_
_
_
_
_

El clásico, línea por línea

Real Madrid y Barcelona, el equipo más realizador de la Liga frente al menos goleado, se cruzan en un duelo marcado por la baja de Bale y la irrupción repentina de Luis Suárez

Alejandro Ciriza
Benzema dispara ante Piqué, Xavi, Busquets y Mascherano.
Benzema dispara ante Piqué, Xavi, Busquets y Mascherano.Álvaro García

El próximo sábado (18.00, Canal+), Real Madrid y Barcelona volverán a medir sus fuerzas sobre el tapete del Bernabéu en un clásico condimentado con infinidad de matices futbolísticos. Desde las pizarras de Ancelotti y Luis Enrique hasta el parche que empleará el italiano para paliar la más que probable ausencia de última hora de Bale; la amenaza de Messi al récord histórico de Zarra; su asociación con un emergente Neymar; el poderío goleador de Cristiano Ronaldo, en permanente combustión de cara a la portería; y, por supuesto, la irrupción de Luis Suárez. Una dosis extra de pimienta.

Ancelotti y Luis Enrique: La pausa y el nervio.

Luis Enrique, durante un entrenamiento.
Luis Enrique, durante un entrenamiento.Toni Albir (EFE)

Tras el agitado paso de José Mourinho por el banquillo de Chamartín, el Madrid exigía un golpe de volante para atenuar la zozobra. Florentino Pérez apostó por Carlo Ancelotti, un ganador en esencia, un pacificador que desde su llegada ha dotado al club de la paz institucional que demandaba. Hábil en la gestión de los egos, el italiano envía siempre un mensaje de cordura y normalidad. Su figura aporta la pausa. Todo lo contrario que Luis Enrique, puro nervio, una guindilla en la caseta. Anquilosado, el Barcelona encontró en el preparador asturiano el acicate necesario para reactivar a una plantilla anestesiada, acomodada en el caso de algunos futbolistas. Entregado al valor de los jóvenes (Munir, Sandro o Rafinha), sin concesiones, ha recuperado la cultura del esfuerzo.

Portería: El símbolo (cuestionado) y un ‘Zamora’ novel.

Casillas despeja un balón durante un entrenamiento.
Casillas despeja un balón durante un entrenamiento.CARLOS MARTINEZ (AS)

Bajo los palos blancos, Iker Casillas. Un clásico de los clásicos, el símbolo madridista, bajo la lupa ahora en cada una de sus intervenciones. Pese a la división de la grada, cuyas voces discordantes reclaman un relevo y la presencia de Keylor Navas, cuenta con la confianza de Ancelotti. Eclipsado en los últimos duelos contra el Barcelona –Diego López fue titular en la Liga el curso pasado y antes el muro levantado por Mourinho–, este curso alterna grandes paradas con algunos errores de bulto. En el marco azulgrana, mientras, se asienta Claudio Bravo. Excelente en el manejo con los pies, el chileno aún no ha encajado un solo gol esta campaña (acumula 720 minutos de imbatibilidad), pero está por ver cuál será su rendimiento en un escenario de tanta altura como la de un clásico.

Defensa: Hormigón seco y varios ensayos.

Alves, durante el partido frente al Eibar.
Alves, durante el partido frente al Eibar.Sandra Montanez (Getty)

Carvajal, Sergio Ramos (ojo, aún con molestias en el sóleo), Pepe y Varane conforman una retaguardia muy consolidada, sellada por Marcelo, Arbeloa y Coentrão en el carril izquierdo. La defensa blanca, un dique de hormigón que, no obstante, ha encajado nueve dianas en la Liga hasta ahora (seis equipos presentan un bagaje defensivo mejor), aúna velocidad, agresividad y juego aéreo. En el lado contrario, Luis Enrique ha aprovechado el tramo inicial del curso para ensayar con diversas parejas de baile. Mathieu, un recién incorporado, es el zaguero con más minutos (630), seguido de Alves (540), Alba (540) y Piqué (405). Mascherano es una alternativa muy bien valorada por el técnico y la presencia de otros jugadores es testimonial (Bartra, Adriano) o casi nula (Montoya y Douglas).

Mediocampo: Talento, pulmones y un nuevo registro.

Cristiano y Kroos celebran un gol.
Cristiano y Kroos celebran un gol.JESUS ALVAREZ ORIHUELA (AS)

Con Modric y Kroos como peloteros, Ancelotti maneja un abanico poliédrico de soluciones para rematar su centro del campo. Si finalmente opta por un 4-4-2, James Rodríguez es a priori el predilecto para acompañar a los dos caciques e Isco sería la otra pieza, ya que la ausencia de Bale (baja también contra el Liverpool por una lesión en el músculo piramidal del glúteo derecho) puede concederle también un puesto. El entrenador italiano exige sacrificio y recorrido a sus medios, algo que parece haber captado el atacante andaluz: frente al Levante fue, después del colombiano (10,51), el futbolista que más distancia recorrió (10,22). En los azulgrana, Busquets, Rakitic e Iniesta parecen fijos, aunque ni el pivote ni el manchego están del todo entonados esta temporada. Sí el croata, versátil, un pulmón que aporta a Luis Enrique un nuevo registro en la medular y tiro desde media distancia. En las últimas fechas aprieta con su juego Xavi, otro clasicómano.

Delantera: El vendaval blanco y una gran incógnita.

Neymar, Suárez y Messi, en un entrenamiento.
Neymar, Suárez y Messi, en un entrenamiento.ALBERT GEA (REUTERS)

La baja de Bale condiciona el planteamiento de Ancelotti. Sin el galés, Cristiano y Benzema serán las dos dagas blancas en la punta de ataque. El Madrid, frente a la portería, es un vendaval (30 dianas, más que ningún otro equipo). El portugués aterriza en el duelo con un registro realizador escandaloso (15 goles, la mitad de los del Madrid, en siete partidos; más que 16 equipos de Primera) y el francés es un maná de asistencias para sus compañeros; juega y hace jugar. En el Barcelona, la gran incógnita es Luis Suárez. Vencida su sanción por el mordisco a Chiellini en el Mundial, el uruguayo, inédito de azulgrana, puede ser un as en la manga. Fijos son Messi y Neymar. El argentino intimida al Bernabéu y apunta al récord histórico de Zarra (con 250 goles, puede alcanzar al artillero vasco); el brasileño, mientras, por fin ha despegado. Con ocho tantos, es el goleador más prolífico de los catalanes en el campeonato.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_