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“Un triunfo así, te da fuerzas para seguir”

Navarro evoca los malos momentos tras la Final Four y subraya su confianza en sí mismo

Oriol Puigdemont
Navarro posa con sus hijas
Navarro posa con sus hijasAlejandro García (EFE)

Quedaban seis minutos para el final del tercer cuarto cuando Pablo Laso se levantó como un resorte de la silla de ruedas que le ayuda a desplazarse desde que fue operado el domingo pasado de la rotura del tendón de Aquiles del pie derecho, y se encaró con los tres árbitros del encuentro. El Real Madrid se tambaleaba, nueve abajo en el marcador (58-49), en la misma medida que los chicos de Laso veían como la posibilidad de forzar un quinto partido se alejaba. El técnico vitoriano fue expulsado y abandonó el parquet rodando, empujado por un ayudante y entre la rechifla del Palau, la misma que le recibió antes de comenzar.

Probablemente, la intención de Laso fuera provocar a sus jugadores para que reaccionaran. Y lo consiguió en un 99%, hasta que emergió Lampe, a 21 segundos para el final y, con el electrónico en tablas (76-76), anotó un triple para la historia, sus tres primeros puntos en el partido. Ese triple impidió que el trofeo volviera a desplazarse a Madrid, donde el sábado se habría disputado el asalto definitivo. Esta es la 18ª Liga que se expondrá en el Palau y la octava en el palmarés de Juan Carlos Navarro, que con esta última se convierte en el jugador que más acumula.

“Solo quiero que este no sea el último título. Es muy importante si tenemos en cuenta cómo ha tenido la temporada. La derrota en la Final Four contra el Madrid fue muy dura pero estoy muy contento con el esfuerzo del equipo”, resumió Navarro, elegido el MVP (mejor jugador) de la final. “Siempre confío en mí y esto es básico. Me he encontrado muy bien; de los 80 partidos oficiales creo que solo me he perdido 10. Claro que, después de lo que pasó en la Final Four, los hay que me retiran, pero eso siempre pasa. Aquella fue una derrota que nunca olvidaremos, pero ganar un título como este te da fuerzas para continuar”, añadió la Bomba. “Hemos luchado con corazón y con raza, aunque sí es verdad que hemos cometido errores. Hemos remontado y al final nos han ganado con un triple desde la esquina. Ahora toca descansar y reflexionar cada uno. La temporada ha sido buena durante todo el año”, resolvió Sergio Llull.

Navarro levanta la Liga
Navarro levanta la LigaRodolfo Molina (EL PAÍS)

“Me atrevo a decir que somos el equipo que más ha trabajado del continente. Si no hubiéramos ganado, hubiera sido muy triste. Cuando uno gana siempre se acuerda de todos aquellos que nos han faltado al respeto a lo largo de este año. Pero en este momento te muerdes la lengua. Recuerdo una rueda de prensa en esta misma sala en la que hubo muchas críticas hacia Lampe y yo os dije: ‘aún le queda mucho por demostrar’. Pues bien, hoy ha metido el triple decisivo”, dijo Pascual, enfundado en una de las camisetas estampadas para la ocasión. “Se ha sido injusto con este equipo. A veces no sé qué hago aquí explicando las cosas. Al comenzar dije que el año sería muy difícil porque teníamos a muchos hombres nuevos. Hemos competido y sí, señores, tuvimos una mierda de noche en Milán. Pero enterrar a un equipo que ha sido el gran dominador de los últimos tiempos, me parece un gran atrevimiento”, añadió el técnico de Gavà.

“Siempre se nos dio como perdedores. Ganábamos 2-0 al Valencia y parecía que no jugábamos contra nadie. Luego sí, tuvimos dos malos partidos y una noche desastrosa en Milán. Sí, aquella hostia fue muy grande porque aquí todo es muy grande, pero no es una cuestión competitiva, no es un gen competitivo, es una cuestión de jugar a baloncesto”, ahondó Pascual, que recibió en el vestuario la visita y la felicitación de Laso.

“Ha sido una serie muy difícil. Pienso que ese primer partido en Madrid marcó un poco el devenir de la serie. Pero el Barcelona fue capaz de sacar los partidos de casa y nosotros, no. Si tuviera que poner nota a mis jugadores les pondría una muy alta”, convino el entrenador del Madrid. “Hemos pasado por muchas vicisitudes esta temporada en cuanto a lesiones; momentos en los que hemos tenido que cargar de minutos a varios jugadores; en una temporada en la que juegas 80 partidos y todos peleados hasta el último segundo. Hemos ganado la Copa y la Supercopa, muestro mucho orgullo por mi equipo pero hoy me siento decepcionado”, zanjó el entrenador del Madrid, que quitó hierro a su descalificación —“Es una de las 100 cosas que ocurren en un partido de baloncesto. Me sabe mal por haber dejado solos a mis dos ayudantes. Pero si soy sincero, no me arrepiento”, dijo—, antes de abandonar la sala de prensa dando saltos, no de alegría, sino para salvar los tres escalones sobre los que se alza la tarima.

Lampe: “Estaba convencido de meter el triple”

Maciej Lampe se tomó el desquite de una temporada que no empezó bien para él. Le costó adaptarse al equipo, se lesionó y estuvo un mes y medio de baja debido a las secuelas por la ingestión de un medicamento —pactado con los médicos del club— para tratar una enfermedad de la piel. Las secuelas se tradujeron en molestias musculares y derivaron en una cervicalgia.

El jugador nacido hace 29 años en Lodz (Polonia), fue fichado el pasado verano por el Barcelona procedente del Baskonia, equipo en el que había militado las dos temporadas anteriores. En la Euroliga solo pudo participar en 19 partidos y fue uno de los descartados por Xavi Pascual en la semifinal ante Real Madrid, en la que los azulgrana perdieron por 38 puntos. Desde entonces su rendimiento mejoró y Pascual le dio más minutos.

“Estaba convencido de meter el triple”, afírmó, tras la final ante el Madrid. “Ganar el título con el Barcelona es un sueño hecho realidad”. La carrera de Lampe ha sido desigual. Empezó en Suecia, en el Alvik de Estocolmo. El Real Madrid lo fichó en 2000. Empezó con el equipo junior, estuvo dos años en el equipo B y alternó con algunas apariciones en el primer equipo madridista. Los ojeadores de la NBA estaban al acecho. Emprendió la aventura en 2003 con los Knicks, pero no llegó a debutar con el equipo de Nueva York, después pasó por los Phoenix Suns y por los New Orleans Hornets, donde coincidió con Nachbar. En 2006 cerró su periplo con los Houston Rockets. En tres años totalizó solo 64 partidos y una pobre media: 3,4 puntos y 2,2 rebotes. Regresó a Europa y en 2011 recaló en el Baskonia, donde estuvo dos temporadas, paso previó a su fichaje por un Barça en el que su triple ante el Madrid pasará a la historia.

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