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Fede espabila al Córdoba

El Celta no aprovechó su superioridad técnica ante un rival que tiró de orgullo para empatar

Rafael Pineda
Fede Cartabia celebra el gol del empate ante el Celta.
Fede Cartabia celebra el gol del empate ante el Celta.Getty

Tuvieron que pasar 42 años para que El Arcángel viviera un partido de Primera, categoría que aterrizó en Córdoba de la mano de un Celta que se ensimismó en su superioridad técnica para acabar cediendo un empate que supo muy bien a los andaluces. El definido estilo del conjunto gallego hizo estragos en un primer tiempo donde el Córdoba se comportó como un niño, inocente y lleno de complejos. Orellana y Nolito le dieron un meneo a los de Albert Ferrer, que pagaron la novatada de su estreno en casa. El Córdoba vivió en el Santiago Bernabéu un sueño, donde le valió con defenderse con orden. Ante el Celta le tocó sufrir, pero supo rehacerse cuando lo peor lo tenía.

El Celta había desaprovechado un acercamiento tras otro en la primera mitad, ocasiones de Orellana y Larrivey bien resueltas por Juan Carlos. También frustradas por la falta de pegada de un equipo de buen toque y poca mala leche. Sin embargo, encontró lo que tanto buscó en un disparo de Orellana que se tragó Juan Carlos. Una jugada que se repitió una y otra vez, con el cambio de juego de Nolito en busca de su compañero chileno, que se internó en el área y remató con la zurda sin demasiado peligro. Logrado lo más difícil, el gol tuvo, sin embargo, un efecto liberador para el Córdoba. Sus jugadores se soltaron, agitados por el rápido Fede y más seguros con la presencia de Borja incrustado en la izquierda.

El Córdoba se desató y fue valiente, consciente de que con el 0-1 muy poco tenía que perder. Rossi, otro buen elemento del conjunto andaluz, la puso en el área, donde quebró la defensa del Celta. Fede, un rayo, le pegó con el interior y sorprendió a Sergio. Un tanto histórico del Córdoba que premió la rebelión de los de Ferrer. No habría resultado bonito caer como un corderito. En ese segundo tiempo de orgullo andaluz también se mostraron las debilidades del Celta, equipo que juega como un grande, en una propuesta de lo más atractiva, pero sin el poderío de estos equipos en las dos áreas. Por eso no se llevó un partido que tenía ganado en Córdoba. Por eso, y por la resistencia de un grupo orgulloso, liderado por el guerrillero Fede.

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