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El Sevilla hace de ganar una costumbre

El cuadro andaluz aplasta a un Eibar que se descompone con goles de Bacca y Reyes

Rafael Pineda
Mbia y Piovaccari pelean por un balón.
Mbia y Piovaccari pelean por un balón. Javier Etxezarreta (EFE)

No es que fuera un entrenamiento, pero casi. Influyó, por supuesto, el pésimo estado del Eibar, que se derrumba en el tramo final de la temporada. También la impresionante solvencia del Sevilla, un equipo en plena racha de aciertos, mortal al contragolpe, siempre seguro de lo que hace. No le hizo falta al equipo de Emery una disertación continua de su potencial. Golpeó cuando fue necesario. Al inicio del partido con dos goles de Bacca. Otro de Reyes cuando el Eibar, un manojo de nervios, logró acercarse en el marcador en un remate del guerrero Piovaccari.

Ganó el Sevilla con autoridad, lo que le devuelve momentáneamente la cuarta plaza y le permite llenarse de moral con respecto al duelo del próximo sábado frente al Madrid. Duelo de muy altos vuelos en Nervión. El Eibar va cuesta abajo. Perdió la fuerza de la primera vuelta, su defensa es muy permeable y presentó una escasez de ideas llamativa. El Sevilla jugó con muchos suplentes y ganó cuando quiso. El equipo de Emery presenta muchos recursos. Es capaz de jugar en largo y también de hacerlo al hueco y en corto. Su maquinaria funciona con unos jugadores y con otros, su regularidad asusta.

EIBAR, 1-SEVILLA, 3

Eibar: Irureta; Bóveda, Añibarro, Lillo, Didac (Abraham, m. 70); Borja Fernández, Dani García; Capa (Javi Lara, m. 80), Arruabarrena (Lekic, m. 80), Manu del Moral; y Piovaccari. No utilizados: Irazusta; Ekiza, Boateng y Saúl Berjón.

Sevilla: Rico; Coke, Arribas, Kolo, Fernando Navarro; Reyes (Denis Suárez, m. 66), Mbia, Iborra, Aleix Vidal; Aspas (Gameiro, m. 60) y Bacca (Banega, m. 73). No utilizados: Soria; Diogo, Carriço y Tremoulinas.

Goles: 0-1. M. 6. Bacca. 0-2. M. 15. Bacca. 1-2. M. 51. Piovaccari. 1-3. M. 63. Reyes.

Árbitro: Prieto Iglesias. Amonestó a Iborra, Lillo, Arribas y Piovaccari.

Ipurua. Unos 10.000 espectadores.

Gana como si fuera una costumbre. Se permite el lujo, además, de dejarse en Sevilla a jugadores como Krychowiak, destinado a hostigar al Madrid. De paso, ninguno de sus jugadores apercibidos de sanción, caso de Bacca, Reyes, Mbia y Tremoulinas, vieron la quinta amarilla. En definitiva, una gozada para los andaluces y un calvario para los vascos.

Las pinceladas de la enorme calidad de Reyes marcaron un inicio espectacular de partido del Sevilla. Ipurua no intimida como antes. Su césped, perfecto, permitió el regate y el impresionante pase al hueco de Reyes. Bacca controló dentro del área, dribló a Irureta y marcó a placer. Un golpe que dejó tocado al Eibar, capaz de gastarse 50.000 euros para que Manu del Moral, cedido por el Sevilla, jugara ante su exequipo. El equipo andaluz, plagado de suplentes pensando en su doble cita frente al Madrid y el Fiorentina, volvió a golpear muy poco después. En el minuto 15, una falta de Reyes al área fue mal despejada por Irureta, un portero que ha bajado en su rendimiento como el propio Eibar. Bacca, en posición dudosa, aprovechó muy bien el rechace. El último jugador del Sevilla que hizo un doblete en Liga fue Luis Fabiano, en 2007. Este equipo se empeña en perseguir los registros del dirigido por Juande Ramos y está muy cerca de conseguirlo.

La solvencia con la que se mueve el Sevilla se muestra después en su facilidad para cerrar los partidos. Con una defensa plenamente renovada, apenas sufrió frente a la lógica reacción del Eibar. Los de Garitano no inquietaron al Sevilla, bien pertrechado atrás, al que le faltó, no obstante, un punto de ambición para lograr el tercer gol, que hubiera cerrado el partido antes del descanso.

Lo aprovechó el Eibar, con una marcha más en la segunda mitad. El Sevilla se relajó y el conjunto local marcó a la vieja usanza. Piovaccari marcó bajo palos dentro del área pequeña en una acción de otros tiempos. Sin embargo, no hubo estampida del Eibar. Más bien una reacción de Emery, que metió en el campo a Gameiro. En los cinco minutos que estuvieron juntos en el campo él y Bacca se fabricaron un contragolpe que culminó Reyes con una enorme clase. Llegó el 1-3 y el partido se acabó.

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