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El Málaga manda en Córdoba

El equipo de Ferrer sigue sin conocer la victoria, víctima de sus limitaciones y superado por el talento de Amrabat

Rafael Pineda
Íñigo López cabecea ante Amrabat.
Íñigo López cabecea ante Amrabat.Rafa Alcaide (EFE)

Monumental repaso del Málaga al Córdoba, impotente en la primera mitad y desquiciado en la segunda. El conjunto de Javi Gracia, impulsado por sus cuatro jugadores de ataque, fue superior en todos los aspectos, hasta el punto de gustarse en un buen número de ocasiones que no acabaron en gol por el excesivo amaneramiento de sus futbolistas. Fue un gustazo contemplar las evoluciones de Amrabat, los regates de Juanmi y el fantástico rendimiento de Samuel y Samu Castillejo, jóvenes y con mucho talento. Gracia movió de forma inteligente sus piezas, refrescando con tino su once inicial.

CÓRDOBA, 1-MÁLAGA, 2

Córdoba: Juan Carlos; Gunino, Deivid, Íñigo López, Pinillos (Campadabal, m. 46); Luso, Rossi (Xisco, m. 46); Fede Cartabia, Borja García, Fidel (López Silva, m. 77); y Ghilas. No utilizados: Saizar; Pantic, Abel Gómez y Matos.

Málaga: Kameni; Rosales, Sergio Sánchez, Weligton, Antunes; Camacho, Recio (Darder, m. 76); Samuel (Duda, m. 73), Juanmi, Samu Castillejo (Horta, m. 64); y Amrabat. No utilizados: Ochoa; Miguel Torres, Juanpi y Santa Cruz.

Goles: 0-1. M. 21. Samuel. 0-2. M. 31. Amrabat, de penalti. 1-2. M. 94. Ghilas.

Árbitro: González González. Amonestó a Juan Carlos, Samu Castillejo, Luso, Recio y Sergio Sánchez.

El Arcángel. Unos 18.000 espectadores.

En el Córdoba no brilló ni Fede, que pareció aburrirse ante la tremenda superioridad visitante. El conjunto local fue un monumento a la desorganización, con una defensa extremadamente débil, siempre a merced de los veloces jugadores del Málaga. Al Córdoba, si no mejora, le queda un auténtico suplicio. Transcurridas ocho jornadas, todavía no conoce la victoria. No solo es una cuestión de puntos, también de sensaciones, puesto que ni defiende ni ataca. Ante el Málaga, solo tuvo una ocasión, de Xisco, producto de un barullo. Ha perdido, además, la ilusión por competir del equipo recién ascendido. El fútbol no tiene memoria y el fiel público cordobés mostró su descontento por el mal partido de su equipo.

Una temporada diseñada para el disfrute puede tornarse en una dura decepción. Malos tiempos para el Córdoba, el único equipo de Primera que no conoce el triunfo. El Málaga le pasó por encima en un primer tiempo fantástico, donde Javi Gracia le formó un lío a Albert Ferrer con una línea de cuatro jugadores atacantes fantástica, que se movió con una enorme inteligencia, con dinamismo y verticalidad. Tres mediapuntas canteranos, Samu, Juanmi y Samu Castillejo, que, junto a Amrabat, alteraron los ánimos de un Córdoba plano, sin ideas ni peligro. No hay más que ver el estado físico de Ghilas para hacerse una idea de lo duro que es el presente y el futuro más próximo del Córdoba.

El Málaga dibujó jugadas exquisitas y apenas pasó apuros. Una delicia plasmada en el primer gol del encuentro. Camacho dio un pase como si fuera el mismísimo Xavi y Samu se desmarcó con precisión. Su remate a la meta de Juan Carlos fue de otra galaxia. Un prodigio digno de Ibrahimovic, ejemplo de goles imposibles cuando extiende sus interminables piernas. El golazo noqueó al Córdoba, con su defensa de plastilina y su escasez brutal de ideas.

Cómodo, el Málaga se gustó. Ahora fue al contragolpe, con un magnífico pase de Amrabat al veloz Juanmi. Juan Carlos derribó con claridad al rápido delantero, haciendo penalti y jugándose la expulsión. Amrabat anotó el penalti con clase. El pleito estaba prácticamente resuelto. Sufrió mucho el Córdoba, sin fútbol, sin organización, a merced de un Málaga que falló un buen número de ocasiones para lograr una goleada. Se miró demasiado en el espejo y no machacó. Amrabat dibujó jugadas fantásticas al contragolpe para erigirse en el mejor jugador del encuentro.

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