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McLaren y Fernando Alonso se asoman al vacío

El equipo británico se encomienda al nuevo monoplaza para asegurar su futuro y el del proyecto que lidera el ovetense

Oriol Puigdemont
Fernando Alonso regresa a la pista tras chocar con Maldonado.
Fernando Alonso regresa a la pista tras chocar con Maldonado.Paul Gilham (Getty)

Desde que abandonó su taburete preferencia del muro de McLaren (2009) para centrarse en una faceta mucho más empresarial dentro de la marca, Ron Dennis ha ido espaciando cada vez más sus apariciones en los circuitos que conforman el calendario del Mundial de Fórmula 1. Eso no quita, sin embargo, que cada vez que se deja caer por el paddock y abre la boca sube el pan y los biorritmos de los responsables de prensa de la escudería. El sábado, Dennis organizó un encuentro con un reducido grupo de medios de comunicación y detonó una bomba. Más que hacerla estallar, lo que hizo fue no evitar que explotara cuando conseguirlo estaba chupado. “¿Existe la posibilidad de que Fernando Alonso se tome un año sabático si el coche de 2016 no es competitivo?”, le preguntaron de forma directa. “Tengo la mente abierta a múltiples opciones, y entre ellas figura esta”, respondió el ejecutivo para estupor de toda su audiencia.

Por la tarde, después de la cronometrada, le tocó al español abordar el asunto. “Yo soy el primer sorprendido de las palabras de Ron. Mi intención es correr, el miércoles deben tomarme las medidas para hacerme el asiento y tenemos por delante un programa de entrenamientos”, contestó Alonso. “No puedo asegurar nada al 100 %, pero en estos momentos no me planteo otra cosa que correr”, añadió el piloto asturiano. Poco antes, Mark Webber, uno de los mejores amigos que ha tenido en la F-1, se alineaba con Dennis. “Fernando es una bomba. Si en dos o tres días de test ve que el McLaren no es competitivo seguro que se tomará un año sabático”, dijo el australiano a la BBC.

Independientemente de si el bicampeón del mundo (2005 y 2006) se puede llegar a plantear realmente esta opción, el común denominador de toda la ecuación es siempre el mismo: el potencial del nuevo MP4-31 que previsiblemente saldrá a rodar en Montmeló el próximo 22 de febrero. “Sabemos dónde estamos y dónde queremos estar. Mi trabajo no es el de lograr que el monoplaza sea rápido, sino contratar a la gente que se encargue de ello. Y en ese sentido creo que tenemos el mejor grupo técnico de los últimos tiempos”, presume Dennis.

Mi trabajo no es que el monoplaza sea rápido, sino contratar a la gente que se encargue de ello. Creo que tenemos el mejor grupo técnico de los últimos tiempos Ron Dennis, patrón de McLaren

Para McLaren, para Honda y para Alonso, el curso ha sido un desastre. La estructura británica lleva 57 grandes premios sin conseguir la victoria, la peor racha de su historia, y todo apunta a que la hemorragia no se cortará pronto. Y por primera vez en su trayectoria en la F-1, el ovetense ha visto cómo su vecino de taller terminaba con más puntos que él, si bien es cierto que esta conclusión hay que asumirla con cautela por la fragilidad y flojera del prototipo plateado. Su regreso a Woking no podía arrancar peor tras el extraño accidente que sufrió en Montmeló y que le obligó a saltarse la primera cita, en Australia. Pero superado aquel mal trago, la cosa no ha cuadrado en ningún punto de estos últimos nueve meses. Y sin embargo, por extraño que sea, cada vez que se coloca delante de un micrófono, su discurso suena a esperanza.

El concepto del monoplaza es bueno, y cuando logremos que funcione a los demás les será muy difícil copiarlo", aseguran en el equipo

“La filosofía de coche que tenemos es muy buena, estamos convencidos de ello. El problema es que optimizarlo al máximo no es un proceso sencillo”, cuenta alguien que sale del taller del constructor londinense. “El motor, por ejemplo. El turbo es demasiado pequeño porque así se pensó, pero eso nos ha generado dolores de cabeza en la gestión de la energía entre los elementos eléctricos. Está identificado y lo solventaremos en invierno. Pero en general, el concepto tiene mucho sentido. El propulsor está muy pegado al piloto, muy centrado y hacia adelante, muy compacto. Cuando logremos que funcione, a los demás les será muy difícil copiarlo”, zanja esta voz. En su mente y en la de los ingenieros con más peso, el objetivo es claro: lograr transformar el punto débil del MP4-30 en la principal arma de sus sucesores. De no conseguirlo, las consecuencias para la compañía serían fatales a todos los niveles dado que la F-1 supone el 40 % de su cuota de negocio.

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