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Pau Gasol apadrina a Scariolo

El pívot de los Chicago Bulls da por hecho el nombramiento del italiano como nuevo seleccionador y lo califica como “el hombre idóneo” para el cargo “porque conoce la dinámica de los jugadores”

F. SÁEZ
Pau y Scariolo en un entrenamiento con la selección
Pau y Scariolo en un entrenamiento con la selecciónefe

Hace 233 días que el puesto de seleccionador español de baloncesto está vacante. Quedan 122 para que comience el Eurobasket en el que la doble subcampeona olímpica se jugará su pasaporte para los Juegos de Río. Tan solo el nombramiento de Aíto García Reneses, un 7 de junio de 2008, a dos meses y dos días del comienzo de la competición en Pekín, y el de Mario Pesquera, un 13 de mayo de 2004, a tres meses y dos días de la cita de Atenas, llegaron más tarde. El presidente de la federación, José Luis Sáez, ha agotado ya dos plazos que el mismo se impuso para resolver el dilema y el sustituto de Orenga aún no tiene nombre, aunque todos los caminos llevan a Sergio Scariolo. Pau Gasol, tótem del equipo, ha sido el encargado de dar el último giro a un guion de intriga de final previsible con un apadrinamiento explícito al técnico italiano. “En estos días parece que se va a anunciar el nombramiento de Scariolo como seleccionador. Me parece el hombre idóneo. Conoce la dinámica de la selección y de los jugadores y con él tuvimos muchos éxitos. Nadie mejor para llevar al equipo nacional”, afirma concluyente el pívot de los Chicago Bulls en la última entrega de su colaboración semanal con Marca.

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En marzo, el mismo Pau expresaba su extrañeza en otro de sus artículos por la demora en el proceso. “Me parece sorprendente que la selección no tenga todavía entrenador a punto de llegar al mes de abril. Es importante que se elija a un técnico para que pueda preparar el campeonato. Un seleccionador nuevo para un cargo nuevo con nuevas dinámicas necesita tiempo para adaptarse a su rol”, apuntaba entonces. Las palabras del mayor de los Gasol marcan, a modo de portavocía del equipo, el diapasón de la noticia que no acaba de confirmarse. De una negociación con muchos flecos que no alcanza la fumata blanca. La duración del contrato (el técnico pide dos años para garantizarse la presencia en los Juegos de Río si se obtiene plaza) y la presencia de un elenco de garantías implicado en la misión de alcanzar la final en el próximo Europeo (si no llega a esa final, España tendría que ser como mínimo sexta para estar en el preolímpico —del 4 al 11 de julio de 2016— que otorgará las últimas tres plazas) son las exigencias de Scariolo. Ricky Rubio es la única baja confirmada; Pau Gasol estará seguro.

Cerrado el exitoso balance económico del Mundial, Sáez se refirió el 3 de diciembre a la búsqueda del nuevo seleccionador en unos términos de inmediatez que el tiempo ha ido desmintiendo. “Espero tenerlo cerrado en enero o febrero, como espero la máxima disponibilidad de entrenadores y jugadores”, apuntó aquel día en alusión a la actual normativa de la ACB que impide entrenar a la selección a técnicos con contrato en vigor con equipos de la competición. La restricción no se ha eliminado y ni siquiera estuvo presente de forma explícita en el orden del día de la última Asamblea de clubes celebrada el 4 de mayo. El debate, etéreo, amplió un abanico que, con regla o sin ella, siempre tuvo a Sergio Scariolo —oro europeo en 2009 y 2011 y plata olímpica en 2012 en su palmarés con España— como la elección más abarcable. La federación aspiraba a eliminar la cortapisa principalmente para ampliar el repertorio y abaratar el caché del técnico italiano, alto en un escenario reducido. La lista por la que en estos meses han pasado opciones factibles como la de Joan Plaza; complejas como las de Pablo Laso o Xavi Pascual y exóticas como Željko Obradovic y Bozidar Maljkovic quedó sin embargo reducida a un nombre, el de Scariolo. El fracaso en el Mundial descartó desde el inicio cualquier apuesta por técnicos de perfil bajo.

“Me parece el hombre idóneo. Conoce la dinámica de los jugadores y con él tuvimos muchos éxitos. Nadie mejor para llevar al equipo”, afirma el pívot de los Bulls

“Quiero a alguien con experiencia, oficio, profesionalidad, que sea español o tenga una vinculación con España. A Sergio [Scariolo] por ejemplo nadie le puede considerar extranjero. Después, la decisión de los jugadores, de venir o no, puede modificar ese perfil y marcarnos si hay que atacar una opción u otra. No entendería nunca a Scariolo como un segundo plato. Por respeto a su trayectoria y por cómo ha colaborado con nosotros dentro y fuera de la casa. No es un descarte sino una posibilidad real. Le consideramos un entrenador de la casa. Ha tenido una actuación brillante durante su periodo”, explicaba Sáez en una entrevista con EL PAÍS el 9 de marzo en la que el presidente de la federación se lo tomaba con calma: “Quiero tomármelo con la máxima seguridad antes que con la máxima celeridad”; y reconocía implícitamente el peso de los jugadores en el proceso: “Es un mito que participen en la elección, pero hemos intentado siempre se sientan muy cómodos y que quieran venir a competir. Nunca han puesto o han quitado a un seleccionador porque nunca lo han considerado su misión, pero siempre hay que mirar el perfil de los jugadores que tienes y que entrenador puede encajar mejor”. Semanas después de esas palabras, Sáez adquirió el compromiso de presentar al nuevo seleccionador en abril. “Mi idea es que de abril no pase. Yo ya he dado el tiempo suficiente para que se pudieran abrir otras expectativas”, dijo.

Desde que accedió a la presidencia en 2004, Sáez ha logrado siete medallas con la absoluta con cinco seleccionadores distintos: Mario Pesquera (2004-2005), Pepu Hernández (2006-2007), Aíto García Reneses (2008), Sergio Scariolo (2009-2012) y Juan Antonio Orenga (2013-2014). El 16 de septiembre de 2014, seis días después de la peor derrota de la historia del baloncesto español en el partido de cuartos del Mundial ante Francia y tras un clamor popular que convirtió el "¡Orenga dimisión!" en cantinela nacional, el seleccionador sucumbió a la presión popular y a la asunción de responsabilidades. Ahí comenzó una catarsis que no termina de completarse. Pau parece tenerlo claro, pero oficialmente aún no hay dueño del banquillo.

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Sobre la firma

F. SÁEZ
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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