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Asensio y la conducción superior

Los técnicos del Mallorca analizan al fichaje del Real Madrid

Asensio, en un partido con el Mallorca.
Asensio, en un partido con el Mallorca.©LEONARDO COMPARINI/CORDONPRESS LEONARDO COMPARINI (cordon)

Veinte grados en pleno diciembre en Son Bibiloni y Marco Asensio Willemsem (Palma, 18 años) sale tiritando del vestuario. El delantero Abdón Prats se acerca para colocarle bufanda, gorro y guantes con los colores rojo y negro del Mallorca. Los dos canteranos graban un pequeño anuncio para la campaña de Navidad del club, pero su entrenador Valery Karpin no tarda en interrumpir el rodaje: “¿Qué pasa, que desde que has firmado vas de estrellita?”.

Todos se ríen menos el interesado, un chaval de 18 años vestido con vaqueros pitillo, jersey negro y unas zapatillas Roshe Run a juego recién estrenadas. Imagen de chico normal para un chico completamente normal, con una ficha de aficionado de unos 1.500 euros al mes y que hasta hace pocos meses llegaba muy temprano a la ciudad deportiva porque su padre tenía que trabajar en un supermercado, pero ahora conduce su propio Volkswagen Polo. Un joven con la cabeza bien amueblada, como insisten los empleados del club, que tuvo que madurar de golpe tras la muerte de su madre, holandesa, cuando era juvenil, y que desde su explosión como futbolista se prodiga lo mínimo en los medios, sonríe y repite como un mantra: “Estoy muy contento”.

Hace semanas que Marco debate con sus amigos en torno a la Noche de Fin de Año. Una ocasión especial para cualquier joven con la mayoría de edad recién estrenada, pero más para él. Con las 12 campanadas y la apertura del mercado de invierno, Asensio pasa a ser oficialmente jugador del Real Madrid, aunque los planes del equipo blanco implican que se quede en su actual equipo hasta final de temporada. Un acuerdo por 3,9 millones de euros, que podrían elevarse a los 4,5 millones que figura en su cláusula de rescisión si el Madrid decide finalmente incorporarlo antes de los plazos previstos.

Tuvo que madurar de golpe tras la muerte de su madre, holandesa, cuando era juvenil

Su ficha se verá multiplicada por 20, por encima de los 400.000 euros anuales. “Es un jugador joven, pero con una madurez importante y la ambición suficiente para estar centrado”, opina Miguel Ángel Nadal, actual director deportivo del Mallorca, y que tras 20 años como jugador de élite sabe reconocer a un buen futbolista: “Técnicamente tiene unas condiciones muy buenas, y físicamente aguanta bien tanto la carrera corta como la larga”.

Algunos de sus compañeros bromean con las similitudes con el madridista Isco, todo un referente para Asensio, pero Nadal no está del todo de acuerdo: “En algunas cosas se parece a Isco, pero con una carrera más larga. Físicamente tiene un potencial mayor”. A Karpin, en cambio, el manejo de la zurda le recuerda a un compañero suyo del mejor Celta: “Lo podría comparar con Gustavo López. Muy rápido y con una zurda que le permite hacer muchas cosas, pero Marco es más potente”.

Levanta la cabeza y encuentra caminos libres. Sortea rivales

Buena cabeza, manejo y disparo con la zurda, cambio de ritmo, potencia en la arrancada... Virtudes que llamaron la atención del Barcelona en agosto y del Madrid con la temporada en marcha. Y sin embargo, Juanjo Vila, segundo de Karpin en el Mallorca y reconocido analista táctico, apunta una condición que distingue al media punta: “La conducción superior. Es un concepto que manejamos los entrenadores y que se ve en muy pocos futbolistas. Levanta la cabeza y encuentra los caminos libres. Sorteando adversarios, no driblando. Marco tiene un tren inferior muy potente, y conduce con el balón bien pegado al pie, protegido por el pie dominante”.

Su espectacular jugada ante el Lugo es el mejor ejemplo posible. El 27 del Mallorca roba un balón en la frontal de su área y se lanza por el carril derecho. Once segundos frenéticos en los que recorre los 65 metros entre las áreas dejando atrás a cuatro rivales con 14 toques de balón, se perfila hacia el centro y dispara. Una acción que dio la vuelta al mundo y encendió las comparaciones con el famoso gol de Messi al Getafe. “Messi tiene conducción superior, como Bale, aunque el argentino también es capaz de driblar desde la posición de parado”, explica Vila.

Marco Asensio se despide de sus compañeros hasta el día siguiente. Va a comer a casa. Su entrenador se queda en Son Bibiloni preocupado por el estado de los campos de entrenamiento. Sabe que cuenta con un diamante en bruto, y sabe que lo disfrutará por poco tiempo: “Si no es ahora, en seis meses o un año lo tiene todo para pelear por un puesto en el Madrid”.

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