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El ‘10’ se va a la esquina

Messi prefiere actuar de extremo y no de ariete para descomponer a la abigarrada defensa rival

Jordi Quixano
Messi controla el esférico rodeado de rivales.
Messi controla el esférico rodeado de rivales.Vicens Gimenez

Es zurdo pero lo hace todo a derechas. Lionel Messi se atornilló en los años pasados como falso 9 porque con Guardiola primero y con Vilanova después no sólo participaba del juego sino que también lo definía. Su sed de balón se saciaba de sobras porque a los medios no se les discutía la posesión y removían con diligencia y precisión hasta encontrarle. Ocurre que con el tiempo, y como hizo ayer el Levante, las defensas rivales crearon la denominada jaula —le fijaban los dos centrales más las ayudas de los dos pivotes—, entregando las bandas porque no había centro que cualquier delantero del Barça rematara por arriba. Por lo que con Martino, el 10 no encontró su sitio, más de crupier y creador que de aguijón, molesto porque le faltaba balón y hasta en ocasiones la gazuza que siempre expresó.

Bartra: “Es muy difícil pararle, por dentro o por fuera… si está bien, el límite se lo marca él”

Pero con Luis Enrique se juega con vértigo y desde hace unos meses —así se lo pidieron los jugadores— con los extremos abiertos. “Ante equipos que se encierran y que acumulan gente por dentro hay que tener amplitud y circulación del balón”, explicó el técnico. Parcela para Messi, que ante el Levante disputó su partido 300 en la Liga y lo festejó con un nuevo triunfo (225) y otro hat-trick —ya cuenta 23, los mismos que Cristiano Ronaldo en la Liga, y 31 en total—, además de ampliar la cifra de máximo goleador histórico del campeonato a 269.

Aunque partió de delantero centro por la ausencia inicial de Luis Suárez, Messi se cansó al cuarto de hora de no recibir balones y de ver cómo Busquets y Rakitic disparaban torcido desde larga distancia. Por lo que exigió a Pedro que le cubriera las espaldas, que él se iba a jugar a su esquina. “No me importa porque él ha jugado muy bien últimamente en la derecha”, contó el 7, que ni siquiera desentonó de delantero centro, generoso como siempre en la presión y en tratar de fijar a los centrales. “Que Leo participe mucho es clave para que genere un uno contra dos o tres y nos dé situaciones favorables. Tiene libertad para encontrar su espacio en función de lo que él considera”, dijo Luis Enrique.

“Leo es único y cada vez se supera”, añadió Pedro, que jugó muchas fases de delantero centro

Al segundo de tomar la decisión de escorarse, Neymar le encontró y por poco se sale airoso de un duelo con Morales que le hubiese dejado delante de la portería. A la segunda ocasión, en cualquier caso, recibió, trazó su genuina diagonal y centró al desmarque de Neymar, que resolvió con chamba a gol. Cómodo con el espacio que se cobró en el costado porque el lateral no le perseguía a la línea de cal, sino que se dedicaba a achicar líneas de pase en el interior como el resto de la zaga, Messi se relamió feliz. “Está en un momento muy dulce”, le reconoció Rakitic. “Es único y cada vez se supera”, añadió Pedro. “Es que es muy difícil pararle ya sea por dentro o por fuera… si está bien, el límite se lo marca él solo”, reflexionó Bartra. Así, el 10 ejecutó un disparo con tan mala intención como poco tenso, le anularon un gol por fuera de juego que no era y acabó por hacer diana en otras tres ocasiones.

Primero le valió una anticipación, robo y asistencia de Bartra para definir con la derecha. “Es una pérdida que nos pilla al lateral descolocado”, argumentó Lucas Alcaraz. “Estoy contento por contribuir a que Leo haga goles. Aunque lo difícil no es darla, sino meterla”, abundó Bartra. Más adelante, tras una jugada bien compuesta, Busquets atendió al desmarque de Pedro y éste al movimiento de Messi, que la empujó a la red. Pero no se acabó ahí el asunto, toda vez que también embocó un penalti que provocó Neymar para firmar el triplete y corroborar sus 10 encuentros (16 goles) consecutivos viendo potería. No se cansa Messi de hacer goles, que con 26 ya está sólo a dos del pichichi Cristiano, y que en sus 300 duelos tiene de media 0,9 goles.

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