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Florentino planifica, Ancelotti soluciona

La combinación heterodoxa de presidente y técnico se traduce en un Madrid espectacular.

Diego Torres
Ancelotti aplaude a su equipo en Los Cármenes.
Ancelotti aplaude a su equipo en Los Cármenes.Gonzalo Arroyo (Getty Images)

El Madrid alcanzó el liderato de la Liga después de siete victorias consecutivas y un juego que progresa hacia niveles de lucimiento desconocidos en la última década. La obra es el resultado de la estrategia deportiva de Florentino Pérez combinada con el ingenio de Carlo Ancelotti para poner sobre el terreno un ideal que no suele coincidir con la realidad. El técnico ha sido hábil lo mismo para persuadir a sus futbolistas que para convertir los accidentes en posiciones ventajosas. Así, los factores aleatorios, como la baja de Gareth Bale en el último mes, han obrado a favor de la excelencia.

Harto de contragolpes y dobles pivotes, hacia finales de 2012 Florentino Pérez confesó a sus directivos que quería darle un giro más personal al proyecto. Lo hizo formulando ideas contradictorias. Por un lado deseaba mantener a José Mourinho como mánager, pues del portugués decía que le gustaba todo. Todo excepto el juego del equipo. Los miembros de la junta se quedaban perplejos ante la objeción, pero sabían que Mourinho gestionaba los asuntos internos en sintonía con el presidente, y esto le valía su aprecio. Florentino Pérez insistía en que se haría cargo de los fichajes. Como hizo entre 2000 y 2009. Soñaba con un equipo fichado por él y dirigido por Mourinho. De ese modo pensaba que la plantilla, hecha a su medida, acabaría por condicionar la táctica del entrenador. La renuncia de Mourinho le llevó a contratar a Ancelotti.

Ancelotti propuso fichar a Arturo Vidal para sumarlo a Alonso y Di María. Florentino Pérez se negó

Antes de firmar al italiano, Pérez le planteó la necesidad de cambiar el estilo de juego. Le explicó que la plantilla más cara de la historia merecía un equipo con más recursos que los pelotazos y le señaló que para ello era importante recuperar la iniciativa a partir de la posesión. Ancelotti coincidió. El técnico siempre sostuvo que la fórmula más eficaz es aquella que permite organizar a los equipos alrededor del balón, pues así se tienen mejores alternativas. Con un matiz: para lograr este fin, Ancelotti subrayó que era importante tener centrocampistas con oficio que recuperaran el balón rápido y lo conservasen. También explicó que el mejor sistema para ello era 4-4-2, con cuatro volantes y dos puntas. Mandatario y entrenador comulgaron armoniosamente hasta que Pérez vendió a Özil, el mejor volante creativo del mundo, y fichó a Bale, el mejor goleador del Tottenham.

Floretino Pérez, durante la presentación de nuevo patrocinador IPIC
Floretino Pérez, durante la presentación de nuevo patrocinador IPICRAFA APARICIO (DIARIO AS)

Ancelotti creyó que Özil habría sido fundamental para desarrollar el juego de elaboración que le pedía el presidente mientras que Bale era perfecto si lo que se proponían era acentuar la tendencia contragolpeadora que impulsó Mourinho. Sin encontrar más remedio, se planteó jugar con un 4-3-3 que diera cabida a Cristiano, Benzema y Bale. En las Navidades de 2013 Florentino Pérez manifestó entre sus ayudantes su disposición de sacrificar a Benzema si eso permitía recuperar el orden y el toque. Ancelotti se negó: explicó que Benzema tenía cualidades de mediapunta y que sin él ni Cristiano ni Bale podrían brillar. La consecuencia fue que armó al equipo para defenderse atrás y contragolpear. Florentino Pérez asistió a disgusto a los acontecimientos. Culpó a Ancelotti de incumplir su compromiso, juzgó que si Bale no defendía más era por impericia del técnico, y le recriminó el empleo de Modric y Di María en detrimento de Isco e Illarra. Si Ancelotti conservó su puesto fue porque ganó la Champions.

Factores aleatorios como la baja de Bale han obrado a favor de la excelencia

El verano exhibió el desencuentro. Ancelotti expuso su plan al presidente: consistía en liberar a Bale, Benzema y Cristiano consolidando un mediocampo fuerte por detrás. Propuso fichar a Arturo Vidal para sumarlo a Alonso y Di María. Florentino Pérez se negó siquiera a negociar por Vidal, pero fichó a James y Kroos por 100 millones y vendió a Di María y Alonso por otros 100. Según fuentes del club, el técnico no comprendió que dejaran marchar a Alonso, el único mediocentro con oficio y nivel de la plantilla. Kroos, cuya incorporación fue una operación magistral, era un excelente futbolista pero nunca había jugado por delante de los centrales. Reorganizar al equipo a su alrededor supondría un riesgo. Los partidos contra el Córdoba, la Real y el Atlético sirvieron para reajustar piezas: por el camino se perdieron seis puntos. Desde la directiva sugirieron que el equipo se desequilibraba porque el entrenador no lograba convertir a Bale en interior.

Cuentan en Valdebebas que Ancelotti calificó de “milagro” la adaptación de Di María y Modric hace un año para insertarse en la línea de medios del 4-3-3. Los milagros no suelen repetirse pero Isco y James han dado muestras de transformarse en centrocampistas. Eso sí: aprovechan el vacío dejado por Bale, de baja por un problema muscular que le ha impedido enfrentarse a Levante, Liverpool, Barça y Granada. Exactamente, los mejores partidos del Madrid en años. Los que le han valido el liderato. Como predijo Ancelotti: con cuatro volantes es más fácil jugar bien.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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