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La filial de Mediapro en Miami, empresa clave en la investigación de la corrupción en la FIFA

Dos exejecutivos de Media World admiten ante la fiscalía de EE UU su responsabilidad en los sobornos y devuelven 600.000 dólares cada uno

Agentes del FBI se llevan documentación de las oficinas de Imagina en Miami.
Agentes del FBI se llevan documentación de las oficinas de Imagina en Miami. JOE SKIPPER (REUTERS)

La investigación por corrupción de la FIFA salpica a ejecutivos del grupo audiovisual español Mediapro. Agentes del FBI registraron a principios de mes la sede de Media World, filial de la empresa en Miami. Dos de sus responsables en Estados Unidos se han declarado culpables y, a la espera de la sentencia, han pagado 600.000 dólares cada uno a las autoridades estadounidenses. Un tercer ejecutivo y socio de la empresa matriz, radicado en Europa, figura en los documentos públicos de la fiscalía federal de Brooklyn, encargada de la investigación, como “co-conspirador 5” en la trama, aunque su nombre se mantiene en el anonimato.

Unas horas después del registro de la sede de Media World, el 3 de diciembre, el Departamento de Justicia anunció la imputación de 16 personas más —directivos y exdirectivos del fútbol en América— en un caso que sacude el fútbol mundial. La nueva imputación amplió un caso que estalló a finales de mayo con la detención de siete altos directivos de la FIFA acusados de haber recibido durante casi 25 años sobornos y comisiones por más de 150 millones de dólares.

El documento de la acusación a los 16 nuevos imputados, de 236 páginas, coloca el foco en las empresas de compraventa de derechos de retransmisión y márketing de partidos de fútbol. Una de estas empresas es Media World, filial de Imagina US, que a su vez es filial de Mediapro, fundada por el empresario catalán Jaume Roures. Media World posee los derechos de distribución de La Liga en América, que, como intermediario, vendió a la cadena BeIn Sports para su emisión en Estados Unidos y a ESPN para América Latina por 206 millones de euros en total, según cifras reveladas por Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional. 

En un comunicado tras el registro de su sede, el Grupo Imagina, al que pertenece Mediapro, anunció que “hará todo lo que esté en su mano para aclarar las circunstancias en las que se han producido estos hechos y depurar las responsabilidades que sean necesarias por las actuaciones de cada uno de los imputados”.

Imagina US se dedica a hacer producciones televisivas orientadas al público hispano. Con sede en Miami desde 1998, tiene unas instalaciones amplias y modernas en una zona industrial. Allí se producen programas para cadenas como Univisión o Telemundo. La empresa desarrolla su actividad a través de dos sociedades: Promofilm, dedicada a la creación de contenidos televisivos, y Media World, que explota los derechos deportivos.

Oficinas de Imagina en Miami.
Oficinas de Imagina en Miami.JOE SKIPPER (REUTERS)

Hasta hace unos días Roger Huguet, de 52 años, era el consejero delegado de Imagina US y Media World, empresa que él fundó en 1998. Fue relevado después del registro del FBI en busca de información sobre los sobornos y de la admisión, por parte de Huguet, de su culpabilidad por dos cargos de conspiración para fraude bancario y uno por conspiración para lavado de dinero.

En conversación telefónica con EL PAÍS, Huguet rehusó valorar las acusaciones que pesan sobre él del Departamento de Justicia de Estados Unidos. “Esto es un proceso muy largo y prefiero esperar a que todo se acabe”, dijo Huguet, que se trasladó hace 20 años a Estados Unidos, país del obtuvo la ciudadanía en 2007.

Mediapro sustituyó a Huguet, su hombre de confianza en Estados Unidos durante casi una década, por Irantzu Díez Gamboa, otra ejecutiva de la compañía. Hasta el pasado jueves en la web de Imagina US seguía el nombre de Huguet como máximo responsable de la filial de Mediapro en Estados Unidos. Y en la propia web de Mediapro también figuraba el nombre de Huguet entre el equipo directivo de esta empresa.

Otro nombre clave en la investigación de la fiscalía de Brooklyn es el brasileño Fabio Tordin, de 50 años. Tordin hizo carrera en la empresa brasileña de derechos deportivos Traffic. Fue consejero delegado de Traffic USA, la filial de la empresa en Miami y, después de una etapa como consultor autónomo, aproximadamente en 2011 empezó a trabajar en Media World. Su cometido era negociar contratos para los derechos de retrasmisión y márketing en manos de miembros de la Concacaf, la federación de fútbol de Centroamérica, el Caribe y Norteamérica, adscrita a la FIFA. Como Huguet, Tordin ha admitido su culpabilidad y ha pagado 600.000 dólares.

