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El espíritu de La Roja se busca en Zielina

España se enfrenta a Eslovaquia (20.45, TVE-1) con el objetivo de recuperar su mejor versión

Diego Costa y Ander Itturage pugnan por el balón.
Diego Costa y Ander Itturage pugnan por el balón.JOE KLAMAR (AFP)

España defiende el bicampeonato de Europa camino de la Eurocopa de Francia 2016 y en el tránsito del verano de Viena en el 2008 al de París el año 2016, toda vez que perdió en Brasil la estrella que ganó en Johanesburgo, necesita no perder la luz que encontró en Austria y Suiza el verano del 2008 y arrastró por Polonia hasta Kiev en el 2012. Se trata de saber si reencuentra  este jueves (TVE-1, 20.45) el espíritu en Eslovaquia que la hizo grande en el partido que Del Bosque advierte como el más difícil del grupo. España busca ponerse de pie esta noche en Zelina en un partido trascendental por los puntos y algo más.

Dijo ayer el seleccionador, que es momento de pasar página y mirar al futuro, sin olvidar de dónde viene su equipo: “Tampoco hemos cambiado tanto”, recordó. Ni de caras ni de idea, aunque tenga matices nuevos el juego de La Roja, producto de la incorporación de nuevos futbolistas y la desaparición de clásicos como Alonso, Villa y Xavi, especialmente, y Torres o Mata, puede que temporalmente. Aún y así, ya lo dijo Iniesta: “El estilo está por encima de los jugadores”. “Creemos en lo que estamos haciendo, las sensaciones son buenas”, tercia Fábregas. Se trata de darle una vuelta de tuerca a la manera, recuperar la solidez ser más contundentes, y más duros. Y además, el rival lo exige. Eslovaquia tiene recursos incluso contra el campeón.

Se busca España esta noche a partir de las ausencias y de las esencias: de los días en Austria, del recuerdo de Luis Aragonés, del pase de Xavi, el compromiso de Reina o el ejemplo de Valdés, de esas cosas que perduran en el tiempo, tan importantes para el grupo. A partir de ahí se intuye que Del Bosque espera que los que crecieron a la sombra sepan ahora dar un paso al frente y darle al equipo lo que le pide la situación en una tarde que se antoja trascendental, por lo que representaría sumar seis puntos, y por darle portazo a las dudas.

Costa acumula números como para agobiar al peor delantero del mundo: cinco partidos de titular, y ningún gol

España jugará en una pequeña y acogedora ciudad del noroeste, que se ha despertado con un sol radiante, donde el hockey sobre hielo interesa más que el fútbol. El estadio que normalmente usa la federación eslovaca, el del Slovan, en Bratislava, está en obras. El campo es pequeño pero ni Del Bosque quiere excusas ni a los jugadores les importa mucho. Así lo dijo Iniesta, que hoy lidera al equipo en su 101 partido internacional, que fue ayer muy sincero: “Me gusta jugar al fútbol y me da igual hacerlo para 9.000 personas, como mañana o para 100.000. Espero que la gente que venga a vernos se lo pase bien, nosotros también y se vea un buen partido”, reconoció el volante, llamado a vivir en el balcón del área por el seleccionador, que volverá a acercar a Koke y a Busquets, y dar vuelo a Silva y Fábregas para encontrar a Costa en ataque en un ataque tan british como el propio estadio donde se jugará el partido.

Se da por hecho que se llenará. Ayer, durante el entrenamiento, unos mil aficionados asistieron al entrenamiento y fueron especialmente cariñosos con Piqué, mayoritariamente un grupo de chicas.

España busca su segunda victoria en el grupo de clasificación para la Eurocopa que se jugará en Francia dentro de dos años ante un equipo exigente considerado por Del Bosque como el más difícil de grupo y al tiempo, necesita pasar página tras el doloroso paso por el Mundial, así que la ocasión se antoja perfecta para que la confianza de equipo en el juego crezca y como grupo también. Inmersa la selección en evidente cambio generacional necesita en cualquier caso que algunos jugadores den un paso al frente, en especial en ataque, ahora que no está Villa.

Resulta que la manta tapa por un lado (Casillas suma 157 partidos internacionales, Iniesta 100, Silva 85, Fábregas 93, Pique 61, y a partir de ahí Busquets 70, Cazorla 67, Albiol 48) pero no por delante. España en ataque es más inocente que un cocodrilo sin dientes: los veteranos son Pedro (44) y Silva (85) porque Alcacer no lleva ni uno completo (ha marcado un gol) y la gran esperanza, Costa, acumula números como para agobiar al peor delantero del mundo: cinco partidos de titular, y ningún gol.

Del Bosque cuenta con el hispano-brasileño, al que no ve preocupado, y Costa con Cesc, al que mira como su mejor aliado. No hay quien les pare en el Chelsea, confabulados y llamados a colaborar en el ataque español. “Si no hemos encontrado a Diego a lo mejor la culpa no es suya”, vino a razonar ayer el seleccionador, que llegó a Eslovaquia arropado por el presidente, Ángel María Villar que viajó con la expedición. Se espera que al menos 200 seguidores españoles, no solo residentes en Eslovenia, sino en países colindantes como Austria, acudan al partido en el que La Roja busca su espíritu.

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