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Un directivo con pasado de dopaje

El ordenador de uno de los detenidos en la Operación Jimbo revela los planes prohibidos del triatleta José María Merchán, actual presidente de la Federación Andaluza

Carlos Arribas
José Antonio Merchán, en 2000.
José Antonio Merchán, en 2000.PABLO OTIN (EFE)

El atleta Antonio David Jiménez Pentinel, Penti, es, como recordaba el lunes la revista Interviú, el personaje más conocido de entre los implicados en la Operación Jimbo contra el tráfico de sustancias dopantes, pero otros documentos enviados por la policía al juzgado de Santander que centraliza la investigación desde marzo de 2014 han sacado a la luz otro nombre y otro pasado tramposo de un deportista internacional. Se trata del triatleta sevillano José María Merchán, de 39 años, actualmente presidente de la Federación Andaluza de Triatlón y miembro de la comisión delegada de la Federación Española.

El nexo entre ambos, entre Penti y Merchán, es, aparte de su paisanaje y de su amistad, la figura de Víctor Salazar, natural de Cabra y propietario de Asportec, una empresa dedicada al asesoramiento técnico deportivo. En uno de los ordenadores de Salazar, intervenido por la unidad antidopaje de la Policía Nacional, se encontraba, entre otros documentos, un archivo llamado Planning merchán.4397.doc, en el que Merchán, olímpico en Sidney 2000, relata su planificación “farmacológica” para la temporada 2003.

Sustancias indetectables

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“Tratamiento que he seguido hasta ahora”, es uno de los encabezados del documento en el que el triatleta se comunica con un destinatario desconocido que los investigadores creen que se trata del médico cacereño Marcos Maynar, con quien Salazar contactaba frecuentemente, según la documentación que obra en poder de la Policía Nacional, tanto para coordinar la preparación de Penti como para obtener diferentes sustancias. [(ÁÕ]“Han sido prácticamente los mismos durante toda la temporada”, escribe Merchán y enumera una lista de productos, la mayoría prohibidos por la normativa antidopaje e indetectables si se ingieren a su debido tiempo: “IGF-1 [factor de crecimiento], HC [hormona de crecimiento], testosterona, insulina (solo en contadas ocasiones), eritropoyetina[EPO], (no he superado la tasa de 49 casi nunca. En muy raras ocasiones he pasado de 50), andriol [ANABOLIZANTE](sólo he hecho una vez un ciclo de siete días), Actovegin (sólo lo he utilizado en semanas de competición), una sola vez utilicé plasma sanguíneo; cocarboxilasa y jectamin [derivados de vitaminas usados como estimulante del crecimiento] en periodos cercanos a la competición; vitamina C, antioxidantes, hierro oral, ácido fólico, aceite de onagra, alfalfa verde, parolina, PPF, ALC, cafeína, BCAAs y glutamina (todo esto más bien por mi cuenta)”.

Después, en el documento que la policía atribuye a Merchán, este describe las dosis diarias de IGF-1 y hormona del crecimiento, y le destaca a su interlocutor: “Los complejos vitamínicos me los tomo por mi cuenta. Mi tasa de hematocrito actualmente es de 45%. Empecé a ponerme eritropoyetina [más conocida como EPO] la semana pasada cuando estaba al 41%. Hasta la fecha me he puesto 10.000 unidades”.

Termina su texto Merchán contándole a su destinatario noticias de Penti. “Mi compañero Penti no ha podido reunirse conmigo hoy”, le dice. “El ciclo farmacológico que ha seguido hasta ahora es parecido al mío, con alguna ligera modificación (hierro, vitaminas y ácido fólico por ejemplo han sido intravenosos). Asimismo habrás conocido por la prensa que ha estado en el dique seco, ya que en diciembre estuvo ingresado en el hospital durante una semana con una complicación de diversos órganos a consecuencia de una gastroenteritis (cinco días en la UCI)”.

Retirado de la competición, en la actualidad Merchán, aparte de sus tareas federativas, dirige un centro de fisioterapia, podología, nutrición y preparación física. Según su página web, posee los títulos de preparador físico nacional, entrenador superior de triatlón, entrenador de fútbol, entrenador personal y diplomado en nutrición. Su página se llama corremosportussuenos.org y está dirigida a atletas populares que quieran preparar maratones. A ellos, Merchán les comenta: “Puedo decir que he conseguido en el deporte todo lo que me marqué cuando pequeño, que no era más que el sueño olímpico, pero este proyecto me motiva porque ahora lucharé porque otras personas consigan el suyo: tener una vida mejor”.

Dado que el dopaje prescribe a los ocho años, según el código mundial, y dado que el documento se refiere a la temporada 2003, Merchán no se expone a ninguna sanción por su pasado. Tampoco dispone la policía de grabaciones o pruebas de que se haya dedicado al tráfico de sustancias dopantes, por lo que, a diferencia de su amigo Penti, no ha sido detenido ni está imputado en ningún delito.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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