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Luis Enrique: “Me va la gresca y la juerga”

Luis Enrique rechaza entrar en cualquier polémica y expresa su sentimiento de optimismo ante los embrollos que envuelven al club

Jordi Quixano
Luis Enrique, en el entrenamiento de esta mañana.
Luis Enrique, en el entrenamiento de esta mañana.EFE

Entró en la sala de prensa tarareando, con una sonrisa y ganas de afrontar las preguntas. Socarrón como futbolista y gustoso de la jarana como técnico, Luis Enrique se desenvuelve con soltura en ambientes hostiles. Como el que envuelve ahora al Barcelona, con el presidente aceptando que las elecciones son la mejor salida para dar voz al socio porque su mandato era de rebote, con Messi con el gesto torcido porque está cansado de no ganar y no se sabe bien de qué más porque también está enfurruñado con el técnico, con el club desgastado en cuitas judiciales, castigado además a no fichar hasta 2016 y con despidos de última hora, como del director deportivo y su área, que sólo acrecentan la sensación de debilidad en un club que no hace tanto, allá en 2009, lo ganó todo. "Llegados a este punto... no alimento las polémicas. Estamos acostumbrados a esto y por mi parte sigo centrado y motivado en lo que puedo controlar", resolvió el entrenador azulgrana. Aunque matizó: "Me siento cada día más reforzado, debe ser que me va la gresca, la juerga". Y tiró de ironía: "Es una campaña tan positiva que se me colapsa el móvil cada día... Pero repito que me siento reforzado y optimista".

Lo que veo de puertas adentro me hace feliz”

Entendió Luis Enrique que no debía variar su puesta en escena, por lo que prosiguió con su discurso de tirar balones fuera. "Hay tantas informaciones y especulaciones malintencionadas o no, que no puedo salir a desmentir una porque tendría que hacerlo con todas. No es mi juego, un juego muy peligroso. Me mantengo al margen". Aunque sí quiso dar su opinión a la citación de elecciones anticipadas de Bartomeu. "Fue un gesto generoso", explicó. Y agregó: "Aunque ya dudaba que se rebajara la tensión. Nosotros mantenemos al margen". Entre otras cosas, porque mañana se miden con el Atlético, el peor de los enemigos en el curso anterior, toda vez que no pudo batirle en los seis partidos en que se encontraron. "Destacaría la idea de un colectivo de un nivel altísimo, convencidos de su propuesta futbolista, peligrosos a balón parado y en las transiciones... Es un conjunto difícil de superar por su entramado defensivo, uno de los mejores de Europa". Y se centró en el técnico Simeone: "El año pasado engañó a todos con ese discurso de partido a partido, pero creo que no engaña a nadie. Son claros candidatos a ganar todo y por méritos propios. Es uno de los mejores entrenadores del mundo".

Hay tantas especulaciones que no puedo salir a desmentir una porque tendría que hacerlo con todas"

La sonrisa por definición de Luis Enrique, sin embargo, se borró cuando le cuestionaron por el trabajo de Joaquín Valdés, psicólogo del equipo. "El máximo responsable de todo es el entrenador. Acepto de una manera respetable cualquier crítica y situación. Aún no he contestado o faltado al respeto a nadie por criticarme. Pero es de mal gusto criticar a mis colaboradores, que trabajan con la máxima ilusión. Es muy injusto y no se lo merecen. Quisiera que cambiara esa actitud, al menos lo pido públicamente", señaló. Y se volvió a centrar en su figura, cuestionada desde que se enturbiara su relación con Messi. "Sabía lo que era ser entrenador de un equipo como este. Lo que veo de puertas adentro me sigue motivando y me hace feliz. Y ahí sigo", aclaró. Y prosiguió: "No existe división en el Camp Nou; todos animan a Messi, al Barça y les pido encarecidamente que animen a todos los jugadores".

No cambia nada. Me juego tres puntos importantes, pero sencillamente tres puntos"

No varía su discurso el entrenador como tampoco su metodología: "he hecho lo mismo de siempre, hoy sesión de vídeo para analiza puntos fuertes y débiles del rival", y asegura que nada de lo que ocurre le extraña. "Es una semana normal. Hemos acabado partido de Copa y nos centramos siguiente partido de Liga. No cambio en nada y no veo la necesidad". Por ello, afirmó: "Me juego tres puntos importantes. Pero sencillamente tres puntos". Aunque para el duelo no podrá contar con Xavi, que tiene una microrotura en el sóleo, no con Mathieu, todavía con la baja por más que se entrenara con el grupo.

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