Nadal, pendiente del apéndice

Rafael Nadal, que mañana tiene cita con Feliciano López para debutar en el Masters 1.000 de Shanghái (no antes de las 12.30, C+ Deportes y Tdp), sufre lo que definió como "un principio de apendicitis" al que se está enfrentando con un "agresivo" tratamiento a base de antibióticos. Fuentes de su equipo matizaron la definición de la dolencia: "Es el apéndice inflamado y con riesgo de apendicitis grave y sus consecuencias (peritonitis) en caso de no tratarse a tiempo y bien. Había una infección del apéndice y se le trata con antibióticos. Como fue a tiempo [al hospital] (solo 15 horas desde que empezó a tener dolor) lo pillaron al principio y han podido seguir un tratamiento conservador", explicaron.

"Tengo un principio de apendicitis pero intentaré jugar mañana", explicó en una rueda de prensa el número dos del mundo. "Luego decidiré qué hago esta temporada. Quiero intentar evitar la cirugía, sobre todo en un país que no es el mío. Ahora está todo bajo control", siguió el español, que se acaba de reincorporar a la competición tras pasarse tres meses de baja por una lesión en la muñeca derecha. "Mi idea es quitármelo, pero no sé cuándo".

Tras suspender el entrenamiento del lunes, Nadal dedicó el día a valorar su estado sobre la pista, y en el último momento decidió competir tras consultar con el doctor Ángel Ruiz Cotorro, su médico personal, el de la Federación de tenis y la clínica Mapfre. Cuando termine su participación en Shanghái y vuelva a España, dijo Nadal, el campeón de 14 grandes estudiará si se opera y, en consecuencia, qué pasa con el resto de su temporada: todavía tiene en su programa las citas de Basilea, París-Bercy y Londres, donde debería cerrar el curso compitiendo en noviembre la Copa de Maestros. En caso de pasar por el quirófano, el español se enfrentaría a un periodo de baja de aproximadamente un mes.

Es el apéndice inflamado y con riesgo de apendicitis grave y sus consecuencias (peritonitis) en caso de no tratarse a tiempo y bien, dicen desde su equipo

Tras competir la semana pasada en Pekín, Nadal empezó a sentir fuertes dolores en el estómago a su llegada a Shanghái. La noche del sábado ni siquiera pudo dormir. Los médicos le dieron la opción de operarse ahí mismo o aplicarse un agresivo tratamiento a base de antibióticos. El español optó por lo segundo y pasó 48 horas muy débil, comiendo lo mínimo y pasando la mayor parte del tiempo en la cama. Aunque su intención es competir contra Feliciano, no se puede dar por segura su participación hasta que se presente en la pista. Eso no es una cuestión menor. Si el suizo Roger Federer avanza una ronda más que él en el torneo asiático le arrebatará el número dos del mundo, lo que abrirá la puerta de que el balear se cruce antes de la final con Novak Djokovic en los próximos torneos.

Si compite, Nadal jugará con dolor, casi sin entrenarse, tras visitar dos veces un hospital chino y consumir antibióticos. Que el español no decidiera ayer retirarse del torneo explica alguna de las razones que le han llevado hasta lo más alto. "Una vez que no hay riesgo de que empeore el dolor, es lo mismo perder que no jugar. Lo que pasa es que si no juego no tengo la posibilidad de ganar". Puro Nadal.