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MUNDIALES DE ATLETISMO

Jornada desastrosa para los atletas españoles en Pekín

España, Torrijos, Redondo y Guerrero quedan eliminados en 5.000 m, triple, martillo y 800 m

Carlos Arribas
Uno de los saltos de Pablo Torrijos
Uno de los saltos de Pablo Torrijos Andy Wong (AP)

A Jesús España le tocó viajar el sábado pasado, al día siguiente de cumplir 37 años, demasiado tarde como para aclimatarse y adaptar su cuerpo al cambio horario antes de su carrera de 5.000m del miércoles, así que el atleta de Valdemoro, tan competitivo como ninguno, antes de viajar se tiró una semana acostándose a las seis de la tarde y levantándose a las cuatro de la mañana. El campeón de Europa de 2006 en una final que nadie olvida porque derrotó al joven entonces Mo Farah, y subcampeón de Barcelona 2010, llegó a Pekín con la confianza plena, preparado para hacer una de las mejores marcas de su vida. “Está para 13m 10s”, decía, encantado, su entrenador, Juan del Campo. “Ha hecho la preparación perfecta. No ha sufrido ninguna lesión. Ha estado en Sierra Nevada en altura. Va ideal”. Sin embargo, y sin saber por qué, mediada su semifinal de 5.000m, la segunda, la más rápida, la que clasificó para la final a los 10 primeros, cuando aceleró el ritmo Galen Rupp, España empezó a quedarse descolgado, incapaz de seguir un ritmo que para sus condiciones y su calidad no era excesivo. Terminó por orgullo pero muy lejos, 14º a 16s del décimo. Eliminado en sus quintos Mundiales.

“Claro que no es lo mismo 25 que 37 años, pero no sé si la edad tendrá algo que ver, porque estoy entrenando mejor que nunca, con magníficas sensaciones. Yo sería el primero que si no me viera bien lo dejaría”, dijo España, quien, justo consigo mismo, se calificó con un “suspenso”. “Pensaba que iba a estar mejor, pero la carrera me ha puesto en mi sitio. He estado por debajo de lo que se esperaba de mí y de lo que yo también esperaba de mí mismo”. En su semifinal corrió Mo Farah, quien tropezó y a punto estuvo de caerse, pero todo quedó en susto y está preparado para repetir victoria en la final del sábado.

Pablo Torrijos, el único español que ha saltado más de 17m , finalista en el Europeo de Zúrich y ganador de la plata del triple en los Europeos de pista cubierta, compitió muy nervioso en la calificación, preocupado por un golpe en el tobillo que creía que era un esguince. Solo hizo un salto con decisión y arrojo, el tercero, y sus 16,32m no le valieron para pasar a una final que verá el jueves el otro gran duelo de este Mundial, el de los dos saltadores de 18 metros: el cubano Pedro Pablo Pichardo y el estadounidense Christian Taylor. “Psicológicamente no he estado fuerte”, dijo el castellonense. “Y en un Mundial, si no estás al mejor nivel, caes”.

También quedaron eliminadas en 800m Esther Guerrero y en martillo Laura Redondo.

La madrugada del jueves, a las 3.35 de esta noche, entra en competición Ruth Beitia, que disputará la calificación del salto de altura (la final es el sábado a las 12.30. Exceptuando una posible buena actuación de las marchadoras y de Benjamín Sánchez en los 50km marcha el viernes por la noche, la de Beitia es la única esperanza de medalla o finalista para acompañar al oro de Miguel Ángel López que le queda al atletismo español en Pekín.

 

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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