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El Sevilla penaliza al Espanyol

A los blanquiazules, debilitados, les faltó continuidad y fútbol después de un buen inicio

Juan I. Irigoyen
Fernando Navarro pugna con Stuani.
Fernando Navarro pugna con Stuani. david ramos (GETTY IMAGES)

El Espanyol de Sergio González es un equipo llamado a reconquistar las gradas del estadio de Cornellà, que ayer inauguró su nuevo apellido: Power8 Stadium. Un bonito espectáculo de luces que terminó con fuegos artificiales para dar la bienvenida al nuevo patrocinador. Todo sea por sumar euros. Ya sea rebautizando el estadio o vendiendo a su medio centro (ayer se oficializó el traspaso de David López al Nápoles por 5,3 millones de euros). Sin embargo, por más que el estadio invite a los aficionados, el fútbol no aparece. El equipo no termina de encajar su nueva idea de juego. Lo aprovechó el Sevilla de Emery, que con poco, se llevó la victoria.

Bien disímiles son las nuevas coyunturas del Sevilla y del Espanyol en este estreno liguero. El cuadro andaluz busca cuadrar el puzzle, con sus hasta diez caras nuevas, aunque su idea de juego, con Emery no varía. El conjunto blanquiazul, en cambio, conserva su columna vertebral, pero mudó su guion con su nuevo director, Sergio González. Un libreto que no funciona en el Espanyol; el Sevilla, pragmático, se empieza reconstruir y a sumar puntos.

Entusiasmó el Espanyol en los primeros minutos con un ritmo frenético Sin Caicedo, lesionado, y con el adiós de David López, mutó la pizarra el técnico blanquiazul. Borró el 4-4-2 de la pretemporada y se plantó con un 4-1-4-1. Mordía arriba y presionaba en la salida del balón del cuadro andaluz. El Sevilla esperaba agazapado para la contra. Pintaba el partido para un intercambio de golpes entretenido. La tuvo Sergio García. Contragolpe vertiginoso entre Montañés y el nueve, pero el poste le negó el grito al delantero. Y al Espanyol se le fue acabando el gas inicial. Los de Emery empezaron a encontrar el balón, Denis Suárez encontró huecos en la defensa blanquiazul y Bacca andaba con el radar encendido.

El Espanyol no tenía un rumbo claro. Se quedaba a medio camino en la presión adelantada y no aparecía Salva Sevilla. En cambio, el Sevilla, sí que sabe a lo que juega. Denis Suárez empieza a ejercer de líder. Y con la defensa blanquiazul a la deriva, el mediapunta encontró a Coke en la banda. El lateral le mandó un centro manso a Bacca para que cantara el 0-1. Así son los delanteros como el colombiano, la primera que tienen la mandan a la red. Desnudaba el Sevilla las carencias del Espanyol y castigaba las desatenciones defensivas. Y con la estrategia, una de las armas preferidas de Emery, llegó el testarazo de Iborra: 0-2. Pero el conjunto andaluz no cerró el partido y el plantel de Sergio se acercó a Barbosa con todos sus delanteros. Descontó Stuani, pero no encontró a Sergio García, y sin él no hay manera.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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