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Cristiano: “¿Qué falló? No lo sé”

El capitán de Portugal, que va renqueante, sufre un calvario contra EE UU en el estadio del Amazonas

Diego Torres
Cristiano Ronaldo durante el partido contra EE UU en Manaos.
Cristiano Ronaldo durante el partido contra EE UU en Manaos. FRANCISCO LEONG (AFP)

“Debíamos ganar pero no lo conseguimos”, dijo Cristiano, arisco y reticente a revelar el misterio insondable, ayer en Manaos. “¿Qué falló? No sé. No lo conseguimos y cuando esto sucede no hay explicaciones. No sé explicar la razón. Intentamos hacer nuestro juego y no lo conseguimos. El fútbol es así”.

Cristiano no remató ni una vez entre los tres palos en el empate de Portugal frente a Estados Unidos (2-2). El resultado deja prácticamente eliminados a los portugueses, que cuentan con una de las plantillas más cotizadas del planeta, y que solo han conseguido sumar un punto en el Grupo G, contra cuatro de Alemania y cuatro de Estados Unidos.

A Cristiano Ronaldo le molesta que el éxito nunca precise de más argumentos que el entusiasmo fanático mientras que el fracaso exija de una respuesta racional. Pero así se comportan los aficionados al fútbol y los medios de comunicación, y él sabe que existe una explicación, pero seguramente piense que es demasiado compleja para detenerse a referirla. Ser superado por Estados Unidos, uno de los equipos con menor tradición nacional y caché del campeonato, es engorroso. Para colmo, tanto en Manaos como en Bahía una parte importante del público local le pitó con insistencia. En los campos de Brasil se comprende tan poco a Cristiano como en el Camp Nou.

“Los demás equipos están demostrando que son mejores que nosotros y merecen más”

El máximo goleador europeo de la temporada se afeitó la cabeza a la altura del parietal derecho trazándose dos surcos en el cuero cabelludo. El detalle, manierista y juguetón, contrastó con su semblante desencajado en la atmósfera caliente de Manaos. El hombre ya hizo mohines de dolor cuando tocó el balón con la izquierda en el calentamiento. La venda que envolvió su pierna a la altura del tendón rotuliano denunció que todas aquellas historias sobre sus problemas musculares no fueron más que informaciones distorsionadas, o simplemente mentiras para protegerlo de la difusión de la verdad. Su lesión no es muscular sino articular y esto implica que no es fortuita sino producto de la irresponsabilidad, ese empecinamiento en competir como sea, incluso con una inflamación que puede descontrolarse. A Cristiano, que tiene 29 años, el cuerpo nunca le causó tanto sufrimiento. Por eso pensó que lo soportaría sin resentirse. Fue esa seguridad en su fuerza la que le disuadió de pensar que su participación en el Mundial de Brasil podría convertirse en un tormento. Una paliza que por poco no acabó del modo más extraño, contra Estados Unidos junto al Amazonas.

“Pueden ser varios factores”, accedió Cristiano, al salir del campo, ante la insistencia de la prensa sobre las causas del accidentado decurso de Portugal. “Todos los equipos que están aquí también tienen jugadores que disputaron Liga y Liga de Campeones por lo que no creo que el calendario sea la razón de un mal partido. Teníamos que dar lo mejor y no lo conseguimos pero no ha sido por falta de actitud. Todos los equipos están aquí para ganar. Sabíamos que nunca fuimos unos favoritos. Llegamos aquí porque fuimos al playoff contra Suecia y pasó lo que pasó. Por eso no hay que esperar ser campeones del Mundo. Sería una expectativa ficticia. Los demás equipos están demostrando que son mejores que nosotros y merecen más que nosotros”.

La historia de la Copa del Mundo a menudo coincidió con la historia de los grandes duelos individuales. Beckenbauer contra Moore, Cruyff contra Müller, Pelé contra Riva, Maradona contra Platini, y Zidane contra Ronaldo Nazario son antagonismos que pertenecen a la mitología. Esto era lo frecuente hasta que aparecieron Messi y Cristiano. Los dos gigantes que han dominado el fútbol mundial desde 2008 se encuentran en Brasil disputándose la tercera Copa y el esquema del anticlímax se repite de nuevo. Se han batido tantas veces con sus clubes que llega el verano y parecen desgastados física y mentalmente. El caso de Cristiano se agrava por una lesión que le provoca dolores punzantes en la rodilla izquierda.

"Aunque es una tarea casi imposible, sabemos que en el fútbol todo puede suceder"

“No quiero entrar a especificar mis problemas”, prosiguió, cuando le preguntaron cómo se sentía físicamente. “Eso ya está superado. Estoy aquí para dar la cara y para intentar dar lo mejor de mí y correr. Obviamente de lo que tengo no vale la pena añadir nada más. Todos los días salen en los periódicos noticias sobre mí, sobre la tendinitis, sobre la rodilla… Yo estoy aquí en cuerpo y alma para darlo todo por la selección y no hemos conseguido nuestro objetivo que era vencer. Ya veremos lo que pasa en el último partido. Matemáticamente es posible clasificar para octavos. Aunque es una tarea casi imposible, sabemos que en el fútbol todo puede suceder”.

El Real Madrid está muy preocupado por la salud del jugador al que le paga el salario más elevado del fútbol: más de 20 millones de euros netos al año. Los dirigentes españoles creen que Cristiano no se cuidó, que luego se obsesionó con ir a Brasil, y que una vez allí ha seguido maltratando su cuerpo. Temen que esto le pueda impedir jugar a pleno rendimiento la próxima temporada y están deseando que regrese cuanto antes.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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