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Stephen Curry y LeBron James, una final y dos mundos

Las estrellas de Golden State y de Cleveland dirimen el título con estilos opuestos y urgencias históricas

Robert Álvarez
LeBron James.
LeBron James.David Richard (USA Today Sports)

LeBron James y Stephen Curry, los líderes de los finalistas en la lucha por el anillo de la NBA, Cleveland y Golden State, nacieron curiosamente en el mismo hospital, el Centro Médico General de Akron. La coincidencia resulta asombrosa en una Liga con 492 jugadores registrados esta temporada, sobre todo porque Akron es una pequeña ciudad de Ohio de apenas 200.000 habitantes. La identificación de LeBron con la comunidad se magnificó hace un año cuando decidió regresar a casa. Tras cuatro años y dos anillos con Miami Heat, se reincorporó a los Cleveland Cavaliers con el propósito de lograr lo que no pudo en sus siete primeras temporadas allí: el título de la NBA.

Curry, sin embargo, no se siente akronita. Nació allí porque su padre, profesional de la NBA desde 1986 a 2002, jugó con los Cavaliers la temporada 1987-1988, justamente cuando su esposa, Sonya, dio a luz. Stephen Curry se siente más de Charlotte, donde creció. Hace cuatro años, cuando le preguntaron por esa coincidencia a LeBron, respondió: “Eso, por sí mismo, lo explica todo”.

El duelo entre Curry y LeBron está predestinado a marcar una final que romperá el dominio de los clásicos, de equipos como los Lakers, los Celtics, los Spurs o Miami. Cleveland no ha ganado nunca el anillo. Es una ciudad considerada maldita en el deporte estadounidense. El último de sus equipos profesionales que ganó un campeonato fue el Cleveland Browns de la liga de fútbol americano (NFL), en 1964. De ahí que LeBron sea visto desde que empezó a destacar siendo un adolescente como El Rey.

Los Warriors también comparecen en la final con una carga histórica, la de los 40 años transcurridos desde su último título, en 1975, conseguido contra pronóstico en la final ante Washington. Aquel fue su tercer título. Desde entonces, solo se clasificaron 11 veces para los ‘playoffs’, y su última final de Conferencia la disputaron en 1976. Esta campaña su trayecto ha sido impecable. Fue el mejor equipo de la NBA con 67 triunfos en la temporada regular. En los ‘playoffs’ solo ha perdido tres partidos, dos contra Memphis y uno contra Houston, tras haber barrido a Nueva Orleans.

Los Warriors han mantenido un quinteto y unas rotaciones muy estables, con Curry, Klay Thompson, Harrison Barnes, Draymond Green y Andrew Bogut como pilares del equipo. Nada que ver con la inestabilidad de los Cavaliers, que tuvieron que recomponer la tropa en febrero. Perdieron pronto a Varejao, lesionado, facturaron a Waiters para fichar a Shumpert y JR Smith y firmaron también en febrero a Mozgov. Ya en ‘playoffs’ también perdieron a Kevin Love. Incluso se perdió un par de partidos Kyrie Irving. Pero los Cavaliers han ido a de menos a más. Solo han perdido dos partidos en los ‘playoffs’, ambos contra los Bulls, y han barrido a Boston y Atlanta.

Curry y LeBron expresan dos estilos de juego opuestos. La estrella de los Warriors, es un base natural, con un tiro letal. Esta temporada ha batido el récord de triples de la NBA en una temporada con 286. Justamente el mal porcentaje en los triples es uno de los pocos defectos que se aprecian en un jugador tan versátil y eficaz como Lebron. El 43/44% de acierto de Curry contrasta con el 17% de LeBron en los ‘playoffs’.

Los promedios de LeBron, ya excelentes en la fase regular, son monumentales en los ‘playoffs’: 27,6 puntos, 10,4 rebotes y 8,3 asistencias. “Estoy jugando el mejor baloncesto de mi carrera”, afirma el 23 de los Cavaliers. Lo mismo puede decir el 30 de los Warriors, el jugador más valioso (MVP) de la temporada regular, y que promedia 29,2 puntos, 4,9 rebotes y 6,4 asistencias en los ‘playoffs’. “Es una enorme alegría estar en la final, pero esta odisea no ha terminado: la bahía de San Francisco espera un título desde hace 40 años”, avisa Curry.

LeBron, sobre el papel, juega de alero, de tres. Pero su capacidad es tal que muchas veces es capaz de actuar de base, de escolta o de ala-pívot. Podría incluso marcar en alguna fase a Curry, aunque resulta improbable. El duelo será igualmente estelar porque Kyrie Irving es otra estrella, al nivel de Curry.

LeBron ha conseguido involucrar a sus compañeros en el juego colectivo. Además de Irving, e incluso en los partidos en que el base no pudo estar presente o actuó mermado por una lesión, salieron a relucir jugadores como el base reserva Dellavedova o Shumpert, JR Smith, James Jones, el tirador que acompañó a LeBron desde Miami a Cleveland, además de la inestimable aportación de Tristan Thompson, uno de los mejores reboteadores ofensivos de la Liga, o Mozgov.

Los Warriors fueron el mejor equipo en ataque de la Liga regular, con un promedio de 110 puntos, por los 103 de media que han conseguido los Cavaliers, aunque esos guarismos se han invertido en los ‘playoffs’ con 101 puntos de los Warriors y 104 de los Cavaliers. La producción ofensiva de los Warriors descansa sobre todo en los ‘splash-brothers’, como se ha bautizado a la pareja exterior formada por Curry y Klay Thompson. Stephen Curry y LeBron James, Golden State y Cleveland, dos estrellas y dos equipos con estilos radicalmente diferentes y con urgencias históricas en pos del anillo.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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