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Nadal entra en calor

El español (6-3 y 7-6 a Raonic, después de una hora y 40 minutos) recupera mecanismos y golpes para aproximarse a su mejor versión y acceder a cuartos. Le espera Wawrinka

Alejandro Ciriza
Nadal, durante el partido frente a Raonic.
Nadal, durante el partido frente a Raonic.JOHANNES EISELE (AFP)

Si traza una paralelo de derecha al ángulo, en carrera y con deslizamiento posterior, y no una ni dos ni tres, sino hasta en cuatro, cinco o seis ocasiones; si castiga las rodillas de Milos Raonic a base de reveses afilados, exigiendo al gigantón una flexión constante de piernas, con el consiguiente castigo lumbar en un jugador de semejante tallo (1,96); y si, por encima de todo, a Rafael Nadal se le escapa alguna que otra sonrisilla y aprieta el puño izquierdo en el fotograma final, victorioso otra vez, procede la afirmación: sí, ahora sí, Nadal está levantando el vuelo. El número siete venció al canadiense por 6-3 y 7-6 (en una hora y 40 minutos) y demostró que, aunque aún le falte tiempo y su drive aún no inflija el daño que hacía antes, su trabajo está surtiendo efecto.

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Este viernes, en los cuartos de Shanghái, el de Manacor chocará (9.00, Canal+ Deportes2) con el suizo Stanislas Wawrinka (7-5, 6-7 y 6-4 a Marin Cilic). Pero antes, hoy, más estímulos positivos para el ganador de 14 grandes, que si un día antes contuvo al cañonero Ivo Karlovic, esta vez también maniató a otro bigardo con una derecha de acero. Raonic, 24 años y noveno de la ATP, terminó frustrado, mirando al tendido. Embistió una y otra vez, pero Nadal ya no es el Nadal frágil de comienzos de temporada, el rival al que exprimió en marzo. Porque Nadal, siete meses después, después de muchas curvas y demasiadas caídas, de mucho ensayo y pocas certezas, comienza a ver la luz.

"Estoy entrenando mucho y bien, haciendo las cosas lo mejor que sé. Realmente creo que es el camino", precisó el español, entonado la semana pasada en Pekín y en clara fase ascendente ahora, en el Masters 1.000 de Shanghái. Frente a Raonic, un pegador con buenas piernas, pero mermado de su espalda, el balear cimentó su victoria desde el servicio (76% de puntos con primeros y 66% con segundos) y los restos. De hecho, la única ruptura del partido, al segundo juego, fue la que le dio el pasaporte a la siguiente ronda. Replicó de fábula Nadal, que además solo cometió 11 errores (por 20 de Raonic) y rubricó 22 golpes ganadores. Redujo a su adversario penalizando sus segundos (apenas un 50% para este) y controlando su martillo (nueve aces, por cinco para el balear).

Nadal devuelve la pelota contra Raonic.
Nadal devuelve la pelota contra Raonic.GREG BAKER (AFP)

Desde el pasado 9 de mayo, ante el checo Tomas Berdych, en la arena de Madrid, Nadal no batía a un miembro del top-10. Esta vez sí pudo; esta vez, de nuevo, retazos esperanzadores: derechas, bananas, reveses y passings con sabor añejo. Es su tercera victoria esta temporada, en 11 duelos, contra un rival de la zona noble. Hasta ahora solo había podido -al margen de con el checo- con David Ferrer (cuartos de Montecarlo). Los propios Berdych (Australia) y Raonic (Indian Wells), así como Novak Djokovic (Montecarlo, París y Pekín), Andy Murray (Madrid), Wawrinka (Roma) y Kei Nishikori (Montreal), pudieron con él.

El español no batía a un jugador del 'top-10' desde mayo, cuando ganó a Berdych en el Masters de Madrid

"Es final de año y soy consciente de que el año no ha sido el mejor posible, pero estos últimos meses me estoy sintiendo mejor, con más confianza y más tranquilidad. Las cosas van por un camino mejor. Ganando, la confianza es mejor para lo que viene", celebró. Ahora encara a Wawrinka, el siempre peligroso revés de Stan, con un billete ya para la Copa de Maestros. Frente al helvético, un balance de 12-2 a su favor; eso sí, el helvético salió airoso de las dos últimas citas: Australia 2014 y Montecarlo 2015.

El juego de Nadal, en definitiva, ofrece trazos de prosperidad. Avanzó el de Manacor hacia los cuartos, pero no así Feliciano López ni Albert Ramos, apeados por Novak Dojkovic (6-2 y 6-3) y Jo-Wilfried Tsonga (6-7, 7-5 y 6-4). Al serbio, que busca en Shanghái el 57º título de su carrera, le bastó poco más de una hora para doblegar al toledano, excesivamente fallón esta vez: cometió 28 errores no forzados y erró en la red (12/28); el catalán, verdugo de Roger Federer en la ronda anterior, volvió a exhibir un nivel elevado y exigió al francés. Siempre agresivo, Tsonga desperdició muchas bolas de break (tres de 15) y no selló la victoria hasta que el reloj indicaba las dos horas y 46 minutos de pulso.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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