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La pesadilla europea del Real Madrid

El pésimo inicio de temporada de los blancos amenaza con dejarles fuera de la Euroliga

Alejandro Prado
Pablo Laso, el viernes en Belgrado.
Pablo Laso, el viernes en Belgrado.KOCA SULEJMANOVIC (EFE)

La temporada pasada fue la más exitosa en la historia del Real Madrid de baloncesto: los tres títulos grandes (Copa, Liga y Euroliga) más otra par de complemento (Supercopa e Intercontinental) para aderezar un año perfecto, que incluso fue mejor para Sergio Rodríguez, Llull y Felipe Reyes, campeones de Europa con la selección española. Pero el despertar está siendo abrupto, quizá sea más exacto decir que ha tornado en pesadilla.

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La derrota del viernes en Belgrado ante el Estrella Roja deja al equipo asomado al abismo, sin margen de error en la Euroliga, un escenario inimaginable hace poco. La primera fase de la competición continental —una liguilla de seis equipos donde se clasifican los cuatro primeros— suele ser un mero trámite para los equipos grandes, que empiezan a estar exigidos a partir del top 16. “No estamos compitiendo como nos gustaría. Estamos en una situación límite, pero aún nos quedan tres partidos”, apuntó Pablo Laso tras el último tropezón.

Esos tres partidos a los que alude el técnico madridista son ante el Fenerbahce, líder indiscutible del grupo, en casa; frente al Bayern de Múnich a domicilio, y la visita del Estrasburgo a Madrid. Tres choques ganables, pero la errática trayectoria de los blancos en Europa no invita al excesivo optimismo. Solo dos victorias en siete partidos, las dos en casa y una de ellas, ante el Bayern, conseguida en el último segundo tras una postrera remontada.

El viernes, en la caldera del Pionir de Belgrado, el Madrid volvió a adolecer de los males de este principio de curso: el abuso del lanzamiento exterior y, sobre todo, la flojera defensiva. Gustavo Ayón y Felipe Reyes siguen rindiendo a un gran nivel, pero cuando la defensa rival se cierra en torno a ellos los tiradores no ven aro con facilidad. La espalda sigue lastrando a Rudy Fernández y a Sergio Llull le está faltando el punto de acierto que tuvo la temporada anterior. La ausencia de K. C. Rivers, figura clave desde el triple el año pasado, acrecienta la desazón, especialmente porque Jeffery Taylor, su sustituto, es un alero más físico que tirador.

Pero lo peor está atrás. El agujero en defensa es de proporciones considerables. El Madrid recibe 86 puntos de promedio en la Euroliga, una cifra tremendamente alta para un equipo que aspira a revalidar título en una competición de tan alto nivel. Po comparar, el cuadro que menos encaja es el Lokomotiv con casi 20 puntos menos que los blancos. El Barça es la cuarta mejor defensa con 69 puntos en contra por duelo.

Diversos motivos

En el Madrid se auguraba un comienzo difícil, se contaba con sumar alguna derrota de más. No extrañó que se cayese en la Liga Endesa en la primera fecha ante el Valencia, ni que se empezase la Euroliga perdiendo ante el Khimki, pero la acumulación de tropiezos continentales ha sobrepasado cualquier mal presagio. Los motivos van desde la escasa pretemporada, al desgaste de los jugadores que compitieron con sus selecciones, o a la momentánea inadaptación de los nuevos jugadores.

Sin tiempo de rumiar mucho la derrota, el Madrid se presenta en Bilbao para jugar en una de sus canchas más incómodas (19.00, TDP). En la Liga Endesa las cosas van mejor: seis victorias seguidas tras el tropezón inicial, pero enfrente estará un equipo especialmente dotado para buscarle las cosquillas a los de Laso, con insignes exmadridistas como Mumbrú y Raúl López. “Es un equipo diseñado para ganar todo. Siempre son difíciles y si están mal, más aún”, desconfía López.

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Sobre la firma

Alejandro Prado
Redactor en la Mesa de Edición del diario EL PAÍS. Antes prestó sus servicios en la sección de Deportes y fue portadista en la página web. Se licenció en Periodismo en la Universidad Carlos III y se formó como becario en Prisacom.

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