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El Rayo aprovecha su momento

Un gol de Kakuta a cuatro minutos del final acaba con un Almería intenso pero sin gol, que fue superior durante una hora de juego y erró numerosas ocasiones

Rafael Pineda
Zongo falla una ocasión ante Cristian perseguido por Quini.
Zongo falla una ocasión ante Cristian perseguido por Quini.Carlos Barba (EFE)

El Almería se rindió ante la evidencia. Es un equipo potente, bien trabajado y rápido, pero no tiene gol. Su fútbol atrevido ante el Rayo no tuvo premio, por más que durante una hora de partido sometiera a su rival y gozara de numerosas ocasiones de gol. Sus delanteros, tan potentes como ineficaces, se toparon con el meta Cristian, en buen momento, y, también, contra su evidente falta de calidad. El Rayo, que sufrió una barbaridad, llegó mejor al tramo final del encuentro. En la hora suprema, Rubén hizo una parada de campeonato a Kakuta y Tito lanzó muy cerca de su escuadra.

El Almería se cansó de perdonar y el Rayo supo esperar su momento. Salió Manucho, que peinó un balón para que Bueno la pusiera de cine al segundo palo. Kakuta remató de volea y anotó un golazo. En dos toques y a falta de cuatro minutos para el final, el Rayo le mostró al Almería lo fácil que es hacer un gol cuando hay calidad. Rumió sus penas el Almería, que todavía no conoce el triunfo en su estadio: cuatro derrotas y tres empates le contemplan.

Casi todo lo hizo bien el Almería ante el Rayo. Fue más intenso, más rápido y jugó al fútbol con mucha verticalidad. Mostró el equipo andaluz mucha ambición ante un Rayo anestesiado, que apenas pudo mostrar algo de su juego por la ausencia continuada de Trashorras y Bueno. El trepidante ritmo del Almería, protagonizado en especial por Wellington, una auténtica bala por la derecha, no encontró fruto porque a un equipo como el andaluz le resulta muy difícil ser eficaz cuando se juega a esa velocidad. Solo los grandes son capaces de acertar después de tanta carrera.

ALMERÍA, 0-RAYO, 1

Almería: Rubén; Ximo Navarro, Trujillo, Vélez (Michel, m. 53), Dubarbier; Wellington, Verza, Thomas, Zongo (Edgar, m. 67); Hemed (Soriano, m. 72) y Thievy. No utilizados: Julián; Dos Santos, Corona y Dangda.

Rayo: Cristian Álvarez; Quini, Amaya, Abdoulaye, Tito; Fatau (Jozabed, m. 55), Trashorras; Licá (Aquino, m. 38), Bueno, Kakuta; y Leo Baptistao (Manucho, m. 79). No utilizados: Cobeño; Nacho, Morcillo y Álex Moreno.

Goles: 0-1. M. 86. Kakuta remata de volea un gran pase de Bueno.

Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó a Abdoulaye, Tito, Verza, Trujillo, Jozabed, Leo, Dubarbier y Michel.

Juegos del Mediterráneo. 9.123 espectadores.

El Almería, en realidad, se comió a un Rayo sin chispa, angustiado en cada disputa, sin el recurso de manejar el balón ante la escasa presencia de Trashorras. El Almería dominaba en ambas bandas y poco a poco fue creando claras ocasiones de gol. Primero fue Zongo a pase de Hemed. Luego, Dubarbier se topó con Cristian. Wellington tampoco acertó con el meta argentino, que hizo un paradón más tarde a disparo de Hemed. Una catarata de oportunidades que venían a confirmar la pesadilla que sufre el conjunto andaluz en su estadio, donde todavía no conoce el triunfo después de siete partidos (cuatro empates y tres derrotas).

Padeció el Almería, gran dominador del encuentro, su falta de gol. Al Rayo, apático, lo movió Paco con uno de sus cambios marca de la casa. A los 38 minutos mandó a Licá a la ducha. El extremo estaba sufriendo un tormento ante Dubarbier y Zongo. Entró Aquino para equilibrar la pelea en la banda derecha.

Siguió pujante el Almería en la segunda mitad. Al menos en los primeros 20 minutos. Zongo y Thievy volvieron a errar dos ocasiones claras y la maldición del equipo andaluz se antojaba insalvable. Además, las cosas del fútbol, en el Rayo se lesionó Fatau y entró Jozabed. El andaluz, de la cantera del Sevilla, tiene mucha clase. Nada más salir dio un pase de cine a Kakuta. Rubén le hizo un paradón.

El Rayo vio que podía hacer daño y el Almería se quedó sin fuerzas, impotente ante tanto error. Salió Manucho y ganó un balón aéreo. Bueno, en su única acción de mérito, la puso en el segundo palo, donde emergió Kakuta para volear con precisión. Como ocurriera en Granada, el Rayo se llevó tres puntos de oro en los instantes finales. Supo sufrir y aprovechar sus oportunidades. Paco, además, descubrió el talento de Jozabed. Otras veces, el Rayo jugará mucho más y perderá. Es la ley del fútbol.

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