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“Somos un equipo que divierte”

Marcelo defiende el juego del Madrid mientras Lucas Alcaraz da una versión opuesta del partido. El Levante remató 15 veces

Diego Torres
Marcelo, tras marcar al Levante.
Marcelo, tras marcar al Levante. PIERRE PHILIPPE MARCOU PIERRE-PHILIPPE MARCOU (AFP)

La procesión de entrenadores y jugadores que se sucede a los partidos del Bernabéu comienza a adquirir tonos de feria hortofrutícola. Los participantes se muestran más preocupados por vender sus productos que por explicar lo que ocurrió en el campo. Los entrenadores declaran que son espléndidos, que han hecho un trabajo espectacular, contradiciéndose mutuamente, o contradiciendo la realidad cuando la evidencia es que se practica un fútbol insustancial. El epítome de esta política de comunicación fue Marcelo, que tras intervenir en el 3-0 al Levante salió a la pasarela y proclamó lo inverosímil: “Somos un equipo que divierte”.

Al mismo tiempo, Lucas Alcaraz, el técnico del Levante, emitió un dictamen que, de ser cierto, se opone plenamente a Marcelo porque no se puede ir sobrado y sufrir al mismo tiempo: “De todas las veces que visité el Bernabéu nunca estuve más cerca de conseguir algo positivo. El equipo ha tenido el balón, ha tenido una buena salida, ha llegado, se ha sabido juntar, no ha sufrido defensivamente… Los tres goles que nos metieron se produjeron por pérdidas de balón nuestras. Y hemos tenido ocasiones muy claras. Así es que nos vamos con una sensación muy extraña porque en cierto modo ha sido un partido cómodo. Está claro que ellos no han hecho méritos suficientes para meter dos goles en el primer tiempo. Pasaron más cosas en el área de Keylor que en la nuestra”.

Alcaraz destacó las paradas decisivas del portero madridista porque exaltando al cancerbero agrandaba de paso al Levante: “Con el 1-0 Keylor hizo esa parada abajo que evitó el 1-1. Que vengas al Bernabéu y que el portero local sea el hombre más destacado te deja una sensación extraña. Difícilmente tengamos más oportunidades de ganar aquí en el Bernabéu”.

La hinchada asistió a la velada mayoritariamente sumida en un silencio soporífero. Pero cuando Rafa Benítez salió a la sala de conferencias declaró que el resultado revelaba la excelencia integral de su obra. Como si entretener al cliente no fuese lo determinante en su oficio y el hecho de que el Levante fuera uno de los equipos más limitados de Primera no sea un detalle significativo. “El 3-0”, dijo, “refleja que somos un equipo con pegada, que tiene gol, y que afortunadamente sigue sin encajar gracias al trabajo de todo el equipo”.

El Levante hizo cinco remates entre los tres palos y el Madrid respondió con seis. El dato revela una igualdad deportiva difícil de justificar presupuestariamente. Porque la diferencia en la producción ofensiva no tuvo que ver con la organización técnica tanto como con el mayor talento de la plantilla del Madrid para definir y para defender. Porque Keylor fue decisivo contra el Levante lo mismo que contra el Betis, el Granada, el Athletic y el Atlético. Si Benítez lo mencionó de pasada, al revés que Alcaraz, fue porque, al revés que su homólogo, las paradas de Keylor restaban valor a su labor técnico-táctica. “Es muy importante para nosotros llevar dos goles encajados en todos los partidos oficiales”, se ufanó Benítez. “Al margen de Keylor, que lo está haciendo muy bien, significa que el equipo asume el trabajo defensivo en su mayor parte”.

Los 15 remates totales del Levante (cinco a portería) revelan que la organización defensiva del Madrid no fue tan buena como dice su responsable y que si el equipo encaja poco su fortuna es atribuible en buena medida al guardameta costarricense. Porque como dijo Nacho en un extravagante alarde de honestidad, al salir del campo: “Hoy nos hemos quedado dormidos”.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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