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Entrenar en tierra, ganar en asfalto

Márquez, como otros antes, se lesionó mientras practicaba ‘dirt track’ al no estar permitido entrenarse con la moto de carreras

Nadia Tronchoni
Marc Márquez, en el Gran Premio de Argentina.
Marc Márquez, en el Gran Premio de Argentina.Natacha Pisarenko (AP)

Iba a ser una jornada festiva: un poco de moto por la mañana, una paella con amigos, y unas cuantas risas. Pero algo se torció. El dedo meñique de Marc Márquez, por ejemplo. Y el chico se dejó el plato de comida en la mesa. Un sábado de entrenamiento y colegas se convirtió en una visita al quirófano. No sólo el motociclismo de competición es arriesgado, también lo es la forma en la que un profesional se prepara para ser el mejor.

Que se lo digan al campeón del mundo, que tantas veces salió indemne de batallas cuerpo a cuerpo en el asfalto un domingo de carreras. Sin embargo, tuvo peor fortuna el invierno pasado, cuando se fracturó el peroné mientras practicaba dirt track —una de las modalidades más de moda entre los pilotos del Mundial— y se perdió la pretemporada. El sábado pasado le volvió a ocurrir. Esta vez fue un dedo de la mano izquierda. Se rompió al caer (a muy poca velocidad) y recibir el impacto de la moto del que venía por detrás, uno de los amigos que normalmente se entrena con él. Y (con una fractura con desplazamiento) sí necesitó cirugía. Estará en el Gran Premio de España, en Jerez, este fin de semana. Competirá. Aunque con dolor.

Están acostumbrados los pilotos a pisar otros circuitos además de los de asfalto. En estos últimos ganan premios; en los de tierra trabajan para conseguir trofeos. Y si están acostumbrados es porque no les permiten entrenarse con las motos de gran premio salvo en las fechas y circuitos estipulados por la organización, esto es, en los tres eventos programados en pretemporada (en Sepang y Qatar) y en días extraordinarios como lo será el próximo lunes en Jerez.

La mayoría de los pilotos del Mundial practica alguna modalidad de tierra

Los organizadores del Mundial limitan esos días por un tema económico y de igualdad de la competición. Equipos como Honda, Yamaha o Ducati podrían financiarse jornadas extra de entrenamientos y alquilar circuitos para practicar con piezas nuevas o que sus pilotos sumaran horas encima de la moto, pero sólo los más poderosos podrían. Y eso, creen, desvirtuaría las carreras.

Ese es el motivo por el que los pilotos buscan alternativas. “Esto no es fútbol”, recuerdan fuentes cercanas a Márquez. Las sesiones de entrenamiento se las organiza cada uno. En el caso del piloto de Honda se trata de un programa muy completo que incluye jornadas en bici de montaña —como la que practicaron ayer Àlex Márquez y un amigo, habituales compañeros de fatigas del mayor de los Márquez, que se quedó en casa—, días de motocross, otros de dirt track, otros de supermotard, y horas de gimnasio por doquier.

Rossi se ha construido a las afueras de su pueblo una pista en la que se prepara y practica el dirt track

Para el de Cervera es mucho más que trabajo. No soporta quedarse en casa. Por eso organiza sesiones como las del sábado, en un circuito de Lleida, en L’Albí. Por eso le cuesta tanto renunciar al motocross cuando termina el invierno, tal y como le pide Honda, que prefiere que deje a un lado las modalidades más arriesgadas. Así que se puso las botas hasta enero. Y en cuanto empezó la pretemporada apartó el motocross por otras modalidades como el dirt track, que le ayudan a practicar las derrapadas, pero no le exigen ir deprisa, ni jugársela con una caída.

A pesar de la cautela, en ocasiones, sin embargo, se lesionan. Como también le ocurrió a Aleix Espargaró este invierno —fractura parcial de los ligamentos de la rodilla— cuando practicaba flat track, otra modalidad muy parecida; y como les ha ocurrido a infinidad de pilotos en los últimos años: al mismo Márquez hace un año, a Rossi, en el 2010, cuando se dislocó el hombro haciendo motocross y la recuperación se alargó más de la cuenta.

No hay mejor manera para practicar las técnicas de pilotaje que hacerlo sobre una moto. Por eso la gran mayoría de los profesionales del Mundial practica alguna modalidad de tierra. Hasta Lorenzo, reticente en los últimos años a tocar las motos de gran cilindrada en plena temporada, ha vuelto a practicar motocross, eso sí, sin saltos, como hizo en 2008, el año que debutaba en MotoGP. Ahora ya no pasa todas las horas en el gimnasio; y además de descubrir la bici ha vuelto a darle al gas entre carrera y carrera. Lo practica en un circuito del Maresme. El circuito de Márquez es el de Rufea, en Lleida, cerca de su casa. Y Rossi se ha construido uno a las afueras de su pueblo, Tavullia, una pista en la que se entrenan él y todos los pilotos italianos que se ganen su amistad.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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