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El físico como argumento

El Sevilla cambia toque por carrera tras el adiós de Rakitic y llega a la final de la Supercopa de Europa más rodado de lo habitual para superar el mayor talento individual del Madrid

Rafael Pineda
Kroos, Sergio Ramos, Benzema, Khedira, Cristiano Ronaldo y Carlo Ancelotti, ayer tras el entrenamiento del equipo blanco.
Kroos, Sergio Ramos, Benzema, Khedira, Cristiano Ronaldo y Carlo Ancelotti, ayer tras el entrenamiento del equipo blanco. EMILIO NARANJO (efe)

“Hay jugadores que están sufriendo mucho”. La frase es de Moisés de Hoyo Lora, uno de los dos preparadores físicos de la primera plantilla del Sevilla. El técnico, con la lógica aprobación de Unai Emery, ha diseñado una pretemporada de alta intensidad. El objetivo es ganarle mañana la Supercopa de Europa al Madrid. Consciente de las limitaciones técnicas del equipo andaluz ante un rival del potencial del Madrid, el Sevilla ha optado por llegar a la cita galesa en un estado físico superior al habitual. “Hemos acelerado la puesta a punto por la Supercopa. Luego habrá un cierto bajón en la exigencia y comenzaremos a subir para el inicio de la Liga. La competición es larga y tampoco podemos comenzar la Liga a tope, pero es cierto que nuestra intención es llegar muy fuertes a Cardiff”, reseña Moisés, en su segundo año al cargo de la preparación física del Sevilla.

El equipo andaluz ha doblado sus sesiones siempre en las dos concentraciones que ha llevado a cabo en Cádiz y Alemania. Los nuevos, como Denis Suárez o Iago Aspas, acaban con la lengua fuera. “Ahora entiendo cómo acabó la Liga pasada este equipo”, reseña Denis, el jugador que más ha gustado en esta pretemporada por su visión de juego y capacidad para el último pase.

Mientras revienta al equipo en lo físico, Emery diseña un nuevo Sevilla sin Rakitic. Un equipo que ha perdido la clase del croata y que ha cambiado el toque por la velocidad y la agresividad. Con las bajas también de M'bia y Marko Marin, al Sevilla han llegado el portero Barbosa y los jugadores de campo Arribas, Krychowiack, Denis Suárez, Iago Aspas y Aleix Vidal. El equipo se articula en torno al polaco Krychowiack, de físico fuerte y muy potente, y el portugués Carriço. No hay prisa por encontrar a un hombre que sustituya a Rakitic por más que Banega sea el elegido por Emery.

En este Sevilla saneado económicamente y pendiente de traspasar a Alberto Moreno al Liverpool, no existe ni un atisbo de depresión tras la marcha de Rakitic. Emery prepara un Sevilla contundente en el robo de balón y muy rápido al contragolpe. “Nos hemos preparado con la exigencia máxima para una final que nos probará muchísimo. Claro que el Madrid es favorito, pero tenemos armas para competir y ganar este título europeo”, proclama el propio Emery, que no descuida ni un detalle. Por ejemplo, citando a todos los miembros de la plantilla para la final, motivando a sus jugadores con ganarle la Supercopa al Madrid de Bale en su casa. “El Sevilla es un equipo algo desconocido porque ha cambiado a algunos jugadores”, proclamó Carlo Ancelotti en una entrevista a la UEFA. Al Madrid, que ha tenido menos tiempo para preparar la final, le desafía un nuevo Sevilla, menos fino, más intenso.

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