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Gabi vuelve a dar señales

Tras su bajón de la temporada pasada el capitán ha liderado el centro del campo del Atlético y la presión sobre el rival en el inicio del curso

Ladislao J. Moñino
Griezmann y Gabi celebran un gol del Atlético
Griezmann y Gabi celebran un gol del AtléticoGONZALO ARROYO (GETTY)

El cuerpo técnico del Atlético explica que la altura de la presión sobre el equipo contrario es una elección de los jugadores. De las sensaciones en el campo ante lo que propone y es capaz de ejecutar el rival, depende que las tres líneas se adelanten o se replieguen. El principal referente en esa faceta del equipo que ganó la Liga y disputó la final de la Liga de Campeones fue Gabi (32 años). Cuando decidía ir a presionar a los centrales contrarios el equipo le acompañaba en bloque. Cada arrancada suya en busca de un robo arriba era interpretada por sus compañeros como una señal para ir a por el partido o para evitar que el rival creciera en el juego.

En la importante victoria que el Atlético se trajo del Sánchez Pizjuán (0-3), esa especie de código reapareció desde el primer minuto. Gabi se abalanzó desde el pitido inicial sobre Carriço y Rami o sobre Banega cuando el mediocentro argentino se retrasaba para iniciar el juego. Al toque de corneta del capitán respondían siguiéndole Griezmann, Óliver, Torres , Koke y Tiago, a la vez que Godín y Gíménez arrastraban a la defensa a dar un par de pasos hacia adelante. Un gol, 11 recuperaciones de balón, un par de oportunas faltas tácticas y seguridad y sencillez en los pases fueron sus credenciales en el Pizjuán.

Tras su bajón de la temporada anterior por su presunta implicación en los amaños

Ese termómetro anímico y táctico que marcaba Gabi desapareció durante gran parte de la temporada pasada. Afectado en parte por su presunta implicación en los amaños de partidos, su rendimiento decayó. Hizo muchos kilómetros, pero no fue el centrocampista dominante que llegó a estar muy cerca de alcanzar la internacionalidad. Su suplencia en el Bernabéu, en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions fue una señal inequívoca de su pronunciado bajón durante el curso. La decisión no fue fácil para Simeone, que eligió a Saúl porque pretendía un centrocampista que pudiera pisar área. Un año antes, aunque también hubiera jugado Saúl, ese partido era inconcebible sin Gabi en el campo, descrito por su propio entrenador como “el corazón y el alma” del equipo.

Gabi ya fue el que sostuvo al Atlético en el complicado triunfo ante Las Palmas (1-0) en la primera jornada de Liga. Su resurgimiento ha ayudado a aparcar por el momento la idea que tenía Simeone desde finales de la temporada pasada. Por entonces, anunció que Koke jugaría de mediocentro este año: “Veo a Koke cada vez con más opciones de jugar en el medio con otro mediocentro de distintas características”. Durante el verano, volvió a recalcarlo, pero lo que parecía un paso definitivo se fue diluyendo en la pretemporada. Koke formó junto a Tiago en los primeros ensayos en la concentración de Los Ángeles de San Rafael, pero cuando llegaron los amistosos estivales alternó la banda con el centro. “Hablé con el míster y me dijo que dependiendo de cómo estuviera los mediocentros jugaría ahí o en la banda”, explicaba recientemente el centrocampista internacional en una entrevista a este periódico, Tiago también ha rendido a satisfacción de Simeone, que finalmente ha confeccionado un centro del campo más tradicional, con el cambio de ficha de Óliver por Arda. “Hemos ganado los dos partidos y para qué cambiar”, argumenta Koke. “Se debe a que solo van dos fechas de campeonato” justifica Simeone, sin descartar que en lo que queda de temporada vuelva a la idea que le rondaba la cabeza antes del verano.

La idea de Simeone de hacer jugar a Koke como mediocentro ha quedado aparcada por el momento

La posición de mediocentro ha sido una de las más ajetreadas en el verano del Atlético. El club intentó reforzar la posición con Motta, pero el París Saint Germain se negó al traspaso, además de ofrecer al jugador una subida sustanciosa del contrato que expiraba la temporada que viene. A la vez, Mario Suárez confirmó su marcha, que estaba prevista. Ese hueco lo ha ocupado el canterano Thomas, que se ganó el lugar en la plantilla con una pretemporada notable. Con todo, el Atlético ha cerrado al volante central argentino Kranevitter, que llegará en enero procedente del River Plate.

En este inicio de campeonato la apuesta ha sido Gabi y Tiago. Si en algún momento, el Atlético decide irse arriba a presionar al Barcelona, será el capitán el que marque el momento de hacerlo. Simeone no acostumbra a descifrar el tipo de partido que espera, “porque luego las fichitas se mueven”, pero esta vez sí se ha atrevido. “Imagino un partido de los de siempre, nosotros encerrados en nuestra mitad de campo, esperando aprovechar alguna situación de contragolpe que nos de la velocidad que teneos arriba, dándole la situación del campo a ellos y nosotros esperando para poder salir”. Esa claridad invita a la sospecha. No es la primera vez que el Atlético sale a presionar arriba al Barcelona en los primeros minutos de los partidos. Así lo hizo en el Calderón cuando eliminó al equipo de Martino de los cuartos de final de la Liga de Campeones y en el primer tiempo del partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa, en el que tuvo la eliminatoria encarrilada y al Barça contra las cuerdas, aunque finalmente fue eliminado.

No hemos dado con la tecla ante el Barça, pero siempre hemos competido" Diego Pablo Simeone

Veremos qué partido nos sale, con el Barcelona no hemos dado con la tecla perfecta, pero siempre hemos competido”, dice Simeone, que cuenta con un balance de una sola victoria, la de la Champions, en trece enfrentamientos contra los azulgrana, aunque uno de los empates logrado en el Camp Nou supuso el título liguero. No quiso el técnico despejar la duda de si jugará con Jackson Martínez o Fernando Torres. Advirtió el Cholo que necesita una de las virtudes que tuvo el Atlético en Sevilla: “Los que entren desde el principio como los que salgan desde el banco tienen que estar muy bien. Eso es lo que hace que una plantilla sea buena. Si los que salen del banco no están a la altura de lo que dicen no es bueno para el equipo”.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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