“El máximo rendimiento de un goleador coincide con el ‘flow’”

Rafa Benítez advirtió el sábado pasado que los delanteros del Madrid sufrieron algo parecido a un ataque de "ansiedad" ante la portería contraria. La explicación del entrenador tras asistir al desacierto de sus puntas contra el Málaga no se refirió tanto a Benzema, que llevaba dos partidos anotando, como a Cristiano, que ha marcado goles en dos encuentros oficiales de siete esta temporada. Benítez habla de un problema mental asociado al alto rendimiento. Un terreno que la psicóloga Patricia Ramírez, que trabaja desde hace años con futbolistas de Primera, conoce de primera mano. La especialista sostiene que la mejor forma de afilar el instinto rematador es conseguir algo parecido a un Nirvana doméstico que ella denomina flow o "estado de flujo”.

Pregunta. ¿Qué es el flow?

Respuesta. El flow es el estado mental que definió el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi. Es ese momento en el que tú estás plenamente concentrado en una tarea que a la vez te produce satisfacción. Cuando tú alcanzas ese nivel de concentración, en el que pierdes el sentido del tiempo, en el que no sabes lo que estás pensando, en el que no sabes si te duele, si tienes hambre o estás cansado porque toda tu atención está solamente en ese momento, es cuando tú alcanzas ese placer y esa satisfacción. Y entonces fluyes. Nada es forzado, nada te presiona, no piensas en el resultado. Piensas solo en el aquí y en el ahora. Es la capacidad para estar presente y disfrutar del momento.

Lo primero que hay que hacer para propiciar el estado de 'flow' es hacer una sola cosa a la vez

P. ¿Qué tiene que ver este estado con la necesidad, por ejemplo, que tiene el delantero de meter goles?

R. Cuando un deportista de alto rendimiento lo alcanza, su rendimiento y su eficacia son mucho mayores porque toda su atención y concentración están en ese momento. No están pillados pensando en el error que cometieron en la jugada anterior ni piensan en cuántos minutos le quedan al partido para poder conseguir lo que quieren. En cada momento la atención tiende a dividirse en el presente, el pasado y el futuro. Pero solo cuando pones toda tu atención en el presente es cuando alcanzas tu punto álgido de eficacia. Cuando le preguntas a alguien que bate un récord del mundo qué pasaba por su cabeza lo normal es que no se acuerde. La gente solo tiene sensaciones. Ese es el estado de fluir. Es un nivel altísimo en el que estás solamente concentrado en tus señales de seguridad, en tus sensaciones, y consigues meterte de lleno en la tarea.

P. ¿Qué hay que hacer para alcanzar el flow?

R. Cualquier persona puede alcanzarlo. El cerebro solo tiene capacidad para atender a una tarea a la vez. Y nosotros muchas veces trabajamos con el cerebro multitarea porque es en lo que nos estamos educando. Entra un correo, lo miras, dejas lo que estás haciendo, entra un WhatsApp y sueltas la tarea para ver el remitente… Fraccionamos la concentración y no estamos en nada. Y tampoco disfrutamos.

P. ¿Conoce algún deportista ejemplar por su capacidad de fluir?

R. Miguel Ángel Jiménez. Él dice que va a disfrutar a cada competición. Jack Nicklaus decía que es imposible sobresalir en algo de lo que no se disfruta. ¡Un ama de casa puede alcanzar el flow! Cualquier persona en su trabajo. Lo primero que hay que hacer para propiciar el estado de flow es hacer una sola cosa a la vez. Luego debes poner el foco de atención en esa tarea solamente. Porque puedes estar leyendo y pensando en lo que te falta en la lista del supermercado. Una tarea a la vez y el foco de atención en esa tarea. Esos son los requisitos. Es una sensación placentera. Cuando le dices a la gente que identifique su estado de flujo te ponen el ejemplo de sus hobbies: ‘cuando corro, cuando nado, cuando estoy cocinando…’. Se asocia a la desconexión con el mundo para conectar con esa tarea.

El gol genera presión porque no es algo que dependa del delantero

P. ¿Pero no le parece que la alta competición está reñida con ese testado mental?

R. Se ha demostrado que el máximo rendimiento coincide con el estado de flow. El nivel de abstracción es tan alto que no sabes lo que pasa alrededor. Estás en tu tarea. Es una capacidad para aislarte de todo y centrarte en la tarea.

P. ¿Se puede entrenar la mente para alcanzar el flow?

R. Nosotros lo trabajamos. Tiene que ver con la nueva corriente del mind fullness. En castellano se traduce como atención plena. Es la capacidad de estar atento en el presente. Requieres un entrenamiento en el que tú aprendas a elegir dónde pones el foco de atención. Está relacionado con la meditación. Y se relaciona con la autopedia. La autopedia es la personalidad de aquellos individuos que tienden al flow. Una persona autopédica es aquella cuya personalidad le permite disfrutar del placer de la actividad, no del resultado. Estas personalidades se relacionan con el fluir. Todos trabajamos para ganar dinero, pero hay gente que mientras trabaja disfruta de la tarea y otros que solo piensan en que llegue la nómina. El opuesto sería una conducta orientada al logro, al resultado. La autopedia está orientada al rendimiento. Rendimiento y resultado no son la misma cosa.

P. ¿Entonces se puede decir que los grandes deportistas son personas autopédicas?

R. Depende. Al delantero no le puedes quitar el resultado de la cabeza. El goleador quiere marcar goles. Pero cuando yo trabajo con ellos, como psicóloga les digo: ‘bueno, vale, perfecto, tú quieres conseguir un gol pero vamos a concentrarnos en lo que tú tienes que hacer para conseguir el gol, y no en el gol’. El gol genera presión porque no es algo que dependa del delantero. No es algo que el delantero pueda controlar al 100%. Porque hay compañeros que le tienen que pasar el balón, porque hay unos defensas que lo quieren frenar y un portero que le quiere parar el tiro... Pero el rendimiento del delantero para conseguir un gol pasa por ser valiente, atrevido, tirar a puerta, desmarcarme, ser rápido, ganar sus duelos… Eso sí depende del delantero. Su atención tiene que estar en lo que debe hacer para que luego llegue o no llegue el logro.

Si yo marco mis objetivos en función de las cosas que dependen de mí luego, puedo valorarme

P. Pero el fútbol es el juego con más variables incontrolables. ¿Cómo no pensar en ello?

R. Si el cerebro se fija en las variables que no controla al final lo que experimenta es frustración. Tú puedes hacer todo lo posible en un partido, pero no salir satisfecho porque no has alcanzado el logro. Ayer hablaba con uno de los jugadores que llevo, que perdió el partido. Y le dije: ‘Sé que has perdido el partido. Pero, ¿tú cómo te encuentras?’. Y me dijo: ‘Patricia, de los mejores partidos que he hecho en mi vida. Estoy plenamente satisfecho’. Y eso es porque nosotros trabajamos sobre una cuestión: ¿Qué tengo que hacer yo para sentirme orgulloso de mí? Que tú salgas del partido con la sensación de que no has podido hacer nada más. Independientemente del logro. Si yo marco mis objetivos en función de las cosas que dependen de mí luego, puedo valorarme. Si los marco en función de cómo juegue el rival y el rival hace el partido de su vida, nunca vas a encontrar satisfacción. Entonces la presión es cada vez mayor, tú te sientes frustrado, aparece la ansiedad, los bloqueos, cometes más errores y ya es un círculo que para qué.