Una tercera persona, vinculada a Media World y a Mediapro, figura en los documentos judiciales como “co-conspirator” (“co-conspirador” número 4 o 5, según el documento). El término co-conspirador no significa forzosamente que esté bajo investigación ni que vaya a ser inculpado ni mucho menos juzgado.

Autorizaba sobornos

La identidad del “co-conspirador número 5” —un miembro de la cúpula de Mediapro que viajaba desde España a Miami, autorizaba sobornos y en algunos casos los pactaba, según la investigación— es una de las incógnitas del caso. Si se confirma su implicación en la trama, significaría que esta no está circunscrita a las oficinas de Miami. A preguntas de EL PAÍS, la portavoz de la fiscalía de Brooklyn evitó precisar si el “co-conspirador” estaba siendo investigado ni revelar su identidad. “Sin comentarios”, respondió.

Este “co-conspirador” aparece citado, en un documento sobre Roger Huguet, como un “alto ejecutivo y accionista de la compañía de medios B”. Los documentos no indican cuál es esta compañía, pero sí que es la matriz europea de Media World.

Este alto ejecutivo de Mediapro “viajaba regularmente a Miami, Florida, para encontrarse con Roger Huguet y recibir actualizaciones sobre las operaciones de Media World, incluidos sus esfuerzos para obtener derechos de medios de comunicación y de márketing para los partidos de clasificación para la Copa del Mundo, propiedad de las federaciones de la Uncaf”, según el documento de acusación a los 16 nuevos inculpados. La Uncaf es la organización centroamericana de fútbol, afiliada a la Concacaf.

“Roger Huguet”, se lee en el documento, “notificó regularmente al co-conspirador número 5 los sobornos pagados en nombre de Media World a funcionarios de federaciones de la Uncaf con el objetivo de garantizarse los derechos para los partidos de clasificación de estas federaciones para el Mundial”. "El co-conspirador número 5 aprobó la participación de Media World en este esquema”, añade la fiscalía.

La fiscalía menciona varios ejemplos de sobornos de los ejecutivos de Media World a directivos futbolísticos en países centroamericanos y caribeños. Un ejemplo es la negociación de los derechos para los partidos clasificatorios para el Mundial 2022 entre Huguet y la Federación Hondureña de Fútbol (Fenafuth). Media World, según la fiscalía, pagó a finales de 600.000 dólares en sobornos a Rafael Callejas, presidente de Fenafuth y expresidente de Honduras, y a Alfredo Hawit, secretario general de la federación.

En 2012, Media World y Traffic USA, hasta entonces competidores, decidieron poner en común sus recursos y compartir los ingresos derivados de los derechos de los partidos clasificatorios de la Concacaf para el Mundial. Durante las negociaciones entre ambas empresas , el co-conspirador número 5 —el alto ejecutivo anónimo de Mediapro— supo que Traffic USA había pactado pagar un soborno de tres millones de dólares para obtener los derechos de la Unión Caribeña de Fútbol (CFU).

El receptor del soborno debía ser Jeffrey Webb, entonces presidente de la federación de las Islas Caimán, más tarde vicepresidente de la FIFA y uno de los principales acusados en la trama corrupta. El “co-conspirador número 5” aceptó repartir con Traffic USA el coste del soborno e instruyó a Huguet sobre el modo de efectuar el pago sin que se conociese su propósito.

El pago empezó a efectuarse a varias porciones. Pero en el invierno pasado, al conocerse que el propietario de Traffic Group, José Hawilla, estaba siendo investigado, el ejecutivo de Mediapro instruyó a Huguet que dejase de efectuar los pagos a Webb.

Primeras detenciones en mayo

La investigación de Departamento de Justicia de EE UU y las primeras detenciones, en mayo, hicieron saltar las alarmas. Tordin, por ejemplo, no pagó un soborno que había comprometido a pagar para organizar un partido de la selección de El Salvador en Washington y Chile, el 31 de mayo y el 5 de junio pasado. Se defendió alegando que no creía que sus jefes le autorizasen el pago. El pasado julio, en un encuentro de Tordin con dos directivos del fútbol guatemalteco, uno de ellos, Bryan Jiménez, dijo: “No hay que decir nada por teléfono. ¡Nada! ¡Nada! ¡Nada!". 

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