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“Los hombres también lloran”

James Rodríguez, máximo goleador del torneo con 6 tantos, lamenta entre sollozos y aplausos la derrota ante Brasil

David Luiz señala a James, que llora la derrota
David Luiz señala a James, que llora la derrotaMARIUS BECKER (EFE)

La torcida animó como nunca a La Canarinha. Reservaron sus mayores abucheos para James Rodríguez cuando el altavoz pronunció su nombre. Había que intimidar al joven talento. La tensión era máxima: una de las churrasquerías más famosas de Río registró una pelea entre aficionados acomodados brasileños y colombianos, a pesar de ser una rivalidad teóricamente amistosa. El tanto de Thiago Silva en el minuto seis era justo lo que necesitaban. El golazo de David Luiz significó una catarsis colectiva para un país que ahora, con los deberes prácticamente hechos, quizá vea a sus jugadores relajarse y jugar bien al fútbol. “Llevaba un año practicando ese golpeo en el Chelsea y al final Dios me ha bendecido”, explicó David Luiz al final del encuentro.

Hubo llantos en Fortaleza. James Rodríguez, máximo goleador del torneo (6 dianas por dos asistencias), terminaba a sus 22 años el mes más fabuloso de su vida y precisó incluso el consuelo de sus rivales, como David Luiz, Marcelo y Alves, que le señalaron como un héroe ante la hinchada brasileña.

Se ha convertido en la revelación del fútbol internacional y objetivo de los mayores clubes de Europa. Pero había perdido. “Los hombres también lloran”, aceptó ante los micrófonos James, que también agradeció el gesto de sus rivales: “Me dijeron que era un buen jugador y me pone feliz”. Aunque también dejó la coletilla: “Dejamos todo en la cancha. Estamos tristes, pero debemos sentirnos orgullosos porque nos dejamos la piel y lastimosamente el árbitro no ayudó mucho”. Una valoración que compartió Radamel Falcao —se perdió el Mundial por no recuperarse de una rotura de rodilla—, crítico con el español Velasco Carballo. “Para el próximo partido acuérdense de llamar al árbitro, que hoy no vino”, resolvió en Twitter la estrella Falcao. Yepes fue más correcto, pero igual de sincero: “El árbitro estuvo... regular”.

Fue la primera derrota mundialista de Pékerman, que deja a Colombia sin el premio mayúsculo de las semifinales. Pero en Bogotá serán recibidos como héroes. La selección cafetera ha roto por primera vez el techo de los octavos y ha demostrado su futuro. “Tenemos una gran camada que nos dará alegrías”, resolvió el capitán Yepes.

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