Brasil recorta un 10% el presupuesto para sus Juegos Olímpicos

La crisis económica de Brasil, oficialmente en recesión desde agosto, ha llegado al Comité Rio 2016. Los gastos previstos para la organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en Río de Janeiro sufrirán recortes del 10% para evitar el déficit en el presupuesto. Los ajustes, a 10 meses de la inauguración, solo afectan, de momento, a los recursos privados, la mayoría de patrocinadores, que no incluyen inversiones en infraestructura o seguridad.

Otro de los motivos para apretarse el cinturón es, según ha afirmado Mario Andrada, director de comunicaciones del Comité, evitar que se repitan protestas contra el despilfarro, como ya ocurrió durante el Mundial del año pasado en varias ciudades brasileñas. Aún más en época de vacas flacas. La organización de los Juegos en Río de Janeiro cuenta con el apoyo de la mayoría de la población, pero el aumento del desempleo y la inflación, la corrupción y la desvalorización del real preocupa a los brasileños. "La gente se irrita con el lujo y los excesos. Tenemos que apretarnos el cinturón", dijo Andrade.

El objetivo de la organización es reducir un 10% los gastos para que, en ningún caso, superen los 1.700 millones de euros presupuestados. Habrá recortes superfluos, como el número de impresiones de documentos, pero también se reducirán de 70.000 a 60.000 los voluntarios, el precio de su comida, uniformes y transporte, y se ajustará el presupuesto de la ceremonia de apertura. Los gestores, que están analizando departamento por departamento para identificar cada partida susceptible de ajuste, no descartan que algunas áreas lleguen a reducir hasta el 30%. "La época de derrochar acabó. Tenemos que organizar unos Juegos económicamente sostenibles y ser creativos en la forma de concretar estos cortes", dijo Andrada a Reuters.

Equilibrar las cuentas

El anuncio coincide precisamente con otro realizado por el Gobierno federal en el que se anula un artículo de una ley de 2009 que le obligaba a destinar recursos para cubrir los déficits en la operación del Comité Rio 2016.

La decisión llega poco después de que la presidenta Dilma Rousseff anunciase, la semana pasada, un conjunto de medidas para reducir 6.000 millones de euros para equilibrar las cuentas del país. Según el Comité se trata de una "total coincidencia" que no tendrá ningún efecto en la organización de los Juegos. "No afectará en nada porque el ajuste busca precisamente que cerremos en positivo", manifestó un asesor.

El Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) y la fiscalía han cuestionado las cuentas del Comité Río 2015, y han exigido más transparencia. Hasta ahora, el origen privado de los recursos ha servido de justificación para no divulgar, ni al Gobierno federal, el detalle de su presupuesto e inversiones.