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“Esperaba otra actitud por parte de McLaren”

Arai, jefe de Honda en la F-1, se sincera con EL PAÍS acerca de los problemas por los que pasa el equipo de Fernando Alonso

Oriol Puigdemont
Arai habla con Alonso, en Malasia.
Arai habla con Alonso, en Malasia. James Moy

Yasuhisa Arai (Japón, 58 años), todavía no se explica la agresividad con la que algún sector de la Fórmula 1 arremete contra él y Honda, la compañía de la que es responsable. El ingeniero es consciente del pobre rendimiento que ha ofrecido hasta ahora el motor de los coches de Fernando Alonso y Jenson Button, pero en esta charla con EL PAÍS también reconoce que no todos los males de McLaren son atribuibles a la unidad de potencia de la marca del ala dorada.

Pregunta. ¿Ha notado la presión extra de correr en Suzuka?

Respuesta. Esta es una carrera muy especial para Honda. Y por lo demás, este es el circuito más complicado del mundo, tanto para el coche como para el piloto, así que un poco de presión sí que he sentido. Ya antes de llegar aquí sabíamos que íbamos a tener problemas con la gestión de la energía del motor.

P. ¿En qué punto está la relación entre McLaren y Honda?

R. La comunicación es muy buena, mejora día a día. Por eso no termino de entender el acoso y derribo que he sufrido últimamente, especialmente en Monza, donde se me sometió a un tercer grado. Honda es consciente de la diferencia que nos separa de los equipos de arriba, sabemos en qué punto estamos y trabajamos a tope. Me da pena que toda la culpa se nos eche a nosotros, es triste.

P. ¿Se siente suficientemente respaldado por McLaren?

R. Desde el punto de vista técnico, sí. Pero, y vuelvo a Monza, la acritud de parte de la prensa no debería haber llegado a ese nivel. Claro que estamos decepcionados, pero esa negatividad no ayuda.

P. Eso significa que esperaba otra actitud por parte de McLaren.

R. Sinceramente, sí. Es responsabilidad del equipo no crear situaciones como aquella. Como escudería debemos hacer lo posible para estar unidos y no generar división. Honda siempre ha sido honesta, hemos explicado en qué punto nos encontramos y qué tenemos que mejorar. Pero eso no se ha hecho como equipo y habría sido mejor contarlo todo. Lamentablemente, solo nuestra parte ha salido. Si a eso le sumamos que los resultados no llegan, parece que Honda esté mintiendo y no es así.

P. Todo se le precipitó cuando en agosto dijo que su objetivo era que el propulsor estuviera a la altura del Ferrari. ¿Por qué crea esas expectativas tan altas?

R. Yo soy ingeniero, y desde ese punto de vista tengo acceso a los datos. Lo que pasa es que, como equipo, luego no obtenemos los resultados esperados. Soy honesto con los datos que ofrezco, puedo probar todo aquello que digo, pero también entiendo que si después el rendimiento global no encaja, haya gente que piense que no digo la verdad. Cuando hablé de ponernos a la altura de Ferrari me refería solo a la potencia del motor de combustión.

Honda siempre ha sido honesta, pero lamentablemente, solo nuestra parte ha salido a la luz"

P. ¿Honda habría preferido volver a la F-1 el año que viene?

R. Desde un punto de vista técnico, sí, porque estas unidades de potencia son muy complejas. Sabíamos que iba a ser muy complicado pero, al mismo tiempo, estar aquí en 2015 nos ha permitido aprender mucho. Pero, de nuevo, no todo es responsabilidad del motor, también la parte del chasis está sufriendo mucho.

P. ¿Dónde está el principal problema de ese propulsor?

R. En el ERS [la parte eléctrica de la unidad de potencia]. En los circuitos con rectas largas, la potencia extra del ERS se desploma, y eso significa que perdemos unos 160 caballos. Esa pérdida es mucho mayor que lo que podamos ganar con el motor de combustión.

Desde un punto de vista técnico hubiéramos preferido volver la temporada que viene, pero estando aquí aprendemos mucho"

P. ¿Qué margen necesitan para solventar esos problemas con el ERS?

R. Será difícil solucionarnos este año porque requieren de un rediseño del motor. Ya trabajamos con vistas a la temporada que viene.

P. ¿Cómo convencería a los hinchas de McLaren de que la situación será distinta en 2016?

R. Creo que en pretemporada podremos hacerlo.

P. ¿El reglamento les ofrece suficiente margen como para darle la vuelta a esta situación?

R. Sí, no habrá problema con eso.

Será difícil solucionar los problemas del ERS antes del año que viene porque necesitamos rediseñar el motor"

P. Este proyecto se anunció a partir de los éxitos de McLaren y Honda a finales de la década de los ochenta. ¿No cree que esas expectativas han jugado en su contra?

R. Creo que eso no nos ha afectado. Entendemos que se espera mucho de este vínculo y que los objetivos son muy ambiciosos.

P. En la última prueba de 2014, Ron Dennis aseguró a este periódico que en 2015 McLaren iba a ganar carreras.

R. Cuando Ron dijo eso no sabía en qué punto estaba el motor, no sabía qué podía esperar de él porque no se había ensamblado.

Alonso: "¡Esto es un motor de GP2!"

Al señor Arai no le debió hacer demasiada gracia escuchar los lamentos de Fernando Alonso, que en pleno fragor de la batalla y mientras trataba de mantener detrás al Toro Rosso de Max Verstappen, estalló por la radio: "¡Esto es un motor de GP2!". Al bajarse del coche, el asturiano, ya un poco más tranquilo, trató de explicar las sensaciones que le llevaron a expresar una vez más su frustración. "Es que es embarazoso. En las curvas vamos rápido, pero para los demás es muy fácil adelantarnos. Ellos patinan, salen cruzados y cometen errores, pero en la recta ya vuelven a estar a nuestro lado, rueda con rueda", desgranó el ovetense, finalmente undécimo. "No es como me gustaría que mis pilotos demostraran su profesionalidad. Él va en el coche y está frustrado, pero emplear ese tono no es una forma constructiva de comunicarse", le replicó después Ron Dennis, patrón del equipo de Woking (Gran Bretaña).

La carrera la dominó Lewis Hamilton desde la primera curva. Allí, nada más arrancar, el campeón fue arrinconando a Nico Rosberg y obligándole a irse fuera de la pista y a levantar el pie. A partir de ese momento, el británico se paseó por Suzuka hasta que se alzó con la octava victoria de la temporada, la 41ª de su trayectoria, una cifra que le coloca al mismo nivel que Ayrton Senna, su ídolo de siempre. Tras él terminó Rosberg, en el que supuso el octavo doblete del curso para Mercedes. Sebastian Vettel cerró el podio, mientras que Carlos Sainz cometió un error en su segunda visita al taller, se comió un bolardo y rompió el morro de su bólido, y finalmente cruzó la meta el décimo, justo por detrás de Verstappen.

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