Casemiro, el vigilante de Benítez

Carlos Henrique Casemiro ganó fama de díscolo en su época juvenil. Solo después de jugar en el Oporto a las órdenes de Julen Lopetegui comenzó a comportarse como el hombre ponderado que es hoy. El muchacho que militaba en el São Paulo, apodado Casemarra por su carácter impetuoso, habría estallado. Pero después de disputar ocho partidos seguidos y quedarse fuera de la alineación del Madrid contra el Barça, de su boca solo salieron comentarios moderados. Incluso elogiosos hacia Rafa Benítez, que le considera un especialista único, además de un discípulo excelentemente sumiso. El regreso del mediocentro brasileño a la titularidad, el miércoles ante el Shakhtar, coincidió con una nueva secuencia de buen fútbol en el equipo, y con una victoria (3-4) de efecto paliativo tras el trauma del clásico.

“Yo me voy a casa enfadado”, dijo el jugador, al salir del estadio de Lviv, “porque hemos hecho 75 minutos increíbles y luego casi nos remontan. Nos tenemos que quedar con las cosas buenas que hicimos, que han sido muchas. Presionamos, tiramos a puerta, tocamos, salimos jugando... Fue increíble. Ese es el camino y no podemos bajar la intensidad. Ya lo tenemos aprendido para la próxima vez”, explicó el mediocentro de 23 años.

Ocho robos y 89 pases

Ante el Shakhtar, Casemiro robó ocho balones y dio 89 pases. Más que ninguno de sus compañeros. En el transcurso del partido, proporcionó al Madrid la clase de estabilidad que necesita el equipo cuando los tres puntas (Bale, Cristiano e Isco) desatienden las labores defensivas indispensables. El hombre se erigió en el guardaespaldas de Modric en el mediocentro y al acabar la tarea habló con la autoridad que siente que tiene. “Me enfadan más los últimos minutos contra el Shakhtar que haberme perdido el clásico”, dijo. “Nosotros tenemos un jefe y estoy muy contento con sus decisiones; porque seguro que Benítez sabe lo que está haciendo. Es un entrenador top y toda la plantilla está junto con él, con el club, y con el presidente”.

El técnico descartó la titularidad de Casemiro en el clásico a última hora, en favor de James

La ausencia de Casemiro contra el Barcelona fue acogida con sorpresa en parte de la hinchada y, sobre todo, en el vestuario. Durante las semanas previas al partido, Benítez estudió la formación de un mediocampo con Casemiro, Modric y Kroos. El técnico valoró descartar a James en beneficio del brasileño y de Bale. Solo en el último momento resolvió hacer lo contrario y dejó en el banquillo al pivote que acumula 941 minutos de juego distribuidos en 13 partidos (en 10 de ellos formó en el once titular).

“Es un pulpo”

Benítez cree que Casemiro es el único mediocentro puro que tiene en la plantilla. Su lógica le indica que para tener el balón primero es necesario robarlo rápido y en eso ve al brasileño como un superdotado. Juan Carlos Martínez, el preparador físico del Oporto, lo decía siempre: “Casemiro es un pulpo”. La opinión de Benítez no es un caso aislado. El Madrid cuenta con unos 30 analistas de fútbol repartidos por todo el mundo que en los últimos meses vienen informando a la directiva de que el equipo es más competitivo cuando juega Casemiro.

Los técnicos madridistas coinciden en que no se trata de un mediocentro de primerísimo nivel, como Alonso o Busquets. Pero añaden que, dadas las características de una plantilla plagada de mediapuntas, la presencia de Casemiro hace que el equipo sea más competitivo. No solo por cuestiones técnicas. Como demostró en Lviv, no pierde el atrevimiento ni en momentos de incertidumbre. “El clásico fue un partido difícil pero ya ha pasado”, declaró en Ucrania. “No tenemos que pensar más en el clásico porque eso nos tira para abajo. La vida sigue. Hemos logrado una victoria y el fin de semana tenemos una salida difícil a Eibar”. El domingo a las 16.00, Ipurua examina al Madrid.