Hamilton prosigue su dominio sobre Rosberg
Mercedes hace el doblete en una carrera marcada por los incidentes, con un Carlos Sainz que puntúa en su debut
Lewis Hamilton no perdona. El segundo título mundial que consiguió el año pasado parece haberle dado alas. El piloto británico vuela con su Mercedes y no concede ni las más mínima opción a su compañero de equipo, Nico Rosberg, que prosigue su desespero al comprobar que las cosas no van a cambiar en relación a la frustración que ya vivió en 2014. Hamilton logró la pole position y ganó la carrera en el primer gran premio de la temporada, el de Australia, donde Mercedes mostró una superioridad insultante sobre todos sus rivales y se anotó el primer doblete del año, intentando igualar al menos el record del año pasado de 11 dobletes. La prueba más evidente de la superioridad de la marca alemana fue que el tercer clasificado, Vettel, que llevó al podio a Ferrari, entró en meta a ¡34,5 segundos!, tras ganar la batalla que mantuvo con el Williams de Felipe Massa, cuarto.
Vettel, que llevó al podio a Ferrari, entró en meta a ¡34,5 segundos!
La carrera estuvo marcada por los abandonos previos y por los incidentes que se produjeron en la salida y que provocaron nuevos abandonos. Por la mañana se supo ya que Valtteri Bottas (Williams) no tomaría la salida como consecuencia de los dolores en la parte lumbar de su espalda, siguiendo los consejos de los médicos del circuito. El finlandés debía partir en la sexta posición y ello permitió a Carlos Sainz ganar una posición en la parrilla y salir séptimo. Más sorprendentes fueron los abandonos de Daniil Kvyat cuando se dirigía hacia la parrilla y tuvo que aparcar su coche en el arcén con problemas en la caja de cambios y en la unidad de potencia de su Red Bull, y de Kevin Magnussen con problemas de motor. “Era previsible”, sentenció un decepcionado Ron Dennis, jefe del equipo McLaren, que tuvo que soportar una jornada deplorable, viendo su único coche en la parrilla, el de Jenson Button, saliendo y concluyendo en la última posición.
La salida se llevó a otros dos pilotos, los dos Lotus de Maldonado y de Grosjean. El primero sufrió las consecuencias de la lucha entre Raikkonen y Vettel. El finlandés tuvo que frenar y realizar una maniobra forzada para evitar tocar a su compañero, que intentaba mantener su posición. Y provocó una cadena de toques que concluyó con Maldonado fuera de combate y con la entrada del coche de seguridad. También Grosjean resultó tocado y tuvo que retirarse al regresar a su taller. Carlos Sainz también sufrió un toque con Raikkonen, que no le impidió seguir compitiendo.
Lejos de la cabeza de carrera, que controlaban sin problemas Hamilton y Rosberg, el debutante español realizó una excelente carrera hasta que los mecánicos de Toro Rosso se la arruinaron en su primera parada (25ª vuelta). Tardó más de medio minuto antes de que lograran sacarle su rueda trasera derecha y regresó a la pista por delante solo de Jenson Button. Tras la salida, había conseguido situarse incluso en la quinta posición. Después le adelantaron Nasr, Ricciardo y Raikkonen, pero se mantenía en una esperanzadora octava plaza.
Quedó muy lejos de su compañero de equipo, Max Verstappen, que ocupaba la sexta plaza cuando realizó su primer cambio de neumáticos. Sin embargo, justo después de salir del taller, en la 34ª vuelta, su coche comenzó a sacar humo y acabó parado fuera de la pista con evidentes problemas de motor. Ello permitió al español convertirse en el mejor piloto del equipo tanto en la clasificación –fue octavo y el mejor español de la historia en su debut-, como en la carrera, donde concluyó en los puntos, algo que han logrado muy pocos pilotos en su primera carrera. Acabó noveno y cogió dos puntos. Pero no consiguió igualar la sexta posición lograda por Pedro de la Rosa en 1999 con Arrows en su debut en Australia.
“Nos pasó de todo”, confesó Sainz, de 20 años. “Desde luego estoy contento con la novena posición. Pero creo que pudimos hacer mucho más, después de la buena salida que realicé. De golpe me vi luchando con Raikkonen y con Vettel en la salida, algo que no podía ni imaginar. Aunque después compruebas en la recta que no puedes defender tu posición porque vas un poco parado… En el taller creí que todo se acababa allí, pero pude volver a la pista y seguir luchando. He aprendido mucho en esta carrera”.
Las incidencias se reproducían en casi todas las escuderías, pero la más seria fue la que sufrió el piloto de Ferrari Kimi Raikkonen en la 43ª vuelta. Sus mecánicos no le fijaron bien la rueda trasera derecha en su parada en el taller, y el finlandés tuvo que abandonar tras realizar las primeras curvas. Una gran decepción para la escudería de Maranello, el día en que parecía que habían superado los problemas de la pasada temporada y que podían incluso luchar por el podio. Raikkonen iba quinto cuando abandonó. Vettel siguió en carrera, y se subió al podio tras superar a Felipe Massa, que concluyó en cuarta posición. Para Ferrari fue el primer podio desde que Alonso acabó segundo en el Gran Premio de Hungría.
Australia confirmó el predominio de Mercedes, que proseguirá en las próximas carreras, al menos hasta que llegue la primera europea, en el Gran Premio de España. Por detrás, Ferrari ha dado un paso de gigante y ha alcanzado ya a Williams, que mantiene la evolución que ya mostró al final de la pasada temporada. La mayor decepción fue McLaren. Alonso, en casa recuperándose del accidente que sufrió en los entrenamientos de Barcelona, se libró del bochorno que sufrió su equipo. Pero es difícil que en Malasia las cosas hayan cambiado mucho.
