El premio que sorprendió a Blatter
El Balón de Oro a Messi como mejor jugador del Mundial genera un asombro colectivo contra un sistema de elección que la FIFA promete volver a “evaluar y cambiar”
La distinción de Leo Messi como mejor futbolista del Mundial no parece haberle caído bien a nadie. El galardonado, triste por haberse quedado a un paso de ganar el campeonato, lo constató inmediatamente después de la final: “no me interesa el premio al mejor jugador. No me importa”. Diego Armando Maradona añadió: “cuando no es justo y los marketineros quieren hacerle ganar algo que no ganó, es injusto”.
Los periodistas y los aficionados que salían de Maracaná mostraban una extrañeza similar por la elección del galardonado. Hablaban de Robben (tercero), de Müller (segundo), incluso del colombiano James Rodríguez (el mejor para Maradona). “¿Quiere que le conteste con diplomacia o que le diga la verdad?”, bromeó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, cuando fue preguntado por los periodistas acerca del premio. “Debo confesar que yo también me quedé ligeramente sorprendido”, confesó.
La entidad que rige el fútbol mundial ha prometido analizar el sistema de elección de estos galardones, que cambió para este campeonato sin anuncio previo. Hasta entonces, el premio era decidido conjuntamente por los periodistas acreditados en el evento y el Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA. Esta vez, el resultado lo decretó el propio grupo, compuesto por 14 personas. Entre ellos están el exentrenador de las categorías inferiores de la selección española Ginés Meléndez, el ex entrenador argentino del Betis Gabriel Calderón o el técnico francés Gerard Houllier. Su función es “analizar los partidos de torneos internacionales y descubrir nuevas tendencias”; lo preside Jean-Paul Brigger, ex futbolista internacional suizo.
En las últimas cinco ediciones del torneo ningún premiado pertenecía al campeón
El sistema para elegir al mejor jugador del campeonato funciona de la siguiente manera: antes de las semifinales se elabora una lista de 10 candidatos, y durante la final se escoge entre ellos al mejor jugador del torneo.
Portavoces autorizados de la FIFA han prometido “evaluar” el procedimiento de elección, “que puede cuestionarse y volver a cambiar de nuevo”. Según estas fuentes, “el aspecto más difícil es ponderar el peso de cada colectivo (Grupo Técnico y periodistas)”. Las secretas deliberaciones del Grupo de Estudios Técnicos no son explicadas posteriormente al público, como sucede con otros órganos de la FIFA, lo que aumenta la sospecha sobre sus diversos comités. En diversos medios de comunicación se acusaba ayer al vicepresidente de la FIFA, el argentino Julio Grondona, de haber manipulado el galardón a favor de su compatriota. No parece que fuese la mejor idea para levantar el ánimo de un jugador que se quedó a las puertas de su máximo sueño y guarda en su casa, salvo el Mundial, todos los trofeos futbolísticos a su alcance. Míchel, entrenador del Olympiacos, dijo en la SER que a Messi “le dio vergüenza recoger el trofeo”. Más rotundo fue el exjugador del Madrid, José María Gutiérrez Guti: es “lamentable”, “una falta de respeto a jugadores que han hecho un gran Mundial”. En las últimas cinco ediciones del campeonato ninguno de los galardonados con el Balón de Oro pertenecía al equipo campeón: Ronaldo (1998), Kahn (2002), Zidane (2006), Forlán (2010) y Messi (2014).
