida cada jornada y también nos la dejaremos en el Camp Nou”, defendió.

Con la salvación en el bolsillo y parco en el discurso, Bernd Schuster pasó como una exhalación ante el micrófono. Valoró el resultado como “justo y muy merecido” y vaticinó que el Atlético ganará por lo menos un trofeo. “Es tremendo que se vaya a jugar ahora dos títulos en dos partidos. Me alegro mucho y ojalá gane uno. Creo que van a ganar algo”, vaticinó el alemán. En el Málaga, más allá de una actuación coral notable, el protagonista fue su portero, Willy Caballero. Su escorzo al tiro de Adrián en el último suspiro fue fabuloso y privó a los rojiblancos del cetro. “Si piensas en hacer una parada así en el último minuto no te sale”, admitió el meta argentino.

En esa parábola y en la palomita posterior del guardameta estuvo la clave. El destino fue cruel ayer para el Atlético. Sin embargo, el patinazo le expone a un cara y cruz. Tan cerca, tan lejos.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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