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Mundial 2014 | Análisis del España, 1-Holanda, 5
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Nos queda un aire de desconcierto

Si nos recuperamos del shock y somos realistas, hay que atarse los machos porque el crédito está seco

Sergio Ramos se duele durante el partido.
Sergio Ramos se duele durante el partido. alejandro ruesga

NUEVA NARANJA

Observar a Holanda con 5 atrás chirría tanto como ver a Del Bosque sin bigote. No pega. Van Gaal dio por hecho no discutir la posesión y permitió que los centrocampistas españoles tuvieran el balón, pero intentando colapsar el ascensor con fuerte presión. Cedió campo y quemó todos los archivos documentales sobre la Naranja Mecánica, a la que mandó al descanso eterno. En el juego de transformación todos sus jugadores andan a contrapié de posición natural, pero su calidad les resuelve conflictos. Holanda busca su identidad actual con satisfacción; sería más sencillo ver algún vídeo de Alemania 74 y reseñar dónde comenzó la leyenda del fútbol total. Pero quién le quita la razón hoy a Holanda.

SE ABRE LA VEDA

Este golpe no es como contra Suiza en Sudáfrica. No lo esperábamos. Y no tanto porque defendemos corona, sino porque los rivales no estaban para florituras. Nos complicamos para el futuro demasiado porque nos queda Chile y un aire de desconcierto que ahora todos intentarán asaltar. Nos ocurrió de todo y todo para ser pesimistas. Si nos recuperamos del shock y somos realistas, hay que atarse los machos porque el crédito está seco. Duro castigo y nubarrones de futuro. Alguno dirá : se veía venir. Chicos toca aguantar tambores de guerra. Yo sigo creyendo en vosotros…

SAMBÓDROMO MILITAR

Alineado en fila de a uno camino del himno. Así los quiere Scolari. El orden de la vida. La elección de su seleccionador no está sobrada de talento, ni jugadores con pie firme que se hagan con los mandos. Entre ellos aparece Neymar, un adolescente haciéndose cargo de una familia en orfandad, con la ligera ayuda de Oscar. A la fuerza empujan. Está en el papel de capitán general, pero con tintes de iniciativa para romper el protocolo marcado. Seguro de sus acciones maneja el contrapelo que es a día de hoy el Brasil scolarizado, mareado entre el empuje y los arreones o la estela de brillo que les es innata. Dos goles salvadores en una tarde inaugural que no estaba para audacias, excepto las arbitrales. La marcha militar de Scolari llevaría el rigor hasta el Sambódromo con tal de salirse con la suya.

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