_
_
_
_
_

El ‘psicólogo’ Pau

El portero del Espanyol domina el juego por su buena mentalidad

Juan I. Irigoyen
Pau López.
Pau López. Carlos Mira

Pau López (Girona, 20 años) se sienta a conversar de fútbol y de su vida en la ciudad deportiva del Espanyol con una serenidad sorprendente para un chico de su edad. La misma serenidad que exhibe cuando defiende la portería blanquiazul en la Copa del Rey. Un encargo de su entrenador, Sergio González, que ya se había quedado cautivado con el potencial del joven guardameta cuando lo dirigió la temporada pasada el filial. “Está muy por encima de la edad que tiene, con características técnicas muy fuertes. Es una garantía para nosotros”, analiza el técnico. “¿Los porteros están un poco locos?”, dice Pau. “No” añade; “estamos aislados, pero no creo que estemos locos. Nuestra dificultad es que si cometemos un error nos matan, pero también nos elevan más de lo normal cuando hacemos una parada. Tenemos que aprender a convivir con eso”.

Pau llegó al Espanyol con 14 años y enseguida llamó la atención de todos en Sant Adrià por su capacidad de trabajo, pero, sobre todo, por su tranquilidad. “Hizo un fallo tremendo en un amistoso frente al Europa”, explica Manolo Márquez, exentrenador del filial; “otro portero hubiese estado unos minutos pensando: ‘Ostia, qué cagada he hecho’. Él siguió mandando como si nada”. “Asume los errores con una facilidad pasmosa. Es algo fuera de lo normal, cambia el chip al instante y compite de manera increíble”, cuenta Dani Poyatos, que fue su técnico en el Juvenil A. “La gente mira rápido el DNI cuando se juega con ese desparpajo”, completa Tommy N'Kono, entrenador de porteros del Espanyol.

La gente mira rápido el DNI cuando se juega con ese desparpajo” Tommy N'Kono, entrenador de porteros del Espanyol

“Yo veo el fútbol como un juego. Sí que es verdad que hay mucha responsabilidad, que estoy en un club de Primera y que hay muchos intereses”, interviene Pau. Y agrega: “Pero yo juego al fútbol para pasármelo bien”. El canterano lleva cuatro partidos bajo el larguero del Espanyol y ha encajado sólo dos goles frente al Valencia, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey. “Las veces que he jugado no he cometido muchos errores pero sé que en algún momento los haré. Así es el fútbol. Y si la cagas, la cagas, ¿qué vas a hacer? Hoy será un error mío y mañana será de otro”, completa, ajeno a las presiones, cuando se trata del juego hasta el pensamiento más naíf parece cobrar sentido.

Cuentan en la ciudad deportiva que a Pau le interesa saber el porqué de cada ejercicio. “No se conforma con que le digan lo que tiene que hacer y punto. Es un chaval que se entrega al 100% en cada entrenamiento”, resume N'Kono. Quizás esos cuestionamientos son consecuencia de su etapa como estudiante de psicología. “Era un pastelazo y la dejé porque me comía la cabeza”, cuenta el portero de Girona. Sin embargo, sin los libros se aburría por las tardes. “Cuando dejé de estudiar me sentía un inútil sin hacer nada. Ahora hago INEF a distancia. El fútbol es muy bonito, te puedes ganar muy bien la vida, pero hay que aprender a usar más la cabeza”, cierra Pau, el portero del mañana, hoy titular frente al Sevilla (22.00 horas).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_