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El Sevilla, colíder

El conjunto andaluz remonta en un final de infarto ante un gran Villarreal y logra una victoria con todo perdido

Rafael Pineda
Denis Suárez dispara a la meta de Asenjo.
Denis Suárez dispara a la meta de Asenjo.CRISTINA QUICLER (AFP)

Una obra de arte del Villarreal había desactivado al Sevilla. Una magnífica combinación entre Cani y Vietto, los dos cambios de Marcelino, que acabó en un gol fantástico, había herido de muerte al conjunto andaluz. Entonces, con todo perdido, los de Emery se lanzaron a la desesperada y encontraron premio en una acción inteligente de Denis Suárez dentro del área. El final fue de infarto. El Sevilla tocó a rebato y se llevó un partido por las bravas. Una acción absurda de Gio y la inteligencia de Tremoulinas se confabularon para que el mexicano hiciera penalti. Bacca lo convirtió con maestría. El Sevilla tenía el partido perdido y lo ganó cuanto tocó a rebato. Crucial triunfo del conjunto andaluz, que le dispara en lo más alto de la tabla en una impresionante comunión con la afición.

Beneficiado por el triunfo del Madrid ante el Barcelona, el Sevilla olió que vivía su momento en la Liga. Era la oportunidad de los andaluces de dar un golpe en la mesa y compartir el liderato con el equipo de Luis Enrique. Unai Emery, que refrescó a su equipo en el encuentro europeo ante el Standard, decidió ir de forma directa a por el partido. Jugó con dos delanteros, Bacca y Gameiro, y otros dos futbolistas en las bandas de absoluta vocación ofensiva, Deulofeu y Denis Suárez. Además, sus laterales, Coke y Tremoulinas, subieron una y otra vez. El Villarreal, bien armado y con excelente toque, salió respondón, mostrando sus galones. El partido fue intenso, jugado a una gran velocidad y con dos equipos muy aplicados en el aspecto táctico. Con tan fuerte ritmo, fue complicado encontrar algún resquicio al talento. Bruno, siempre bien colocado, lanzó con fuerza fuera del área. Deulofeu, una joya, estuvo a punto de hacer un gol olímpico al mandar el balón al palo a la salida de un córner.

Sevilla, 2-Villarreal, 1

Sevilla: Beto; Coke, Pareja, Carriço, Tremoulinas; Deulofeu (Aleix Vidal, m. 64), Krychowiak, Mbia (Banega, m. 83), Denis Suárez; Gameiro (Aspas, m. 74) y Bacca. No utilizados: Rico; Diogo, Kolo e Iborra.

Villarreal: Asenjo; Mario, Gabriel, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Moi Gómez (Jonathan Dos Santos, m. 63), Bruno, Trigueros, Cheryshev (Cani, m. 77); Gio y Uche (Vietto, m. 65). No utilizados: Juan Carlos; Pina, Adrián y Espinosa.

Goles: 0-1. M. 79. Vietto. 1-1. M. 88. Denis Suárez. 2-1. M. 93. Bacca, de penalti.

Árbitro: Hernández Hernández. Amonestó a Carriço, Cheryshev, Moi Gómez, Tremoulinas, Mario, Mbia y Gio.

Ramón Sánchez Pizjuán. 34.304 espectadores.

En el Sevilla resultaba impactante el despliegue de Krychowiak, pero le costaba un mundo superar el magnífico planteamiento de Marcelino. El asturiano había estudiado el partido a la perfección. Todo se hacía rápido, a mucha velocidad, pero mandaban las coberturas en defensa, los cruces de los centrales y los despejes más que los remates. Sufría el Sevilla, muy ofensivo, con Denis Suárez intentando echarse al equipo a las espaldas. Meritorio el encuentro del gallego, sin acierto, pero con una enorme personalidad.

Pudo adelantarse el Sevilla en un rebote de Víctor Ruiz, pero también el Villarreal después de que Beto rechazara una falta lejana de Trigueros. El portugués le hizo un paradón a Uche con el pie derecho. El Villarreal, con más posesión y mando en el centro del campo, daba la cara en un feudo muy complicado.

El propio Uche tuvo otra gran ocasión en un mano a mano con Beto. Impresionante el regate y el pase de Moi a su compañero, quien con todo a favor perdonó al Sevilla. El Villarreal merecía más el gol y el Sevilla sufría una barbaridad, superado en el centro del campo y sin claridad para combinar con sus delanteros. Encontró premio el conjunto castellonense en un preciso toque de Cani, el primero nada más entrar en el campo. Su pase dejó solo a Vietto, que marcó de vaselina ante la salida de Beto.

El Sevilla, con todo perdido, se lanzó a las bravas por el empate y se llevó un triunfo que no esperaba. Una acción de Denis Suárez y un penalti absurdo de Gio transformado por Bacca dieron alas a un Sevilla que nunca se rinde. El Villarreal fue mejor, pero perdió. El cuadro de Emery no jugó bien, pero tuvo fe y ganó un encuentro muy importante. Su himno lo dice. Dicen que nunca se rinde.

El mejor de la historia

R. P.

El agónico triunfo conseguido por el Sevilla ante el Villarreal le dispara al coliderato con el Barcelona, alcanzando los 22 puntos. Se trata del mejor registró histórico del conjunto andaluz a estas alturas de la Liga. Unos números mejores, incluso, a los conseguidos con el equipo de Juande Ramos que consiguió cinco títulos. En la temporada 2006-07, el Sevilla era líder a la conclusión de la novena jornada, pero había perdido dos partidos y tenía 21 puntos, uno menos que ahora. Ese equipo acabó la Liga en tercera posición y ganando la Copa del Rey ante el Getafe y la Copa de la UEFA frente al Espanyol. “Tenemos que ser cautos. Soy consciente de que estamos generando muchas ilusiones en el sevillismo y también en el resto del fútbol español, pero hay que ir con calma. Queríamos estos 22 puntos y ahora toca disfrutar, pero solo un día porque el miércoles tenemos la Copa del Rey”, argumentaba Unai Emery, el entrenador de un equipo tocado por una varita mágica. El Sevilla juega el próximo miércoles, a las 22.00 horas ante el Sabadell en la Nova Creu Alta. “El Villarreal ha hecho un gran partido. Unos lo llamará suerte y yo lo llamo tener buena suerte. El equipo está creciendo en el fútbol de élite, consiguiendo buenos resultados, y hay que seguir en esta línea”, aclaraba el entrenador del Sevilla. Marcelino, por su parte, estaba bastante contrariado. No solo por la derrota, sino por los insultos que recibió de la grada. Marcelino entrenó al conjunto andaluz en la temporada 2011-12. “Quiero aclarar que mi madre no es puta”, afirmó Marcelino, quien recientemente ha perdido a su padre. “No entiendo por qué me han insultado así. Solo he celebrado el gol de mi equipo, un tanto importante en un campo muy complicado, que nos daba un triunfo que creo era merecido”, aclaró el técnico asturiano. “Lo hemos hecho todo bien y hemos perdido en dos acciones que no tienen explicación. El equipo había estado perfecto”, indicó Marcelino, quien s emarchó dolido de Nervión y sin entender la derrota.

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